Julia Notari y Lourdes Marzialetti suman esfuerzos en 'Amorfare'

Imagen de los dos artistas en plena actuación. / Paulo Pereira

L. Castellanos

Julia Notari y Lourdes Marzialetti asientan sus reales de vida en dos ciudades diferentes. São Paulo la primera; Estrasburgo, la segunda. Un buen día decidieron sumar esfuerzos y talentos para concretar un proyecto común, 'Amorfare' (realizado bajo la etiqueta de Teatro Duoanfibios), y dar satisfacción a sus anhelos creativos.

Para facilitar tal tarea decidieron citarse, a modo de residencia, en el Teatro C´art en Castelfiorentino, en la Toscana, y, también, en el Condomínio Cultural de São Paulo, sin renunciar tampoco a Estrasburgo, en Francia, como punto de encuentro.

La brasileña Notari ejerce sobre todo como marionetista y es una nómada vocacional. Desde 2000 explora las posibilidades de las nuevas formas de las marionetas y oficia con especial rigor su condición de organizadora de encuentros y festivales, tal y como pueden testimoniar en países como Bolivia, Argentina, Colombia, Italia, Francia, República Checa, Rumania, Corea, Letonia, España, México , Suiza, entre otros.

Por su parte, Marzialetti, de origen argentino, alterna los oficios de cantante, compositora y diseñadora y musicalmente hablando se mueve en los territorios de la improvisación, el jazz, la música latinoamericana y experimental. Como cantante colabora con varios grupos y también ha asumido la dirección de diferentes coros.

Juliana Notari y Lourdes Marzialetti ponen al servicio de 'Amorfare' sus particulares talentos como marionetista-actriz y cantante, respectivamente, para desvelar un territorio en común que nazca de la fusión de lenguajes. Como se dice desde la misma compañía, este espectáculo (que hoy participará en El Albéitar en la Muestra de Teatro Latinoamericano que desde hace 28 años organiza la Universidad de León) podría ser entendido como “una Opereta Deglutida donde una cantante y una marionetista se encuentran en el abismo de una sala de ensayo y crean un proceso de ingestión, digestión, absorción y eliminación del amor”.

Para consumar sus propósitos, las dos artistas hacen uso de gestos, sonidos, texturas, materias y figuras y toman como punto de partida la imagen del Ouroboros, la serpiente que devora su propio rabo. Este espectáculo, donde los títeres, la música y el cuerpo ejercen continuo protagonismo, ha sido cuidado con especial esmero y abre sus puertas a la improvisación en su afán por reflexionar sobre la mujer.

“Por medio de la construcción de imágenes y sonidos, las artistas proponen la quiebra de este ciclo autómata social que no permite algunos puntos de mudanza para la convivencia y para los afectos. Como sería romper, cortar el rabo de la serpiente antes de la auto-digestión? Tal vez un cuerpo no podría pasar por ese proceso, por eso el intento en dúo. Una se expresa y la otra digiere y elimina. Para eso esos dos lenguajes completamente proteiformes en su esencia: la marioneta con su grandeza e infinitud, que transita el tiempo entre la vida y la muerte y a cada paso, gana fuerza de expresión. La marioneta puede ser o no ser, y ese gesto en sí está en la materia y en su drama intrínseco; y el canto que también viene de las profundidades de las relaciones entre el hombre y el mundo, que vive en la línea tenue entre la palabra y música, entre ser y no ser el tiempo entero. El proceso de creación busca la interferencia continua y agotadora en dos cuerpos sedientos en expresión y mudanzas”.

Vídeo sobre el espectáculo:

Lugar: El Albéitar. A las 21 horas

Día: 4 de noviembre de 2017

Entradas: 8 euros (la mitad para los miembros de la Comunidad Universitaria)

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