Manuel Cuenya propone un “viaje al interior escrito con tinta lírica” en su nuevo libro ‘Del agua y del tiempo’
El escritor berciano Manuel Cuenya regresa a la escena literaria con un nuevo libro 'Del agua y del tiempo', una obra intimista y existencial fundamentalmente de poesía o prosa poética que se aleja, aunque tampoco mucho, del género de viajes tan propio de este autor.
“No es un libro de viajes, es un libro intimista, que sí es un viaje pero al interior. Es una obra fundamentalmente de poesía o prosa poética que aborda temas como el amor, la memoria y la muerte. Prácticamente eso, yo diría que es un libro existencial, escrito con tinta lírica, con la lírica de la sangre”, asegura Cuenya.
El rojo de la sangre también marca la portada de 'Del agua y del tiempo' porque se trata de un libro, señala, escrito con sangre. “Mi idea es escribir con sangre que es una cosa que decía el filósofo Nietzsche. Es en libro escrito con las entrañas de forma que como si brotara de la propia naturaleza o entrañas del ser humano. Es un libro que aunque esté escrito en prosa, o en prosa poética es un libro poético”.
Sobre el título, Cuenya asegura que su significado radica en que “todo está impregnado del agua y del tiempo”. “El agua porque aparecen ríos, lagos fundamentalmente del Bierzo y el tiempo porque la palabra tiempo aparece en todos los poemas, en textos en prosa, es transversal. El libro está impregnado de agua y tiempo”, añade.
“El tiempo es oro. La sangre es la vida”
“El tiempo es oro, es la sangre con la que se escribe, es la vida. Hay varias referencias literarias Henry Miller que hay que devolver la vida a la literatura, porque a menudo la literatura está construida de forma artificial. Todo lo que se escriba debería contener vida o ser vida, toda la poesía debería ser pura vida, sino la literatura no serviría para nada”, apostilla.
El inexorable paso del tiempo también es una tema que aparece en muchos de los poemas de 'Del agua y del tiempo' porque es una obsesión para el autor. “Yo creo que necesitamos tiempo, me obsesiona el paso del tiempo, el pensar el regreso a la matria, el espacio afectivo de la infancia. Ayer era un niño y hoy paso de la cincuentena”.
Un paso do tiempo en el que pesan las ausencias, las muerte de los seres queridos y que da pie a otro concepto el 'carpe diem', vivir el presente, muy presente también en el libro. “No vivir en el pasado ni en el futuro. El pasado aunque sea una fuente potente literaria, la memoria es una herramienta poderosa, si te vas siempre al pasado es como caer en una especie de depresión o no vida, vives de recuerdos no vives del presente del aquí y ahora. Vivir en el futuro se traduce en ansiedad, angustia”.
El Bierzo, siempre presente en sus obras
Como en todas sus obras El Bierzo también es parte de 'Del agua y del tiempo', insiste Cuenya. “Premeditadamente o no yo no me puedo desprender del Bierzo, aunque quisiera. Es mi matria, ahí está mi infancia, mi adolescencia, mi juventud”, asegura.
El autor añade que su último trabajo es “una invitación a sumergirse en el agua y en el tiempo. A darse un chapuzón en los ríos y lagos del Bierzo. A reencontrarse con la infancia, que tal vez sea la única matria o patria verdadera, porque en la infancia se tiene todo el futuro por delante”.
Nuevos proyectos
Manuel Cuenya explica que siempre está escribiendo y enfrascado en nuevos textos y proyectos, incluso tiene material para poder volver a sacar un libro ya, pero asevera que prefiere esperar entre obra y obra. “Creo que hay que reposar este libro, disfrutarlo, la gente se satura”.