El artista en una pompa

La diversión infantil está garantizada.

Carlos J. Domínguez

Si en una calle o una plaza del Casco Histórico de León ves flotar una enorme pompa de jabón, viajando a favor de la brisa con sus colores irisados y cambiantes, es que muy cerca está Salvador Armesto.

Un polifacético artista afincado en León desde hace 15 años que ha encontrado en las jabonosas burbujas la última expresión de un arte efímero. Un arte pegado a la calle, como a él siempre le ha gustado, cerca del público que más le gusta y que más amplio y agradecido es: toda la gente.

La ballena, fotografía de Marc Greenbase.

Y muy especialmente, los niños. “Yo me lo tomo como un juego, cada día salgo a jugar, porque si no vas a reirte y pasarlo bien no merece la pena; y es un placer ver cómo los niños que siempre me rodean son más educados, más despiertos y más receptivos de lo que todo el mundo supone, son increíbles”, confirma con su experiencia de dos años sacando del viejo cubo formas imposibles.

En general, su callejera actividad diaria le reporta sólo satisfacciones. “Los padres son por lo general encantadores y agradecidos, se ríen mucho; con los hosteleros muy bien... y el 95% de la policía me trata con muchísimo respeto”. Lo peor, “que León es un erial en el largo invierno” y “la mala fama que nos crean a los que trabajamos en la calle un par de mafias muy serias de supuestos mendigos organizados”.

El lienzo del verano

El cielo del verano es el lienzo favorito y, por qué no, más rentable de un artista que está muy bregado en diseño, pintura, carteles y acciones culturales multidisciplinares. La más vistosa de ellas, la 'colorización' de los depósitos de agua de la carretera de Asturias, que aún muestra gran parte del vigor que le imprimió años atrás. Y es que en verano 'Salva' aprovecha la multiplicación de fiestas por la provincia para viajar en sus pompas hacia otras localidades. Gijón, La Bañeza, Ponferrada, Carrizo, Astorga, Valencia de Don Juan, La Bañeza... “Me tratan siempre de maravilla, lo del Carnaval bañezano de este año con la Peña Los MasTurbados fue increíble, por ejemplo” destaca este artista.

A sus 54 años, disfruta de cada minuto y de cada caprichosa figura que sale de sus manos. Como cuando entró en el mundo cultural leonés después de que hace 15 llegara a Villablino y trabajara incluso de ayudante de picador en la mina. Se presentó con una colección de carteles que él mismo movía por bares leoneses, contactó con jóvenes promesas de entonces que hoy tienen un nombre hecho o en ciernes. Programó en Don Gutierre, en Carnicerías, y en todos los casos “he aprendido mucho, incluso de gente con la que no acabé tan bien”, reconoce.

Antes la calle que McDonalds

La diversión infantil está garantizada.

¿El único inconveniente? El de cualquier artista 'maldito', que es difícil vivir de ello. Admite que “con las pompas no saco ni mucho ni poco pero mira, cada juego que organizo con los niños que me rodean es un placer, como cuando sus padres te reconocen y te pagan lo que acabas de comprar en el supermercado”. Por eso, “entre trabajar en esto o en McDonalds lo tengo clarísimo”.

Además, “gracias a las pompas, el cambio de registro me ha animado mucho”, si bien tiene otros proyectos en mente. “Quiero volver a pintar, así como reactivar mi blog (escueladepercusionesdeleon.blogspot.com). Y tengo en marcha una acción gráfica con numerosos retratos que me han ido haciendo a lo largo de los años amigos de León y de fuera, que llevará por título 'Out portraits', que tengo pensado primero sacar a la calle y después quizá en sala”.

Su mente, como sus manos, no descansa nunca. Como sus pies tampoco lo hacen cuando mueve todo su cuerpo aprovechando sus conocimientos de danza para sacar a flotar del agua jabonosa una escultura efímera, rodeado de críos, provocando competición, admiración y sonrisas a partes iguales. Dura segundos pero no es menos arte por eso. Arte firmado por 'Salva' Armesto.

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