'Turismofobia', un fenómeno ajeno a León
En las últimas semana ha explotado el fenómeno llamado 'turismofobia', un rechazo a cierto tipo de turismo que ha abierto un importante debate social y político sobre el modelo turístico. La excesiva afluencia turística es una fuente de indignación entre los españoles que viven en las ciudades con mayor número de visitantes, sobre todo aquella centradas en la fiesta y playa. Sitios como Barcelona o las Islas Baleares, que sufren la masiva llegada de jóvenes turistas durante todo el año, están viendo como la 'turismofobia' crece, rechazado los vecinos el turismo masificado.
La masificación de turistas en los últimos años, acompañado de incesantes muestras de incivismos y destrozos en la ciudad han generado que los ciudadanos pasen de abrazar a cada uno de los turistas que se acercaban hasta el país al punto de no querer a más turistas en la ciudad.
A pesar de que estas zonas el turismo es una de las principales fuentes de ingreso en estas ciudades, la masificación también está provoca problemas en el ámbito económico de las ciudades. El principal problema están siendo las incesantes subidas en los precios de alquiler y compra de las viviendas, las cuales están afectando mayormente a los vecinos de la localidad los cuales empiezan a tener problemas a la hora de pagar dichos precios y han llegado incluso a abandonar estas zonas.
Según el INE la ciudad de León ocupó en 2016 el puesto 37 en los sitios más visitados del país, teniendo en cuenta que este listado está copado en su mayoría por lugares de costa como Marbella o Salou. Eliminando este factor se encuentra entre los lugares de interior más turísticos de todo España, aunque informes recientes cuestionan su competitividad como punto turístico.
La situación en la ciudad de León no es comparable al fenómeno que viven lugares como Barcelona o las islas, aunque en los últimos años la creciente presencia de despedidas de soltero en la capital han generado cierto malestar hacia este turismo. Algunas críticas políticas hablan de 'turismo de garrafón' y piden un cambio en las políticas de promoción. No obstante la falta de grandes centros de fiesta y reclamos de turismo de borrachera, comparables a otras ciudades, no han evitado cierto malestar vecinal.
La atracción que posee tanto la capital como la provincia leonesa, cuyo principal fortuna turística es de índole histórico-cultural y de patrimonio, atrae a muchos turistas pero alejado de masificaciones que impide la vida diaria de los ciudadanos.
Con la intención de conocer la opinión de los ciudadanos y turistas en la ciudad de León, hemos salido a la calle para preguntar sobre el turismo nacional, el leonés y la existencia de la llamada 'turismofobia.'
La opinión del turista
El fenómeno de la 'turismofobia', para los que estos días se han convertido en turistas por León, no es más que un leve malestar causado por el tipo de turismo que está llegando a nuestro país, “hay centros de mucho turismo donde la gente empieza a sentirse incómoda, tampoco creo que sea un fenómeno generalizado” asegura Vidal, bilbaíno de 35 años afincado en Madrid. Además la existencia de este fenómeno es para Luis, madrileño de 53 años, un sinsentido “creo que es un error, y es un poco de ignorancia. El turismo es una forma de unir culturas y unir a personas de diferentes sitios que enriquece a los dos; al turista, a la ciudad y al país”.
A pesar de ello sí que existen opiniones enfrentadas a este turismo, sobre todo precedentes de las poblaciones donde más están afectando estas 'avalanchas' de turismo. Pedro, de 66 años, vive en Barcelona y se encuentra en la capital leonesa de paso y nada más preguntar se nota ese distanciamiento frente al turismo que viene debido a una razón bien clara “esto está haciendo polvo a nuestro país, llegará una persona, una familia y cuando vea las islas no vendrá de vacaciones”.
Un fenómeno que ven complicado que llegue a León debido a esa inexistente masificación, “León es bueno porque no hay tantas personas, es como una aldea” explica los jóvenes Bienve, un madrileño de ascendencia asiática, o Brooks, llegado desde Estados Unidos a la ciudad, “me encanta, aquí el turismo es mucho más tranquilo y relajado.”
Gracias a las características de León, como del tipo de turismo que se asoma hasta la provincia, se conjuga una unión perfecta que para Vidal, no sería entendible la una sin la otra, “el turismo es muy respetuoso con la ciudad, un turismo muy preparado para recibir la ciudad, un turismo muy tranquilo, un turismo muy agradable y que yo no entendería León sin el turismo que está viniendo”.
