Viajar por el mundo sin salir de las fiestas de León
Con 30 euros y un poco de imaginación, cualquiera de estas noches de las Fiestas de San Juan y San Pedro puede convertirse en un viaje exótico por distintos continentes. Sólo hay que dejarse llevar por la oferta gastronómica que ofrecen las distintas asociaciones de inmigrantes en las carpas montadas sobre la avenida Sáenz de Miera, donde se ofrecen platos típicos y bebidas de países como Brasil, Argentina, Cuba, Marruecos, Pakistán o República Dominicana.
La variedad es considerable, en cuanto a precios, ingredientes, raciones y formas de elaboración.
Por ejemplo, por 1.50€ podemos probar una típica empanada colombiana en la carpa de la Asociación Hispano Latina El Crucero, elaborada con un guisado de pollo, carne y harina de maíz. Para acompañar, la típica cerveza sin alcohol Malta Pony (2€) o una cerveza Presidente (3.50€).
Si recorremos unos metros, podemos completar la degustación colombiana con unas arepas rellenas de carne por 4€ en la Asociación Fuerzas Latinas Colombianas, acompañadas por una botella del auténtico Aguardiente Antioqueño (25€ la botella, también chupitos).
En el otro extremo de la feria, la carpa de la Casa Argentina en León ofrece la posibilidad de probar el auténtico asado argentino, a razón de 10€ por persona. Preparan unas bandejas llamadas “tablas”, donde se mezclan distintos cortes de ternera, cerdo, pollo y chorizo criollo. Para compañar, la cerveza local Quilmes (2.50€) y de postre, el infaltable flan con dulce de leche (2€) los alfajores de chocolate y dulce de leche (2€).
Si además de la comida, lo que buscamos es bailar un rato, la opción es la carpa de la Asociación Dominicana de León.
Pollo asado, típico en la dieta dominicana.
Allí podremos pedir un pollo asado (plato básico en la dieta dominicana) por 10€. Por el mismo precio, pero en una ración para dos personas, se puede degustar el Pica Longa, una variedad de carnes de ternera, cerdo, mollejistas de pollo, acompañados con vinagreta. Ellos también sugieren probar el Arroz con Guandule, una especie de guisante de gran tamaño y no se puede salir de allí sin un chupito de “mama juana”, una bebida hecha a base de wisky macerado con hierbas y raíces, que según explican tiene cualidades afrodisíacas.
Para bailar
El ritmo de la zona de carpas lo aportan, año tras año, los espacios de Brasil y Cuba. Pero sería un error pensar que allí sólo podemos probar mojitos y caipirinhas (que también, y muy buenos, en torno a 4€).
En la carpa brasileña apuestan por un menú típico del país. Por 10€, probaremos la feijoada (un cocido de alubias negras y arroz) o el exquisito bobô de camarâo (guiso de camarones, arroz, patata y harina de yuca), acompañados de la farofa (harina de yuca saborizada). Si lo que se buscan son raciones, sale la picanha acebolada (similar al picadillo) y las coxinhas de galhina (similares a las croquetas), por 7.50€ y 5€ respectivamente.
También sería oportuno probar los cóceteles hechos a base de frutas, como el abacaxi en el que te rellenan la propia piña con una mezcla de piña y bebidas, o la melancía atômica (hecha a base de sandía).
En la carpa de la Asociación Cubano Leonesa podemos sorprendernos con algunos platos típicos de la isla, que son prácticamente desconocidos en España, como el arroz congrí o el “Negra Tomasa” que combina deliciosamente el arroz, los fríjoles, el picadillo de ternera y el plátano frito.
Allí, una familia puede degustar un pollo asado entero por 10€ y se pueden degustar auténitcos daikiris como los que tomaba Hemingway en El Floridita de La Habana (5€). El chupito de ron El Bucanero se vende por 3.50€.
Té y chachimbas
Las opciones de comida árabe se reducen casi con exclusividad al kebab (4€), pero donde pakistaníes y marroquíes arrasan en es la variedad de pastas dulces (hechas con almendras, coco, miel y otras especias) y en la variedad de té, para degustar en los típicos “vasitos” decorados al estilo turco (6.50€, 4.50€ y 3€, según los tamaños).
Las cachimbas (que en realidad se llaman shishas, por lo menos en Marruecos) se pueden degustar a razón de cinco euros por persona. En su interior se maceran frutos secos mezclados con miel o derivados de la misma. Su sabor no se parece en nada al tabaco tradicional,ya que funcionan a base de emitir vapor de agua.