Siempre resulta curioso analizar cómo los libros retratan la realidad de lo que se creía que sería el siglo XXI hace varias décadas. Escrito en 1969, 'Un mundo feliz' puede leerse como una novela de ciencia ficción, pero también como una compleja metáfora futurista en la que alguna de sus previsiones más tristes y desoladoras han llegado a convertirse en realidad.