Ese turismo del que nos habla Vidal, lo explica a la perfección Luis y su hijo Alejandro, madrileños de 53 y 23 años respectivamente, que opinan ser “muy cultural, un turismo más familiar, más de montaña, y bueno no hay más que ver... la gente no lleva bañador, y yo creo que es un turismo de calidad.” Hacen especial mención a la ciudad que disfruta de sus rincones tanto fuera como dentro de ella, “sabes la vida que da cuando vienes de San Marcos y ves esos jardines, ese colorido y la fuente con el agua... el agua es vida, y una ciudad con tanta agua, tanto verde, tantas flores, eso es bonito.” Y sentencia el barcelonés Pedro con un “Castilla y León es la leche”
Los vecinos también opinan
En cuanto a los leoneses, hay algunos que denuncian la idea de 'turismofobia' y se refieren al turismo como un importante generador de empleo e ingresos para el país. Otros tienen en cuenta los efectos negativos del turismo masivo en algunos sitios, y notan que la gente y las ciudades tienen que hacer un compromiso para mantener esta fuente económica. Cesar, 40 años, opina sobre la turismofobia, “me parece mal, que la gente se comporte así... es verdad que algunos sitios está masificado, pero los ciudadanos tienen que hablar con las instituciones y decirles 'Queremos que se cambie el modelo' y estás con los comercios. Pero dando mala imagen del país no se arregla nada”.
Rocío, una zamorada de 19 años afincada en León, tiene otra idea completamente contraria. Básicamente dice que el concepto de 'turismofobia' es algo fabricado para desviar la atención y publicidad de otros asuntos de las noticias, “es absurdo, entiendo que haya miedo hacia ciertos turistas o muchos turistas porque piensen que vienen a nuestro país o gente del propio país que van a otro sitio y sirve este movimiento para desviar otros temas.”
A pesar de estos sentimientos, hay gente que desaprueba a las masas de turistas que afectan las rutinas diarias de los españoles. Juan Jose, 42 años, menciona que “todo es muy relativo, hay una parte que hay que erradicar como es el turismo barato, el turismo de borrachera y por otra parte una parte del PIB viene del turismo.” Simplemente, el turismo puede servir para mejorar al país y dañarlo al mismo tiempo, asegura Patricia, de 26 años, que nota algo muy parecido “hay zonas con un turismo que dan guerra y hay un cierto alarmismo, por desgracia en este país vive del sector servicios, del turismo, la hostelería...”
El turismo en León visto por los leoneses
Estas opiniones mixtas de los leoneses siguen cuando hablan sobre el turismo en la ciudad. Por lo general, se puede decir que León nunca está lleno de extranjeros como Barcelona o Sevilla, y que no hay muchas personas que vienen aquí “para la farra” o para divertirse de “maneras tontas”. Según César, 40 años, el turismo de despedidas de solteros no es un problema muy agravado “por la zona donde vivo suele alojarse el turismo de despedidas de soltero y de este estilo, que pueden ser los que más ruido meten, y en principio no hay ningún problema con ellos.”
Otros leoneses, como Julio (63 años), no están de acuerdo y dicen que la ciudad tiene que arreglar su modelo diversificando el turismo y no centrándose en puntos poco probados “...el problema que tiene es que está mal dirigido, no hay que centrarse en 'griales'. El ayuntamiento o quien sea debería desviar los intereses a otros puntos.”. Aún así existen puntos de divergencia en cuanto a la afluencia en la ciudad “a veces es masificado, es una ciudad muy bonita con muchas cosas que visitar pero que a veces no saben cómo controlarlo”.
Si es verdad que el 'nuevo' turismo está creando problemas entre los ciudadanos de lugares como Barcelona o Mallorca, el fenómeno alarmista de la 'turismofobia' no es más que un malestar generado con cierto raciocinio. A pesar de la creciente llegada de turistas a la provincia leonesa, tanto el tipo como la diversidad de puntos turísticos que posee, hacen que se encuentre muy alejado de fomentarse este germen en León. Chris Keller, nuestro redactor estadounidense, comparte visiones como turista, “es importante hacer el esfuerzo de respetar a la gente local y adaptarse a las costumbres de la región visitada. Prefiero visitar una ciudad o un sitio turístico sin mostrar claramente que soy del extranjero; es mucho mejor ser educado y callado en otra tierra. Creo que muchos otros turistas no comparten este sentido, y por eso los vecinos se enojan con la cantidad de personas molestandolos cada día”.