Ciencia
Neurología

Prueban un fármaco para el cáncer para mejorar los síntomas tras un ictus cerebral

Una ilustración de un accidente cerebro vascular llamado ictus.

Agencia DiCYT

El ictus isquémico es la segunda causa de muerte en todo el mundo y se produce cuando el flujo sanguíneo no puede llegar al cerebro debido a una obstrucción. Durante un momento más o menos largo, el cerebro no recibe oxígeno y esto provoca daños y deterioro funcional. La hipertensión es el factor de riesgo modificable más frecuente de ictus y se asocia con peores recuperaciones.

Actualmente, solo existe un tratamiento farmacológico para atenuar los efectos del ictus, pero no sirve para todos los pacientes y además está asociado a algunos efectos adversos importantes, según informa de ello la Agencia DiCYT. Ahora, investigadores del Instituto de Neurociencias de la UAB (INc UAB) han demostrado que el vorinostat (ácido suberoilanilida hidroxámico) tiene un gran potencial a la hora de tratar las lesiones cerebrales derivadas.

Este fármaco, que se utiliza en el tratamiento de un tipo de linfoma cutáneo, inhibe las deacetilasas de histonas, unas enzimas que regulan la expresión génica a partir de modificar los niveles de acetilación de un grupo de proteínas llamadas histonas.

En un artículo publicado en la revista Biomedicine and Pharmacotherapy, el grupo de investigación demuestra en un modelo de ictus en ratas hipertensas muy cercano a la situación clínica, como el uso del fármaco hace que los animales mejoren los déficits neurológicos, que se reduzca su daño cerebral y que se atenúe la respuesta inflamatoria, entre otros efectos.

“Vimos que tan solo con una única dosis de fármaco, aplicado durante el período de reperfusión, se conseguían prevenir múltiples factores asociados a la patología del ictus. Esto abre camino a la investigación con este tipo de tratamiento más allá de la fase preclínica”, explica la primera autora del artículo Andrea Díaz, investigadora de la UAB y del Centro de Investigación Biomédica en Red Sobre Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED).

Además, los investigadores demuestran que el tratamiento protege no solo al cerebro, sino también a los vasos que lo rodean, y lo hace incluso pasadas unas horas después del ictus.

“Dada la necesidad clínica urgente de fármacos para tratar el ictus isquémico agudo, y que el vorinostat está aprobado para uso humano, estos hallazgos deben incentivar el abordaje de más investigaciones preclínicas que evalúen, por ejemplo, su efecto en hembras y animales viejos, en modelos animales con otras comorbilidades comunes de ictus como la diabetes, sus efectos a largo plazo, etcétera. Esto abriría el camino para el correcto diseño de futuros ensayos clínicos que prueben su eficacia y seguridad en pacientes que han sufrido un ictus”, concluye el coordinador del estudio Francisco Jiménez-Altayó, investigador del Departamento de Farmacología, Terapéutica y Toxicología de la UAB y del Área de enfermedades cardiovasculares del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBERCV).

Referencia: Andrea Díaz-Pérez, Belén Pérez, Gemma Manich, Julián García-Aranda, Xavier Navarro, Clara Penas & Francesc Jiménez-Altayó. 'Histone deacetylase inhibition by suberoylanilide hydroxamic acid during reperfusion promotes multifaceted brain and vascular protection in spontaneously hypertensive rats with transient ischaemic stroke'. Revista Biomedicine & Pharmacotherapy, 2024 | DOI: 10.1016/j.biopha.2024.116287.

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