Antonia Álvarez: “Mis versos regresan con frecuencia a aquella infancia de largos inviernos”
Avalada por varios premios de poesía, Antonia Álvarez es una poeta nacida en Babia, cuyos recuerdos y paisajes de infancia están presentes en su obra, sobre todo en su poemario 'Donde la nieve' (2012, XXX Premio 'Leonor' de Soria), incluso viajan con ella, iluminan su vida y conforman su mirada. Estos paisajes están en Rabanal de Luna, donde se crio, donde vive su madre, y el lugar al que suele ir con frecuencia. “Ir allí significa respirar, fundirse con la naturaleza, esa naturaleza hecha de montañas imponentes, de un río de agua clara y fría en el que saltan las truchas, de monte y brañas donde crecen abedules, robles, piornos, y cantan el cuco y el urogallo. Mis versos regresan con frecuencia a aquella infancia de largos inviernos y grandes nevadas, con la cocina de carbón encendida, los primeros cuadernos de la escuela y la mirada impregnada de ilusión y de futuro. Luego, aquellas primaveras deslumbrantes y olorosas, adornadas con las flores del espino albar, con peonías y lilas, campanillas y lirios silvestres. Ese paisaje único es y seguirá siendo mi 'locus amoenus' por excelencia”. Así se expresa esta poeta y profesora de Lengua y Literatura, que vive desde hace años en Gijón, donde tiene buenos amigos. Una ciudad que le encanta por su playa, su vida sosegada y su gente. Y como de Gijón a Rabanal no hay mucho trayecto, puede disfrutar de ambos lugares sin problema, asegura ella.
Su faceta como profesora de Lengua y Literatura y el hecho de haber estudiado Filología Románica le han permitido indagar en nuestra literatura con el noble objetivo de tener un conocimiento algo más profundo de nuestra lengua, de las etimologías, de la palabra, en definitiva. “Indagar un poco”, matiza ella, con la sabia humildad de quien es consciente de que aún le falta mucho por aprender, muchas lecturas que todavía están esperándole. “También me ha ayudado a leer a los clásicos, a aprender los rudimentos de la métrica, a profundizar en la poesía. Pero, a la hora de escribir, existe una fuerza inexplicable que te dicta las palabras y que no tiene en principio mucho que ver con los conocimientos filológicos, aunque éstos se trasluzcan en la temática de un poema o, después, en las sucesivas correcciones del texto”.
Mis versos regresan con frecuencia a aquella infancia de largos inviernos y grandes nevadas, con la cocina de carbón encendida, los primeros cuadernos de la escuela y la mirada impregnada de ilusión y de futuro.
Como leonesa, Antonia Álvarez está convencida de que la provincia de León es una tierra pródiga en creadores, que no sabe bien a qué atribuirlo, quizá se deba a la manera de ser de los leoneses (y las leonesas), “espirituales, más callados y tendentes a la introspección que otras gentes, más dados a pensar en la trascendencia, más creativos y soñadores”. Aunque también es sabedora de que personas con estas características las hay en todas las regiones. “¿Serán tal vez los fantásticos parajes, llenos de contrastes y sorpresas, esta naturaleza increíble de nuestra tierra leonesa?”, se pregunta esta poeta, en cuya poesía de 'adentros' prima la emoción, “o mejor dicho, en la que ésta aflora sin pretenderlo”.
La escritura como necesidad vital
Reconoce que escribe por necesidad vital, aunque tampoco pasa todo el día escribiendo versos; “hay largas temporadas de descanso, de lecturas y aprendizaje, que me vienen muy bien; porque la vida es, en definitiva, el mejor aprendizaje y el más bello poema”. También cree que todo es susceptible de ser poetizado, “de ahí la peculiaridad de la poesía, su universalidad y su magia”. En su caso, ser poeta es una manera muy particular de mirar las cosas, “acaso de sufrir más porque el que escribe poesía suele ser poco frívolo”.
