“Tres años sin justicia”
En un vagón en la plaza del Grupo Tabliza, donde se encuadra el fatídico pozo Emilio del Valle, figuran una poesía colocada en memoria de los seis mineros fallecidos un 28 de octubre de 2013 en las entrañas de la mina en trágico accidente todavía bajo investigación judicial. La placa, puesta un año después de la tragedia, luce una poesía de recuerdo “en memoria de los compañeros fallecidos en la mina”. De Carlos Pérez, Manuel Moure, Antonio Blanco, Orlando González, Roberto Álvarez y José Luis Arias y de todos los que se han dejado el último aliento extrayendo el negro mineral.
Que no falte en mi andadura
Ni tu amor ni tu bondad
Ni la luz en mi negrura
Ni mi fe en el más allá
Ni el apoyo de tu brazo
Ni en mi muerte tu regazo
Este viernes, como durante los últimos tres años, los mineros fallecidos han recibido un sentido homenaje de compañeros de trabajo, de familiares y de vecinos de la comarca minera de Ciñera-Gordón. Y con un sentir generalizado, “tres años sin justicia” como explicaban familiares de las víctimas mineras.
El acto comenzó con una reivindación precisamente de que se haga justicia, que culmine el proceso judicial que explique las causas del accidente y verifique si hubo deficiencias de seguridad que costaron la vida a seis personas y juzgue a sus responsables en tal caso.
Seis minutos de silencio siguieron a la declaración de las familias con un homenaje en el que sobresalían las rosas que simbolizaban a los que faltaban, a quienes más de doscientas personas acudieron a recordar para que su tragedia no quede en el olvido, “y sin justicia”.
Además del recuerdo de los fallecidos, la actual situación de la minería fueron motivo de debate y corrillo entre los asistentes al simbólico acto que este mediodía se ha vivido en las instalaciones de la Hullera Vasco-Leonesa.
El recuerdo de seis vidas que se quedaron sin aliento
El accidente del pozo Emilio del Valle conmocionó a la localidad berciana de Las Ventas de Albares. De allí era Carlos Pérez, que estaba casado y tenía dos hijos de 16 y 13 años. Aunque vivía en León, prácticamente todos los fines de semana se acercaba al pueblo con su familia para visitar a sus padres.
Manuel Moure era natural de Ciñera de Gordón, donde era muy conocido. De familia minera, tenía 39 años y acababa de ser padre de una niña hacía escasas semanas. Su padre ha recordado la tragedia y la situación minera en el programa 'El Intermedio' hace unas semanas.
De Robles de la Valcueva (Matallana del Torío) era Antonio Blanco, de 42 años. Casado y con una niña vivía en León pero casi a diario subía a su pueblo. Le quedaba muy poco para prejubilarse y poder disfrutar a tiempo completo de su mujer y su hija. De joven, empezó a trabajar ayudando a su padre que era pintos, pero pronto dejó la brocha y empezó a trabajar en la mina, como su hermano, que también trabajó en la Hullera Vasco Leonesa.
La consternación también llegó a la localidad de Fontanos, del municipio de Garrafes del Torío. De allí era Roberto Álvarezque, con sólo 35 años, era el más joven de los fallecidos. Roberto dejó dos hijos pequeños, una niña de dos años y un bebé de meses en el momento del fatal accidente.
La muerte de Orlando González también tiñó de luto La Pola de Gordón, donde vivía con su madre aunque él y su familia son del pequeño pueblo de Paradilla. Tiene un hermano que vive en Geras, estaba soltero y llevaba entre doce y trece años trabajando en la minería.
El único de los fallecidos del accidente del Pozo Emilio del Valle que no era de la provincia de León fue José Luis Arias, un asturiano casado y con dos hijos que era natural del concejo de Pola de Lena y que se había trasladado para poder seguir trabajando en la minería.