Julio César Álvarez: “Nuestro día a día merece la pena, no todo es decadencia”
Con un libro diferente y abordado desde un punto de vista totalmente distinto, el escritor y psicólogo Julio César Álvarez regresa a la escena literaria; 'Diario de un escritor cobarde'. Algo así como si de un Woody Allen español se tratase, pero en el terreno de la literatura; el escritor es el protagonista de su realidad, que él mismo observa desde un prisma cercano a la escena, pero que no tiene por qué ser su biografía. De esta forma, a través del diario personal, Julio Álvarez que mezcla con naturalidad “realidad y ficción, pulso narrativo y profundidad lírica”.
Los días pasan, y las páginas, y el lector se involucra totalmente en un diario, en el 'Diario de un escritor cobarde'
“El diario es el género íntimo por excelencia. Sobre todo, ¿quiénes son los grandes autores de diarios? los seres en crisis, los adolescentes, o los soldados en una guerra. ¿Por qué? porque necesitan y se dan cuenta de que cada uno de esos días son únicos y especiales, entonces intentan valorar cada minuto, cada segundo; intentan comprender qué pasa cada uno de esos días. Es como mirarse en un espejo, verse los poros de cada día. El diario es el genero perfecto para comprenderse y comprender a los demás, literalmente acercarse a los secretos de alguien, y hacer literatura de ello.
Una idea romántica, porque cada vez se escriben menos diarios. Quizás porque las personas estamos más acostumbradas a las redes sociales, al individualismo de nuestros smartphone, de internet... ¿Propones el diario como una herramienta para recuperar ciertos valores sociales, cierta humanidad?
En el fondo, los blogs intentaron ser eso, una especie de diarios personales, pero la realidad es que el blog como género independiente ha caído en picado. Lo digital está muy bien, pero la intimidad personal escrita es más valiosa (un articulo decía que la productividad crecía cuando se escribe a mano). El mundo digital es un avance en todos los sentidos, pero hay otras opciones que no debemos olvidar, y el diario es una de ellas. En el fondo el diario es algo muy de otro siglo, algo olvidado, pero como decía Godard, 'lo clásico es igual a moderno'. Algunas cosas han estado tanto tiempo ahí porque tienen un valor especial, es el caso del diario. Es el género perfecto para retratarse a uno mismo y, de paso, si lo leen otros, el retrato de otro en el que se ven reflejados los demás; es literatura sin parecer que lo es.
Un diario es literatura sin parecer que lo es
Uno de los puntos más atractivos de 'Diario de un escritor cobarde', es la curiosidad creada en el lector, es un texto muy llevadero, y fácil de leer. Apetece seguir conociendo más sobre el autor...
Sí, pero se da también otra paradoja. En el fondo al lector no le interesa tanto el autor ni lo que cuenta, sino de lo que cuenta lo que se refleja de él mismo; el lector sólo se quiere encontrar a él mismo. Lo respeto, hasta incluso lo estimulo. Donde más encontramos de nosotros mismos es en los demás, uno no percibe sus propios errorres, uno no percibe sus propias virtudes, es a través de otros como las ve.
Haciendo eco de tu faceta de psicólogo, ¿Cómo ayuda tu libro proyectando este reflejo de uno mismo?
Aunque también escriba sobre psicología a modo didáctico, la literatura para mí es otra cosa diferente a la psicología, en el sentido de que la psicología es un estudio científico complejo del comportamiento humano, y la literatura permite todas las posibilidades. En esas infinitas posibilidades me siento muy cómodo. Mientras me voy descubriendo a mí mismo, o percibo sentimientos de este juego entre el personaje de ficción y yo, tú como lector también te encuentres a ti mismo. El lector siente sensaciones familiares, se trata de una idea que nos cuesta mucho asimilar, pero nos parecemos más de lo que creemos.
A veces el protagonista sufre un sentimiento de angustia, en ciertos momentos la transmite
La angustia existencial está ahí para todo ser humano. Y el que no la sienta es que no se ha parado a reflexionar un poco. Vivimos en un mundo injusto, desigual, con dolor y sufrimiento. Más allá de eso, es cierto que nos centramos mucho en el pasado, todos lo hacemos. ¿Por qué? no es casual. Hasta la dedada de los 90 todos mirábamos hacia adelante, teníamos ganas de que llegase el futuro, descubrir cómo seria. Pero llegados los 90, una etapa muy crítica a muchos niveles económicos y sociales, empezamos a mirar atrás porque el pasado parecía mejor. Hemos entrado en una especie de paradoja en la que nos parecen mejor los años 50 que el 2014. Al final nos hace vivir en una especie de tristeza perpetua, lo mejor ya ocurrió.
El diario es el género perfecto para comprenderse y comprender a los demás
En ese aspecto, se trata de una critica a la sociedad...
Quizás esa es la idea clave del diario. ¿Y si necesitamos revisar nuestro día a día? ¿Si es valioso el año en el que estamos en sí mismo? ¿Y si se puede hacer gran literatura, o una forma de arte de cierto valor con lo que ocurre hoy en 2014?
¿Tú objetivo con este diario?
Las personas no estamos a gusto ni cómodos en nuestro presente. Parece que queremos huir de lo que tenemos. Habrá días que son mejores, otros peores, eso es la vida, por cierto. Pero nuestro día a día merece la pena, no todo es decadencia.
¿A quién diriges tu libro?
Potencialmente está dirigido a mis amigos, me explico. A las personas que conozco y tengo cariño, por un motivo: 'Con amigos sí se puede', como decía aquella nación. La amistad es otro valor que se ha ido perdiendo. Parece que en estos tiempos de capitalismo feroz, de individualismo salvaje, uno sólo piensa en salvarse a sí mismo, y es bueno volver a reivindicar la amistad. Estoy rodeado de personas fantásticas y mi vida estaría mucho más pobre sin esas personas. Potencialmente, se lo dedico a cualquier lector apasionado que crea que hay que revisar algún concepto. Pero no por nostalgia, no porque sea algo que se hacía en el XIX, sino porque ¿y si nos estamos perdiendo cosas?
El diario es el medio utilizado com vehículo para poner en evidencia este presente que se nos escapa de las manos
Parece que es desastroso, pero es el tiempo que nos ha tocado vivir, hagámoslo los mejor posible. Lo mismo decían los escritores de los años 80.
Eres el protagonista, desde otra perspectiva. ¿Qué hay de verdad de Julio César Álvarez en el libro de nuestro escritor cobarde?
Pretender hablar de la verdad de uno mismo es la cosa más imposible que hay. Ser totalmente sincero es imposible, con uno mismo. Intento un juego de ficción. Como Woody Allen; él es el protagonista de sus películas, tiene esos diálogos en Manhattan caminando por las calles, pero si lo reflexionamos, la vida de Woody Allen no es así todos los días. La mía tampoco es así todos los días. Y si en ese camino de retratar las cosas el lector consigue verse a sí mismo, ver sus días que se parecen a los del escritor me doy por satisfecho.
Sin desvelar la frase final, se trata de una reflexión tremenda, en dos líneas consigues encerar un significado existencial
Se trata de un libro hacia los amigos, hacia el presente, hacia qué es lo que quiero, qué busco, sobre todo en el sentido de la escritura. ¿Por qué uno dedica tanto tiempo a escribir? un impulso que uno no puede evitar, llevo años buscando la explicación, y no la consigo encontrar. Ese final alude al por qué. Cada uno tendrá su respuesta particular, una respuesta global sería un error.