Alberto González Llamas explica a los niños de Villaseca de Laciana de dónde viene el nombre de lo que les rodea

Alberto González Llamas explica a los niños de Villaseca de Laciana de dónde vienen los nombre de lo que les rodea

El soportal exterior del Colegio de Villaseca fue el lugar elegido para dar a conocer a los escolares el porqué de los nombres de sus barrios, sus calles, lugares de juegos y también algunas de sus costumbres, que se recogen en el libro 'Toponimia de Villaseca de Laciana', de Alberto González Llamas.

El autor fue el encargado de explicarles, en la presentación pública del texto, cómo se ha ido conformando la geografía urbana del pueblo en el pasado siglo. “De una pequeña aldea, en Villaseca de Abajo al pueblo que conocemos hoy”, transformado por la minería y la llegada de continuas oleadas de trabajadores a sus minas.

Un pueblo casi interminable, estirado a lo largo de algo más de tres kilómetros a ambos lados de la carretera comarcal LE-623 (León-Caboalles) y en la margen derecha del río Sil. Construido en su mayoríaen el pasado siglo y cuya evolución desde los tiempos antiguos, como asentamiento de un pequeño castro hasta su configuración actual. Alberto les fue detallando a los pequeños cuiteiros (gentilicio de los habitantes del pueblo) los sucesos más significativos de su construcción.

Como el propio autor les explicó, él pertenece a la segunda generación de originarios de Villaseca de una familia de inmigrantes, “mi abuelo vino a trabajar en la mina y con él mi abuela, mis padres y yo ya nacimos aquí”. Lo que no ha significado ningún obstáculo, para realizar este gran trabajo de investigación, recopilación, clasificación y redacción, sobre Villaseca. Único sobre la localidad abarcando amplitud de aspectos: históricos, geográficos, medioambientales, industriales, cartográficos. Además de glosarios de nombres, apellidos, apodos, personajes ilustres, usos y costumbres.

Para ello se ha documentado en una amplia bibliografía y también en labores de investigación personal de consulta y conversaciones con “los viejos del pueblo que sabían cosas, que no están escritas en los libros”, y con “su memoria” y el tesón del autor ha rescatado y permitido la pervivencia a unos nombres, usos y costumbres; que quedan para las generaciones futuras. Personas a las que recuerda y agradece su información y paciencia en el preliminar del libro.

Ese indagar con los viejos le ha permitido rescatar los nombres en pachuezo (bable occidental o dialecto antiguo del noroccidente leonés) de

los lugares de la geografía local, cuando se nombraban los prados, los regueros y donde hasta las curvas del camino recibían nombres propios.

Confesó que esta labor de indagador le era “sin duda mucho más grata”, que las viejas de minero (ahora jubilado) y sindicalista (durante años dirigente local y autonómico de CCOO). “Eran otras necesidades y otras opciones voluntarias, pero sin duda esto es más satisfactorio a nivel personal”.

A preguntas de por qué este público, los niños del colegio, en el primer acto de presentación de su libro editado ya el pasado año explicó que, “debido a la pandemia no hubo posibilidad antes y decidimos este lugar y esta gente, porque son los que tienen que construir el futuro, nosotros estamos para aportar experiencia y conocimientos, ellos que los recojan”. Y no ignoró, que si con este sencillo acto logra que alguno de los niños o niñas presentes “se anime a la lectura o se despierta en ellos un espíritu de inquietud en el conocimiento”, se sentiría gratificado sobremanera.

El libro 'Toponimia de Villaseca de Laciana' ha sido editado en 2020 por el Club Xeitu, cuya colección dirige el profesor de la Universidad de León Ignacio Prieto Sarro. Como texto ganador de la sexta edición (2017) del Concurso de Toponimia 'Concha de Lama', que desde el 2012 tiene en marcha el citado club y que este año alcanza su novena edición, que cierra la recepción de trabajos el próximo 1 de septiembre.

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