Imágenes que chillan
Las obras de Santos Javier causan el mismo efecto que poner música a todo volumen. Captan la atención, chirrían y, sobre todo, provocan. “Claro que provoco -comenta-, provoco la retina del ojo humano” reconoce este artista maragato que expone estos días en la galería Ármaga (calle Alfonso V), en León.
El color ha sido un factor predominante desde que comenzó a trabajar, allá por el 89, cuando terminó sus estudios, pero entonces lo hacía todo a través de la pintura. Con el cambio de milenio, adaptó su creatividad a la informática y continúa diseñando figuras que después siluetea y coloca sobre aluminio para incrementar el efecto bidimensional.
Con las nuevas tecnologías ha continuado utilizando los colores primarios y reivindicando así las gamas de contraste. “De alguna manera consigo que este contraste sea armónico”, asegura Javier.
Los elementos que representa son los iconos del día a día. “Son objetos que representan al hombre, aunque no esté el hombre”, explica Javier. “Transmiten el movimiento, la evolución, las formas de entrar o salir en el mundo económico”. Así representa acumulaciones de dinero, potentes y caros vehículos... “Es lo que yo llamo pequeñas Manhattan, son islas de poder”.
En el trasfondo de todo esto, una reflexión sobre la sociedad actual. “Es una crítica del consumismo irónica porque cojo los objetos y los devuelvo palpitantemente bellos”.