Bar-Restaurante Piscifactoría Villanueva de Carrizo: La apuesta más divertida para que los niños coman pescado

Bar Restaurante Piscifactoría Villaueva

Marta Cuervo

Aprender a comer divirtiéndose, adquiriendo y consolidando valores, y con una actividad sana que, además, se puede disfrutar en familia.

Noelia y su equipo – en el Bar-Restaurante Piscifactoría Villanueva de Carrizo- tienen muy claro que no existe mejor forma de concienciar a los niños de la importancia de comer pescado que haciéndoles partícipes de la pesca de sus propios platos. Por eso, bajo la iniciativa de que sean ellos mismos quienes capturen a la trucha, cuidan del lago de pesca de la piscifactoría con mimo y esmero para obtener el mejor producto: unas truchas lustrosas, fuente de proteínas, vitaminas y minerales para sus comensales.

“Nuestro lago de pesca es lo más característico del lugar. La gente suele venir a pescar truchas, para llevárselas a casa, con un precio muy económico. Es una actividad muy divertida para niños y adultos, una manera de incentivar a los más pequeños a comer pescado. Ellos mismos pescan su propia trucha y se la llevan a casa para cocinarla y comerla”, apunta Noelia, la dueña del Bar-Restaurante, que para contribuir en la costumbre les advierte que 'hasta que no se coman los pescados que se llevan no pueden venir a por más'.

En cuanto a las normas, los regentes solicitan civismo a los pescadores, y que respeten los consejos ofrecidos para el buen funcionamiento del lugar. “No hay límite de tiempo y lo más importante es saber que las truchas que se pescan no se pueden devolver al agua: la que pinche en el anzuelo hay que sacarla”, explica Noelia, que además es la bióloga de la empresa.

Una sopas de trucha para chuparse los dedos

En el Bar-Restaurante Piscifactoría Villanueva de Carrizo, el huésped tiene una amplia selección de platos y productos de la tierra entre los que elegir, aunque sin duda la especialidad de la casa son las truchas fritas, escabechadas, guisadas y a la plancha. Entre estas formas de comer trucha, el plato estrella del lugar son las sopas de trucha, que también se pueden degustar como tapa del bar.

“Trabajamos sobre todo comida tradicional leonesa, y las truchas son la comida por excelencia de la zona más todos sus derivados. Pero nuestra carta es muy variada, con muchas raciones, platos combinados, y también hamburguesas y sándwich, para atender a los gustos de todos aquellos que vienen a visitarnos”, explica la regente, que en su restaurante ofrece la posibilidad de ofrecer desde un picoteo hasta una comida elaborada y abundante.

Además, en el Bar-Restaurante Piscifactoría Villanueva de Carrizo también organizan banquetes de comuniones y comidas de despedidas de soltero, menús de grupo y otras celebraciones bajo encargo. “Nos ajustamos a sus necesidades, a sus gustos y exigencias”, subraya Noelia, que en su restaurante cuenta con dos comedores, uno de invierno con capacidad para 55 personas, y otro de verano ubicado en el jardín, para unas 90 personas. Los comensales tienen a disposición un menú diario, de lunes a viernes, y otro especial los fines de semana.

El lago de pesca es el mayor reclamo, pero el lugar también ofrece a los niños un parque infantil y a los adultos una agradable terraza de verano. El horario es de 10.30 horas hasta el cierre, de forma ininterrumpida –cerrando únicamente los lunes por la tarde-. El horario de pesca es el mismo, siempre y cuando haya luz, por lo que en verano las horas de actividad se alargan.

Un lugar con encanto propio, que tras más 50 años sigue dando vida a una actividad educativa, que conserva la esencia tradicional de la pesca en la provincia leonesa y que custodia momentos únicos compartidos entre amigos y familiares con las truchas como protagonistas.

El Bar-Restaurante Piscifactoría Villaueva de Carrizo se encuentra en la calle del Río 43. Teléfono 987 357 455

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