Autora de poemarios como 'La mirada del aire' (2006), 'El color de las horas' (2006), 'Otoño' (2007), 'La raíz de la luz' (Premio “Flor de Jara” y Mención Especial de los IX Premios de la Crítica de Asturias, 2007), 'Recuerda, corazón' (2010) o 'Lunas' (2012), cita a varios maestros poetas, de los que aprende y con quienes se siente enriquecida, entre ellos Virgilio, “en cuyos hexámetros bebí la música hecha poesía y encontré bellísimos recursos estilísticos”, o bien los anónimos del Romancero, la lírica tradicional, el Cantar de Mío Cid, Garcilaso, Góngora, Quevedo, Rosalía, Machado (“por su sensibilidad, por su poesía 'verdadera'”), Guillén, Cernuda, Valente (“por su sobriedad y precisión”), Claudio Rodríguez (“por su hálito poético, por la hondura de su poesía”), Octavio Paz... “Sería interminable”. Pero hay uno en especial, Paco Velasco, al que lee con devoción. “Él fue el que me animó a seguir escribiendo, el que me dio impulso cuando empezaba, el que creyó en mi trabajo. Tiene unos conocimientos vastísimos de poesía, es una gran persona y un magnífico poeta. Gracias, maestro”.
A la hora de escribir, existe una fuerza inexplicable que te dicta las palabras y que no tiene en principio mucho que ver con los conocimientos filológicos, aunque éstos se trasluzcan en la temática de un poema o, después, en las sucesivas correcciones del texto.
Confiesa Antonia Álvarez que, gracias a los premios poéticos que ha obtenido, ha podido publicar lo que escribe. “Para mí ha sido, hasta ahora, la única manera de ver impresos mis poemarios. Y no es que esté suspirando porque me lean, pero sí me gustaría aportar algo, siquiera un sentimiento, una brizna de emoción o una lucecita a un posible lector, aunque sé que hay pocos lectores de poesía”. También cree que todos los premios y reconocimientos son importantes, “no importa la cuantía económica ni el prestigio”, sobre todo “si son limpios, merecen todo mi respeto”. Siente predilección, dicho sea de paso, por el Leonor de Soria (que le concedieran por su libro de poemas 'Donde la nieve'), por lo que significa para ella el poeta Antonio Machado, su vinculación a Soria y lo que supuso Leonor en su vida. “Ya años antes del premio había recorrido con devoción los lugares sorianos en los que el gran poeta pasó esos años tan significativos de su vida”.
Algunos poemas suyos figuran en revistas y antologías, y han sido traducidos al francés y al inglés. Sin embargo, Antonia Álvarez no aspira a ser famosa, sólo a que la lean unos pocos, “aunque sé que es mucho pedir. Con eso me doy por satisfecha”.
En estos momentos se encuentra en una etapa de lectura, y asegura que escribe poco. No obstante, está dándole vueltas a un poemario nuevo. Y dice 'dándole vueltas' porque vuelve una y otra vez a los diccionarios, poda, cambia palabras, selecciona, vuelca versos, vuelve a llenarlos, añade risas o lágrimas a cada poema, se recrea en la palabra. “Porque cada palabra es un mundo, y el mundo puede caber en cada palabra. Cuando me sumerjo en la poesía, vivo”, concluye.
Paco Velasco fue el que me animó a seguir escribiendo, el que me dio impulso cuando empezaba, el que creyó en mi trabajo. Tiene unos conocimientos vastísimos de poesía, es una gran persona y un magnífico poeta. Gracias, maestro.
Entrevista breve a Antonia Álvarez
“No entiendo el mundo, pero el mundo es maravilloso”.
¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?
'Helena o el mar del verano', de Julián Ayesta.
Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida)
En literatura, Cervantes, Borges, García Márquez, Machado...
En la vida, uno mismo, porque si no, todo lo demás no existe.
Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable)
Ninguno.
Un rasgo que defina tu personalidad.
Que lo digan los que me conocen.
¿Qué cualidad prefieres en una persona?
La humildad y el buen corazón.
¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?
Paso.
¿Qué es lo que más te divierte en esta vida?
Vivir.
¿Por qué escribes?
Para no llorar.
¿Crees que las redes sociales, facebook o twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?
No estoy en las redes sociales, pero las respeto.
¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?
La vida y los poetas de verdad.
¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?
No escribo en ningún blog, aunque entro en algunos, y sigo con interés la página canal-literatura porque supone un gran esfuerzo en pro de los nuevos poetas y de la literatura en general.
Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.
No entiendo el mundo, pero el mundo es maravilloso.