Muere Manuel González Pérez, una leyenda de la música moderna leonesa

La muerte del músico leonés Manuel González Pérez deja un poco más huérfano al escenario musical de la provincia. Este veterano músico leonés, autodidacta en la especialidad de la guitarra eléctrica y bajo, pero académico, clásico o de conservatorio, se especializó en solfeo y violín.
En 1947 comenzó a estudiar ambas asignaturas en Educación y Descanso, una actividad de los antiguos sindicatos, que llevaba a cabo el conocido director Odón Alonso en la Calle Ancha, en los locales que todavía existen sobre la Farmacia Merino.
Los exámenes tenía que hacerlos en Valladolid. Fue en esa ciudad, precisamente, donde continuaría sus estudios de violín y posteriormente en Madrid. Siempre obtuvo excelentes calificaciones.
Odón Alonso le propone dirigir la rondalla de Educación y Descanso, compuesta por laúdes, bandurrias, mandolinas y guitarras. Y Manuel González, autodidacta en esos instrumentos, pero con una gran base musical, acepta llevar a cabo tal labor.
Tras incorporarse al servicio militar, pudo compatibilizar su nueva situación con la dirección de la rondalla. Posteriormente fue alumno de guitarra española con Venancio García Velasco.
Ejerció como violinista en diferentes espectáculos temporales que pasaban por León a finales de los años 50, como músico de compañías de zarzuelas, operetas, revistas y otros espectáculos, tomando las correspondientes partituras que le entregaba la dirección de la compañía y tocando sobre la marcha, sin ensayo previo.
Tras concluir su servicio militar, durante 1961-62 actuó con una orquesta formada por músicos militares, en la sala Acapulco en Av. República Argentina. En el León de la época, existían muchos cafés-conciertos, con actuaciones de música y variedades, en sesión de mediodía, tarde y noche. El café mas importante de la época, el Salamanca, se fijó en Manuel González y la orquesta residente (Orquesta Ramos) le ficha para sus animaciones, algunas transmitidas en directo por las radios locales.
González Pérez tocó la guitarra eléctrica, el violín y se convirtió también en el vocalista de la orquesta.
En 1962 'emigró' del Salamanca a Finlandia. En ese tiempo, la demanda nórdica de música latina, española e hispanoamericana, posibilitaba el éxodo de orquestas españolas hacia aquellas latitudes. Manuel González, como violinista, vocal y guitarra eléctrica, junto a José Luis Ordóñez como pianista (fallecido) que años mas tarde llegaría a ser profesor de Armonía en el Conservatorio de León, Raúl Cabezas, batería y violín, y otro componente, saxofonista se embarcan en una aventura finlandesa que encadenarán con largas estancias en Suecia, Suiza, Finlandia nuevamente, Barcelona y Madrid.
De 1962 hasta 1966, con diferentes combos o agrupaciones, tocando en diferentes modalidades (hoteles, salas, espacios públicos, discotecas, restaurantes, braserías, etc). Su mayor reconocimiento lo consigue cuando contacta con Joaquín Martínez, un barcelonés con una orquesta sólidamente instalada en tierras escandinavas (Joaquín Martínez y su conjunto), con el que llegó a grabar allí, varios discos con la multinacional Philips.
A punto de tomar un barco para una nueva gira por el Líbano, recibió un aviso en el mismo puerto de Barcelona, informándoles de la escalada de tensión en la zona, decidiendo no embarcar; este momento es el final de su relación con Joaquín Martínez.
Con 'Los Clásicos' triunfando en Madrid
Tras abandonar Barcelona, viajó a Madrid, donde otros dos grandes músicos leoneses, leoneses José Antonio Quintano Corral, organista e Isidro Fernández Flórez, violinista, trompeta, flauta travesera y guitarrista, le estaban esperando. Con José, un granadino afincado en Madrid, que tocaba la batería y cantaba, formaron un gran conjunto musical llamado Los Clásicos, muy activo en salas madrileñas en los primeros años de la década de los 70.
Tras su etapa final en Madrid, Manuel González regresó definitivamente a León. Su vida en la ciudad dio un giro completo, abandonando la música ligera. Le esperaba una plaza de profesor en el Conservatorio de León y un trabajo en el Banco de Santander, que simultaneó sin mayor problema.
En el Conservatorio de León llegó a ser el responsable de la sección de violín, viola, contrabajo y violonchelo, ejerciendo como Jefe de Seminario de Cuerda. Opositó con éxito años mas tarde a la Orquesta Sinfónica de Valladolid, obteniendo la plaza de Violín 1º. También fue integrante de la Orquesta de Cámara de León, como Violín Concertino, hasta 1995.