Calleja ya está entre tiburones
¡Hola amigos! otra nueva aventura comienza, un nuevo desafío. Intentaremos bucear con el gran tiburón tigre. Un tiburón colosal, sólo equiparable al gran tiburón blanco, pero más radical, porque en su dieta alimenticia cabe todo, no selecciona tanto la comida como el blanco, y esto le hace más peligroso, porque cualquier cosa es comida.
Se le ha encontrado en el estómago desde neumáticos hasta matrículas de automóviles. Ahora me encuentro en mitad del mar, en las islas Bahamas, en un pequeño barco de unos 19 metros de longitud, adaptado especialmente para bucear con tiburones.
En el barco nos encontramos Emilio Valdés, María March, Oscar -ya les conocéis, compañeros inseparables cuando se trata de bucear-. Además nos acompañan tres buzos más de seguridad: Álvaro, Tomeu, y Vicente. Y en la tripulación del barco, el capitán: Jim Abernethy, y sus ayudantes: Matt, Mike, y Jamine.
Os preguntaréis porqué tanto equipo... pues la respuesta es que lo que vamos hacer, sólo lo hace este barco en el mundo, y la única persona experta capaz de hacer cosas extraordinarias con tiburones, especialmente con los tigre, es Jim.
Jim fue de los primeros en bucear con los tiburones tigre gigantes ¡sin jaula! y no sólo bucear: también tocarlos, curarlos, y mil locuras más que nadie otro es capaz de hacer. Así que contactamos con él, y organizamos esta aventura brutal.
Todo suena muy bien cuando preparas una locura como ésta, pero ahora que estamos de lleno metidos, ¡da un respeto y un “acojone” que no os lo podéis ni imaginar...!Como la experiencia es tan intensa, hay que empezar gradualmente, ya que sin duda bucearemos con los tres tipos de tiburones más peligrosos -a excepción del blanco- tiburón tigre, tiburón toro, y el tiburón martillo oceánico, aunque también nos encontraremos con otros como el limón, el de arrecife, el gato, etc...
Antes de embarcarnos en este pequeño barco llamado Shear Water, llegamos a Miami, y mientras hacíamos los preparativos visitamos de la mano de un buen amigo cubano que se llama Pepe la península de Florida. Pepe nos metió de lleno en los Everglades, que son unos enormes humedales donde viven miles y miles de aligátores, que son muy parecidos a los cocodrilos, así como pitones gigantes, y otras serpientes venenosas.
En una canoa de aluminio y remando, vimos decenas y decenas de aligátores, serpientes... en fin, una locura de vida salvaje, que es increíble que se encuentre tan cerca de Miami. También hicimos un buceo a unos 35 metros para probar los equipos, descendiendo a un barco hundido.
Es fantasmagórico meterte dentro de un barco hundido de 155 metros de longitud, adéntrate en sus entrañas, ahora colonizadas por infinidad de microorganismos, algas, corales, peces gigantes y meros de 70kg. Se puede ver con claridad todos los compartimentos que ahora exploramos, así como descender por la quilla, que da incluso vértigo. ¡Una buena experiencia para empezar a calentar motores!
Y, sin más demora y con los nervios de punta, nos pusimos rumbo después de hacer los trámites aduaneros a las Islas Bahamas. Desde aquí os escribo, en mitad del océano, no iremos a tierra en ningún momento, nos vamos a centrar en bucear con estos apasionantes tiburones. ¡¡Un desafío sólo de tiburones!!
Esto no es una tarea fácil, de hecho sólo Jim es capaz de hacer lo que nadie hace, y nosotros le acompañaremos y haremos lo mismo, por eso necesitamos este equipo humano, para protegernos, porque Jim nos avisa: no veremos un tiburón aislado, o lejos, si no que les veremos a decenas, muchos, excitados y tan cerca que nos tocarán, empujarán, y nos asuntarán. Habrá situaciones muy tensas y peligrosas, y Jim decidirá qué hacer y cuándo salir, si se puede, porque el tiburón ataca sobre todo entre aguas y en superficie.
Nos da explicaciones de las medidas de seguridad que tenemos que aprender de memoria. Sólo sus explicaciones duran tres horas, y no puede haber ni un solo fallo. Un fallo con el tiburón tigre puede ser letal.
Después de sus explicaciones me quedo helado, más bien impactado de todo lo que puede pasar, así que si estaba nervioso, ahora lo estoy más.
Llega el momento de hacer la primera inmersión, será con tiburones limón, para ir adaptándonos a estos depredadores perfectos, y Jim decide que empecemos con estos escualos de entre 2 a tres metros de longitud, ¡que ya está bien! ...
Mañana sabréis cómo me fue, amigos ¡¡aún estoy impactado!!
Jesús Calleja desde las Bahamas
Visto en www.jesuscalleja.es