Epigmenio Rodríguez: “El escritor escribe de lo que conoce, lo que no es sino escribir sobre uno mismo”

Autor de la imagen: JR Vega.

Marta Cuervo

Artista multidisciplinar: cortometrajes, libros de viajes y novelas entre sus obras, Epigmenio Rodríguez, natural de la localidad leonesa de Taranilla, ha dedicado su vida a la educación, ha trabajado como consultor en proyectos de cooperación internacional e, incluso, en la mina y ayudando a sus padres en el campo. Esta larga y variada trayectoria profesional le ha proporcionado una experiencia vital única para narrar hechos, historias y describir paisajes, con una personalidad que además le convierte en uno de los maestros más reconocidos en la sociedad leonesa. Este año, Epigmenio ha publicado la segunda novela de su trilogía De Infernis, en la que explora la idea del infierno de los vivos, que Italo Calvino pone en boca de Marco Polo en 'Las ciudades Invisibles', como el propio Epigmenio explica.

Además, Epigmenio Rodríguez como guionista y director, junto a Raúl de Juan, productor, y Saturnino García, actor premio Goya, han presentado el proyecto de realización de un largometraje, así como la puesta en marcha de la página web del mismo y el lanzamiento de una campaña de crowdfunding con el fin de obtener fondos que contribuyan a la financiación de la película 'Media hora'.

'El sol entre los rascacielos', segunda novela de la trilogía De Infernis

La idea que inspira la trilogía es el infierno de los vivos, de Italo Calvino. Me pareció interesante explorar la posibilidad de que ese infierno se desarrolle, tome forma, en cualquier tiempo y en cualquier espacio. En este caso, en lugares tan distintos y tan distantes como La Loma y Nueva York.

No estoy seguro de que una novela deba tener otro objetivo que no sea entretener al lector contando una historia

Se trata de una novela de acción, con muchos personajes, y que además invita al lector a realizar una reflexión... ¿Cuál es el objetivo de esta obra?

No estoy seguro de que una novela deba tener otro objetivo que no sea entretener al lector contando una historia. Si lo tuviera, en este caso quizá sería mostrar aquello que nos define, que nos hace humanos, con nuestras miserias y nuestras grandezas.

La segunda entrega de tu trilogía, ¿qué aporta de nuevo a la saga? ¿Es necesario haber leído 'El color de las hayas' para poder entender completamente 'El sol entre los rascacielos'?

Se trata de obras distintas y, en gran medida, independientes. Por ello, no es estrictamente necesario haber leído 'El color de las hayas' con anterioridad. Dicho de otra manera: quienes lean 'El sol entre los rascacielos' sin haber leído aquélla antes no echarán de menos nada, no tendrán la sensación de que algo no se comprende. Pero, puesto que hay alguna relación entre ambas, creo que los lectores que conozcan la primera disfrutarán (o sufrirán) más con la lectura de la segunda.

En ambas los sentimientos humanos son protagonistas, ¿en qué se diferencian los personajes de una y otra novela?

Creo que en nada, al menos en nada esencial. Esa es precisamente la cuestión central de la trilogía. Por ponerlo en palabras del maestro y amigo Paco Flecha: “...Porque después de todo (y eso parece lo esencial en el relato) el paisaje y el lugar es sólo la olla en que se cuecen las pasiones, los deseos, las derrotas, los demonios interiores, donde ocurre esa lucha encarnizada que siempre se libra en solitario, en la soledad de La Loma o en las calles de Manhattan...”.

¿Qué importancia tiene la filosofía en esta novela? ¿Refleja quizás la condición humana de las personas a través de los personajes?

Como ya dije anteriormente, yo creo que sí. Utilizo ahora las palabras de Juan Miguel Alonso: “...Todos estos temas y muchos más vinculados a la naturaleza humana están presentes en novela. En suma, la humanidad oscura o, si se prefiere, la inhumana esencia que nos define en un espejo al que tanto cuesta mirar”.

¿Por qué 'justo después del invierno'?

Los que conocen bien Nueva York dicen que ese sol de principio de primavera, su reflejo en la fachada de las grandes torres, es único. Y me parece que simboliza bien la salida de la estación fría, tan fría que, dicen (quizá exagerando, aunque no demasiado), cuando el termómetro sube de cero grados los jóvenes se quitan la ropa en los parques para disfrutar sin medida de esos primeros rayos primaverales.

¿A quién dirige su novela?

A nadie en concreto. A todos.

¿Qué hay de Epigmenio en estas novelas?

Suele decirse que el escritor escribe únicamente de lo que conoce, lo que, en el fondo, no es sino escribir sobre uno mismo.

¿Ya trabaja en el final de la saga? ¿Puede adelantarnos algo sobre la tercera entrega de De Infernis

Tengo la novela en la cabeza y unas cuantas notas en el papel. Pero prefiero no adelantar nada. Si acaso, que en ella el infierno se desarrollará en un espacio distinto de los anteriores, uno que no es ni rural ni urbano, al menos no en términos convencionales.

Artista multidisciplinar, cortometrajes, libros de viajes y novelas entre sus obras. ¿Con qué género se queda y por qué? ¿Es fácil cambiar el registro para expresarse con cada uno de ellos?

Me gustan todos, de modo que no me quedaría con uno en particular a no ser que tuviera una pistola en la sien. En cuanto a la facilidad o no para cambiar de unos a otros no sabría qué responder (lo que seguramente indica que no me resulta difícil; otra cosa es el resultado). Los que me leen, sin embargo, dicen que mi obra tiene siempre un toque cinematográfico, lo cual me hace pensar que sí, que es posible que me exprese de forma natural mediante imágenes, aunque sea en la literatura.

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