Los 10 discos imprescindibles del Blues
'King Of The Delta Blues' de Robert Johnson: “I went to the crossroad, mama, I looked east and west I went to the crossroad, babe, I looked east and west Lord, I didn't have no sweet woman, ooh well, babe, in my distress” cantaba guitarra en mano un joven afroamericano recién salido de las plantaciones del Mississippi, con muchas historias que contar y cientos de kilómetros por recorrer. Sin embargo no sería hasta después de su muerte que logrará el merecido reconocimiento cuando en 1960 Columbia Records recopilará todas sus canciones en este magnífico disco. Blues rural hecho con corazón y el alma ennegrecida por los golpes de la vida.
'Moaning In The Moonlight' de Howlin Wolf: El primer álbum Chester Arthur Burnett (más conocido como Howlin Wolf) es sin duda uno de los grandes discos del género. Publicado en 1959 bajo el amparo de Chess Records se presenta como intenso trabajo que recoge perfectamente la esencia de lo que es el Blues de Chicago. Willie Dixon a las letras, Hubert Sumlin a la guitarra y el gran Chester aullando a la luna. Smokestack Lightnin, Evil o How Many More Years son temas que aún conservan toda su fuerza, su esencia y su significado intacto.
'Hard Time Killing Floor' de Skip James: Uno de los padres del género. Blues del Delta de la mano del gran maestro del Fingerpicking. Un espejo al alma de una generación que gritaba en silencio por un lugar en el mundo. Lo más cercano a la verdadera esencia del Blues (los primitivos sonidos de la música africana). 12 temas impresionantes que te pondrán los pelos de punta. Especial antención merecen el propio Hard Time Killing Floor y el legendario Devil Got My Woman.
'Born Under A Bad Sign' de Albert King: publicado en 1967 por la Stax Records se trata de uno de los trabajos más sólidos del malogrado guitarrista nacido en Indianola en 1923. Blues eléctrico con un marcado toque Soul (la Stax era el lugar ideal para su sonido tan cargado de tradición Gospel) a ritmo del particular sonido de la Flying V (un zurdo que tocaba la guitarra sin cambiar el cordaje) de “The Velvet Bulldozer”. 11 trallazos donde brillan con luz propia canciones como Years Go Passing By o el Born Under a Bad Sign (tal vez uno de los temas más versionados del género).
'I Am The Blues' de Willie Dixon: Publicado en 1970 por Columbia Records suele ser uno de los discos más mencionados por los verdaderos amantes del género. Jump Blues con toques Gospel. El álbum perfecto donde se vienen encima un himno tras otro. Spoonful, I Can´t Quit You Baby, Back Door Man o Hoochie Coochie Man suenan brutales incluso más de treinta años después de su publicación.
'Stone Crazy' de Buddy Guy: En un magnético estado de gracia (el que da la madurez de los años) el de Lettsworth nos regaló uno de los mejores discos de su dilatada carrera. Blues desde la ciudad del viento cargado de vibrantes aullidos en forma de riffs e interminables y psicodélicos punteos. 6 temas que se complementan unos a otros, con registro que va desde el Boogie de la mítica She Is Out There Somewhere hasta el Blues de inspiración Soul del When I Left Home.
'It Serves Right You To Sufer' de John Lee Hooker: Grabado a principios de 1960 en apenas un par de sesiones (algo muy habitual en aquella época) de la mano del genial Creed Taylor -fundador del legendario sello Impulse! Records- es sin duda el mejor trabajo del irregular guitarrista y cantante nacido en pleno Delta del Mississippi. Talking Blues que parece cabalgar al ritmo trotón de una maquina de vapor. Temas como Country Boy, Decoration Day o Sugar Mama hacen de este álbum uno de los más sobresalientes del género.
'Texas Flood' de Stevie Ray Vaughan: Una de las mayores leyendas del género. Todo un “Outlaw” y uno de los mejores guitarristas de la historia (uno de esos tipos que tienen un talento sobrenatural). Todo un Guitar Hero del Blues. Publicado por la compañía Epic en 1983 rápidamente se convirtió en uno de los discos más populares del género. Temas como Pride and Joy, la versión del Mary Had a Little Lamb de Buddy Guy o la propia Texas Flood son buena prueba del enorme talento del genial guitarrista tejano.
'Fathers and Sons' de Muddy Waters: Hay ocasiones en que todos los astros se alinean para que algo mágico suceda. Este fue el caso de el décimo álbum de estudio del gran Muddy Waters. El disco, que fue grabado en 1969 en los Estudios Chess, contó con la inestimable colaboración de un inspirado grupo de músicos con Buddy Miles a la batería, Paul Butterfield a la armónica y Donald “Duck” Dunn al bajo. El mejor ejemplo del auténtico Blues de Chicago. Especial mención merecen temas como Got My Mojo Working, I´m Ready o Long Distance Call.
'Natural Boogie' de Hound Dog Taylor: Jump Blues en estado puro. A medio camino entre el Blues más rural, el Country y el Rock and Roll más puro, se trata de uno de los trabajos más personales del género. No hay minuto de descanso, algo que queda evidenciado desde martilleo del Take Five, que abre el álbum, hasta ese electrificante guiño de despedida llamado Goodnight Boogie.