Todo a punto para el nuevo estreno del Mayal

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C. Lozano Gallego

La compañía de teatro universitario El Mayal estrena esta noche, en el Ateneo Cultural El Albéitar, su último montaje teatral titulado 'La Patada', del autor alemán Andrés Veiel. iLeón.com ha hablado con tres de sus integrantes.

Andrea Soto, estudiante de 2º de Grado en Educación Primaria, es una de las jóvenes y de las más recientes incorporaciones al grupo de teatro El Mayal. Anteriormente la pudimos ver participando con la compañía Trejoviana Teatro “saxo en mano”, pero ahora actuará no como músico sino como actriz.

Uno no sabe lo realmente gratificante y lo mucho que te llena el teatro hasta que lo pruebas

“Hace un año que me incorporé al grupo de teatro de la universidad. Buscaba algo nuevo, otros ambientes” declara Andrea, que reconoce que “uno siempre está dubitativo en los inicios, no sabía muy bien qué me iba a encontrar, pero hoy puedo decir que estar y formar parte de este elenco es una de las cosas de las que no me voy a olvidar fácilmente”.

Los 'duros' ensayos semanales se convierten en “adictivos”, sobre todo “cuando te das cuenta que estás impaciente mirando el reloj esperando a que llegue la hora del ensayo”. Así, la actriz insiste en “la vía de escape a la realidad”. “Es como si me metiese en una especie de burbuja en la que dejo fuera todo lo que haya pasado durante el día”, afirma.

El grupo de teatro universitario El Mayal se compone fundamentalmente de estudiantes de la ULE, por lo que la formación siempre está abierta a nuevas incorporaciones. “Animaría sin dudarlo a otros estudiantes para que vinieran con nosotros; uno no sabe lo realmente gratificante y lo mucho que te llena el teatro hasta que lo pruebas”.

¿Por qué 'La Patada'?

Pese a sus 20 años recién cumplidos, Andrea Soto se siente plenamente integrada en un elenco en el que hay gente de más de 60 años. “Es cierto que soy de las más jóvenes, pero puedo afirmar que no hay diferencias de edad, que es una cuestión de ganas, de actitud”. “Somos como una gran familia, muchas horas juntos, en los que se crean instantes en los que llegas a conectar con alguien sólo con un gesto o una mirada. Eso sí que es realmente increíble, y una de las cosas que hacen que llegue a llenarte tanto dedicar ratos de tu tiempo a esto”.

Hace aproximadamente un año se proyectó en El Albéitar un largometraje del alemán Andrés Veiel, donde únicamente dos actores interpretaron los testimonios y testificaciones de conocidos e implicados en el asesinato de un joven alemán de 16 años a manos de sus amigos Marco y Marcel Schönfeld.

Un personaje con el que convives un tiempo al final acaba teniendo mucho de uno mismo, y viceversa, se acaba quedando contigo para siempre

“Esto nos llamó la atención, no sólo por el impacto de lo que ahí se estaba contando sino por el nivel interpretativo de los actores, que con mínimos gestos conseguían crear todo un personaje”, afirma Emma Delgado. “Luego fue Javi (Javier R. de la Varga, director de la compañía) quien se puso manos a la obra para empezar a plantear lo que ahora tenemos entre manos”, añade.

Emma reconoce que “tenemos que pararnos un momento a observar la realidad que nos rodea, porque hacemos un teatro cargado de crítica social en medio de una sociedad en la que cada vez más nos cuesta ponernos en el lugar del otro y en donde todos los días tenemos violencia, miserias e incomprensión... No debemos olvidar que estamos hablando de un hecho real, que sucedió en Alemania en el año 2002”.

'La Patada' llega después del éxito de 'Máquina Hamlet, su estreno anterior

Durante el curso académico 2011/2012 El Mayal se embarcó en el proyecto de 'Máquina Hamlet', una obra que fue representada tanto en el Teatro El Albéitar como en el Auditorio Ciudad de León, llenando los escenarios y consiguiendo una muy buena aceptación por parte de la crítica.

Raquel de la Varga, estudiante de 5º curso de Filología Hispánica y parte del elenco de 'Máquina Hamlet', primer montaje de El Mayal en 2011, cuenta que “la representación pública de una obra es solamente la punta del iceberg. Evidentemente un montaje lleva tiempo, pero es imposible llevarlo a cabo sin una formación anterior”. Raquel contará para 'La Patada' con la experiencia adquirida el curso pasado, pues se familiarizó “con un lenguaje teatral que no conocía y que fue maravilloso”. Sin embargo, reconoce que 'La Patada' ha sido como volver a empezar de cero porque es completamente diferente: monólogos de varios minutos que, aunque exijan un trabajo físico y de voz, son básicamente un trabajo con emociones“.

La actriz afirma que las experiencias en El Mayal, aunque gratificantes, no siempre han de ser un camino de rosas. “Es una sensación muy rara de repente apropiarte del nombre, apellidos y vida no de un personaje, sino de una persona que vive. Porque un personaje con el que convives un tiempo al final acaba teniendo mucho de uno mismo, y viceversa, se acaba quedando contigo para siempre”. Valga como ejemplo el papel de madre que representa Raquel en la obra, un papel que “cuando Javier me dijo que ese era mi texto creí firmemente que no sería capaz de hacerlo, pues estamos hablando de una señora cuyos hijos han matado a alguien. Cómo hablar con credibilidad sobre un escenario, hablar de tu hijo, un hijo ficticio cuyas palabras reproduces y te refieres a ti misma como 'mamá' mientras 200 personas te miran fíjamente... inenarrable.”

¿Y por qué no teatro clásico?

Raquel de la Varga se muestra tajante. “No lo hacemos precisamente porque somos un grupo universitario. Para eso ya están los grupos amateurs o el Centro Dramático Nacional”. Además, “en la universidad es donde siempre debería estar el pensamiento crítico de partida, la innovación, y ya que no tenemos la presión económica que tiene una compañía profesional que no se la puede jugar, nosotros creemos en la investigación de diferentes lenguajes”. Y es que, “viendo lo que vemos en los telediarios, ¿se puede o se debe ser neutral en algo hoy en día?”, se pregunta.

¿Cómo acudir como espectador a 'La Patada'?

Raquel aporta algunos consejos para todo aquel que se anime a asistir al estreno de la obra. “Si un espectador va con la idea de entretenerse y evadirse sin un compromiso consigo mismo, de reflexionar sobre lo que va a ver, está claro que es mejor que no vaya”.

Sin embargo, a Raquel no le queda “ninguna duda de que va a gustar, de que la gente se va a emocionar y un sentimiento de autocrítica y reflexión va a ser generalizado”. De hecho, ya en el montaje de La Máquina “la gente no sabía si aplaudir, o aplaudían poco, buena señal en el fondo, porque en el apagón final te vienen todas las palabras de golpe y son como una violenta bofetada para tu conciencia como individuo que vive en una familia, en una sociedad”.

“Cuando se apaguen las luces y llegue el saludo final será un momento inolvidable tras el que llegará el vacío, y después a quedarse con todo lo vivido y aprendido, pero por ahora nervios, emoción incontrolable y por supuesto, plegarias a las musas para que nos congracien con su vehemencia”, concluye Raquel.

Lugar: Teatro El Albéitar.

Fechas: 12 de abril (20:30 horas) y 14 de abril (20:30 horas).

Entradas: invitaciones a partir de media hora antes de cada función en la taquilla del Teatro.

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