Teatro Corsario, fiel a su tradicional cita con León, actúa hoy en el Auditorio

L. Castellanos

20 de diciembre de 2016 10:15 h

La compañía vallisoletana Teatro Corsario vivió en 2010 un punto de inflexión determinante en una trayectoria que entonces rondaba las tres décadas.: el fallecimiento de su fundador y director de siempre, el leonés Fernando Urdiales, un psiquiatra que pronto abandonó el ejercicio de la medicina para consagrarse al teatro. El fue quien ideó y consolidó el estilo con el que se reconoce a Corsario y que, aún hoy, seis años después de la desaparición de Urdiales, conserva intacto gracias al espíritu de una compañía que encuentra su principal razón de ser en su condición solidaria y que perpetúan días tras día sus componentes. Luis Miguel García lleva en la compañía desde siempre. El ha ido aspirando los muchos aromas que Corsario ha desprendido y ahora ha extendido su función creativa, que desarrollaba sobre el escenario con gran solvencia como actor, y se ha impuesto tareas de dramaturgo y director. El sabe muy bien qué es y qué representa Corsario y por eso, fiel a la impronta de Fernando Urdiales, se ha aplicado en mantener intactos los postulados estilísticos de un grupo que ofreció una lectura contemporánea a los clásicos y se manejó en el empeño de un tipo de teatro orgánico y del que anda ausente la pirotecnia artificiosa. Así lo ha demostrado tres de los más recientes espectáculos de la compañía pucelana: 'Lima Limón' (2013), un musical humorístico de pequeño formato, 'Teresa. Miserere Gozoso' (2015), sobre Teresa de Jesús, y 'Barataria' (2016), una aproximación al universo del Quijote que vivía su primera representación recientemente y que permite a Corsario reencontrarse con el escenario del Auditorio 'Ciudad de León'.

“El espectador está llamado a imaginar, a reír y a enternecerse en esta Barataria en la que el desengaño deja una puerta abierta: don Quijote sigue viviendo”, se dice desde la compañía a propósito de un montaje que, interpretado por Julio Lázaro, Borja Gutiérrez Semprún, Jesús Peña, Carlos Pinedo y Anahí van der Blick y articulado en tres partes ('Don Quijote y los encantadores, el sueño de la razón', 'Sancho en Barataria, el gobierno en manos del escudero' e 'Y un largo viaje a Barcelona para evitar el Quijote de Avellaneda'), se aproxima al universo del Quijote y de Cervantes, intercalando escenas de la universal novela con otras de carácter más bastardo propias del siglo XVII pero perfectamente trasladables a nuestros días. “A la manera del carnaval medieval, se pone el mundo del revés. Junto a la advertencia de que cada cual es dueño de sus actos, se muestran los sentimientos y reflexiones del loco don Quijote respecto al mundo que le rodea. Su imaginativa mirada propone una poética teatral que deriva en juego escénico”. Narrada en clave de comedia y fundada sobre todo en el ejercicio actoral, vuelve a insistir en ese 'sello Corsario' que se conocen al dedillo los componentes y los seguidores de una compañía que, a pesar de los muchos azares que sufre el teatro actual, sigue viva y plenamente sometida al veneno de la escena y la creación. Los leoneses siempre han sido buenos anfitriones de Corsario y hoy, que nadie lo dude, la cosa volverán a ser igual.

Corsario vuelve a casa.

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Tráiler de 'Barataria'