El Trío Alborada clausura hoy el Festival de Música Española
Hoydomingo 11 de Octubre a las 20:30 horas el Auditorio Ángel Barja del Conservatorio de León tendrá lugar el concierto del Trío Alborada, con el que se clausura la vigésimo octava edición del Festival de Música Española. Formado por la pianista Patricia Arauzo, el clarinetista Miguel Expósito y el cellista Aldo Mata, el trío Alborada ha alcanzado en estos últimos años una gran reputación en sus actuaciones por toda la geografía española, además de Bélgica, Austria y Alemania.
En esta ocasión presentan un programa titulado “La influencia foránea en compositores españoles o de origen español”, formado por tres obras muy representativas: el Trío de Enrique Granados, con influencias del romanticismo de Chopin y de la música de salón; “L'Estremo Albor”, del italiano Bruno Dozza, compositor residente en Madrid desde 1993, que desprende la elegancia y sutileza de la música italiana; y el Trío de Maurice Ravel, que recopila desde un ritmo de zortzico en el primer movimiento, hasta la música pentatónica oriental del último.
El Festival de Música Española ha incluido del 16 de Septiembre al 11 de Octubre un total de seis conciertos de gran calidad y variedad, la exposición “La música de pi (y otras fotos que me suenan)” de Juan Luis García y una conferencia sobre “El clarinete en España: historia y repertorio” a cargo del musicólogo y clarinetista Francisco José Fernández Vicedo. No obstante, la exposición de Juan Luis García “La música de pi (y otras fotos que me suenan)” se prolongará hasta el 30 de Octubre, pudiendo ser visitada de lunes a viernes, de 16:00 a 20:30 horas.
PROGRAMA
“La influencia foránea en compositores españoles o de origen español”
- I parte
ENRIQUE GRANADOS (1867-1916): Trío op. 50
I.Poco allegro con espressione
II. Scherzetto
III. Duetto
IV. Finale
BRUNO DOZZA (1962): L'Estremo Albor (2014)
- II parte
MAURICE RAVEL (1875-1937): Trío en La menor
I.Poco allegro con espressione
II.Scherzetto
III.Duetto
IV.Finale
NOTAS AL PROGRAMA
Con el objetivo de difundir la música española, el Trío Alborada presenta su concierto titulado “La influencia foránea en compositores españoles o de origen español” formado por tres obras representativas que se han nutrido de características provenientes de fuera de sus fronteras.
En el Trío opus 50 de Enrique Granados encontramos influencias de la música de salón y del romanticismo chopiniano. Obra de gran valor y poco interpretada en las salas de conciertos, utiliza las sonoridades más evocadoras en el primer movimiento, a modo de fantasía, el pequeño scherzo que le sigue nos recuerda a “Sueño de una Noche de Verano” y la música de cámara de Mendelssohn, pasando por un movimiento lento que podría pasar por un nocturno de Chopin y que culmina en una danza “quasi a la zingaresse”.
La obra “L'Estremo Albor” fue estrenada por el Trío Alborada en noviembre de 2014 y escrita en el mismo año por Bruno Dozza (1965), italiano pero residente en Madrid desde 1993. El título de su obra cita un verso del poeta italiano Giacomo Leopardi, extraído de “El ocaso de la luna”, un canto compuesto en 1837, año de su muerte. Leopardi describe el caer de la noche: “ciega la noche queda, y cantando, con triste melodía, los extremos albores de la luz fugitiva que antes le fue guía, desde el camino el arriero saluda”. A partir de un coral inicial, con un color típicamente brahmsiano, la obra desarrolla este núcleo de sonoridades en doce breves movimientos (algunos brevísimos) que han de tocarse sin solución de continuidad. Las mismas ideas sonoras son ilustradas y revisitadas constantemente bajo perspectivas y luces diferentes. Muestra la influencia de la música italiana en la elegancia y sutileza que desprende.
El Trío en La menor de Maurice Ravel, una de sus obras camerísticas más ambiciosas, presenta en el primer movimiento un ritmo de zortzico, como si de una canción de cuna se tratase (recordemos que su madre había nacido en Ciboure, al lado de la frontera con España). El segundo movimiento, Pantoum, está basado en un tipo de poema de Malaya muy particular. La Pasacaille que le sigue evoca el barroco, al estilo de Couperin para acabar con un Final espectacular inspirado en la música china con tintes pentatónicos. Tres tríos interpretados por la formación de clarinete, cello y piano, que ganan gracias a la heterogeneidad sonora de los tres instrumentos.
