UGT cifra en 1.129 el déficit de plazas en los hospitales respecto a la plantilla fijada por la Junta
La secretaria general de la Federación de Servicios Públicos (FSP) de UGT, Carmen Amez, cifró hoy en 1.129 el déficit de plazas de personal en los 14 hospitales de la Comunidad respecto a la plantilla orgánica fijada por la Junta. El dato facilitado por el sindicato no incluye los 544 puestos eventuales que serán consolidados entre facultativos, enfermeros, resto de personal sanitario y personal no sanitario, ya que de lo contrario las plazas sin cubrir sobre las inicialmente previstas llegarían a las 1.673.
Según estos datos que, según dijo Amez, se constata que a lo largo de los últimos cuatro años se ha procedido a “un continuo desmantelamiento de los servicios públicos y de recortes de plantillas”. En su opinión, al igual que ocurre en otras comunidades, se trata de una situación “especialmente grave al tratarse de la salud de todos los ciudadanos de Castilla y León”.
“Existe un abandono claro del sistema público de salud y de los profesionales del sector, que cada vez se ven más desasistidos”, argumentó Amez. Al respecto señaló que “no existe consenso” en las negociaciones con los representantes de los trabajadores “y se mina una actividad que a la postre está derivando en un peor servicio al no gestionarse correctamente los recursos humanos ni ser suficientes, lo que genera dificultades en la atención diaria a los pacientes y enfermos”.
Por ello, Amez puso de manifiesto que el déficit en las plantillas hospitalarias, con una menor contratación y peores salarios, supone que “hayan aumentado considerablemente las listas de espera, y mientras en los países europeos descienden los españoles deben esperar tres veces más para ser atendidos”. Asimismo, señaló que en Castilla y León la media es de 5,2 enfermeros por cada 1.000 habitantes mientras que el resto de países europeos es de 8,8 enfermeros.
“Está claro que los números no cuadran y no se cubren todas las plazas de personal sanitario presupuestadas o, si se hace, es con contratos eventuales o de acumulación de tareas”, sostuvo la dirigente sindical. Igualmente se refirió al hecho de que los déficits acumulados de plantilla se deben a que “no se contrata ni hay sustituciones por jubilaciones, bajas laborales y permisos pendientes de disfrutar”.
Ante esta situación, expuso que “se necesitan buenos gestores de recursos humanos y en la Consejería no los hay” y apeló a la necesidad de un estudio que permita planificar unos servicios sanitarios “adecuados a lo que los usuarios precisan”, al considerar que “no es lógico” que se llegue a esperar 14 horas en los servicios de urgencia hospitalaria. “Todo debe ser mucho más ágil y las listas de espera deben reducirse considerablemente”, aseveró.
Falta de consenso
Para Carmen Amez, el problema radica en que la Consejería “no se sienta a hablar de lo que realmente está ocurriendo en la sanidad pública de Castilla y León y ver por qué no hay consenso con las organizaciones sindicales”. Tal y como señaló, los problemas que sufren los usuarios se producen a consecuencia de que “importa un bledo la actividad de la sanidad pública y lo que prima más es mercantilizarla”, lo que conduce a los problemas de atención que se producen “en una Comunidad muy dispersa con una población envejecida cuya esperanza media de vida es de 82,5 años”.
En este sentido, la secretaria general de FSP-UGT acusó a la Junta de querer “dividir y desmantelar a la sanidad pública para dársela a los grandes mercados”, al tiempo que consideró que desde la Consejería de Sanidad existe “una clara dejación en la gestión de plantillas” y una “acusada falta de transparencia”, que deriva en el hecho que no se sepa realmente “los recursos humanos sanitarios disponibles y si se contrata o se consolida a eventuales”. A su vez, Carmen Amez apuntó que los sindicatos llevan meses sin suerte reclamando una negociación para planificar cómo se disfrutan vacaciones y licencias de personal sanitario.
Finalmente, la dirigente sindical manifestó que en la sanidad pública existe actualmente “sufrimiento y sobrecarga de trabajo” entre el personal al no cubrirse todas las necesidades de plantilla con efectivos reales. “Hay engaño y desfachatez por que la población ve que existen este tipo de carencias y que no se atiende como debiera a enfermos con patologías graves. Deberíamos tener un consenso que no existe actualmente para dar un soporte sanitario adecuado a quien realmente lo necesita”, concluyó.
