Sacyl garantizará la seguridad jurídica de las muestras de sangre en accidentes de tráfico, peticiones judiciales y de particulares

Miriam Chacón / ICAL

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La Consejería de Sanidad acaba de estrenar un protocolo para garantizar la seguridad jurídica de las extracciones de sangre por consumo de alcohol y otras drogas que se utilizará en el caso de accidentes de tráfico con víctimas, cuando haya una petición judicial y en el caso de que un particular solicite una prueba de contraste. Este nuevo procedimiento, que cuenta con el apoyo de la Dirección General de Tráfico (DGT), corregirá deficiencias en la trazabilidad de las muestras con interés toxicológico por consumo de drogas, y se presentará como “buen modelo” al resto de autonomías para avanzar no sólo en la detección, sino en la prevención de accidentes vinculados a estas sustancias.

Así lo explicaron hoy el consejero de Sanidad y el subdirector adjunto de Investigación e Intervención de la DGT, Antonio María Sáez Aguado y Juan Carlos González, en la presentación de esta técnica que comenzará a utilizarse en Valladolid y que de manera paulatina se extenderá al resto de provincias de Castilla y León. Aunque no hay cifras cerradas, la previsión es que pueda llegar a todo el territorio a lo largo del año.

El protocolo trata superar deficiencias que incumplían los requerimientos que exige la ley para los análisis toxicológicos con interés judicial, como la realización tardía de la extracción y su manipulación; tampoco se obtenían las muestras más idóneas y la custodia y trazabilidad de las muestras no siempre estaban garantizadas ni se procesaban por las técnicas de referencia. A partir de ahora, se fija un proceso seguro y trazable en la extracción, custodia y análisis con interés toxicológico y legal.

Para ello, se ha recurrido al asesoramiento de experto de la Dirección General de Tráfico, la Guardia Civil, la Policía Municipal, jueces, fiscales, forenses y expertos en análisis de drogas y alcohol del Instituto Nacional de Toxicología, precisó Sáez Aguado, quien incidió en que se da un paso para fijar garantías de derecho y un procedimiento más riguroso cuando puede haber repercusiones médico legales.

Procedimiento

Así, a partir de ahora, cuando el análisis lo solicita la persona a la que se le ha hecho un control por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el médico rellena un formulario y la enfermera extrae la muestra; el formulario también lo firma la enfermera y el policía o guardia civil que le ha acompañado, así como el particular. Esa muestra la lleva la persona de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la remite al laboratorio concertado, que analiza la muestra con la técnica de referencia.

En caso de realizarse un análisis por un accidente de tráfico, se solicita la extracción y se guarda en una nevera con custodia hasta que llegue la orden judicial con la autorización para en análisis; posteriormente, se envía a un laboratorio homologado para hacer las técnicas de referencia.

Paradigma

El consumo de alcohol y drogas tiene una clara incidencia sobre la seguridad vial y aún está muy presente en los accidentes de tráfico graves. Pese a que el número de conductores que conduce bajo los efectos del alcohol ha descendido de forma muy notable desde el año 2000 –se ha pasado de un 12,8 por ciento de conductores que aseguraba haber cogido su vehículo después de haber consumido alcohol a un 4,2 por ciento-, el problema sigue existiendo y sus consecuencias pueden ser muy negativas.

“Este es un protocolo que ejemplifica la colaboración efectiva entre la administración sanitaria, judicial y de tráfico para aportar un grano de arena en el control de un problema de salud y seguridad”, defendió el responsable de la DGT, quien anunció que lo presentará en el resto de autonomías “como ejemplo de buen protocolo” para poner freno a un problema en el que debe estar unidas todas las administraciones e instituciones.

Aunque no pudo ofrecer datos autonómicos, sí explicó que un 12 por ciento de los conductores en España cogen el coche tras haber consumido alcohol, otras drogas o algún medicamento de forma inadecuada. También explicó que en los seis millones de pruebas por consumo de alcohol, el dos por ciento, son positivas 120.000, y en el uno por ciento de estos casos, 1.200, los afectados piden una prueba de contraste. En las pruebas por consumo de drogas, 300.000, un 0,5 por ciento, es decir, 150, acaban en contraste.

Otras acciones

El consejero concluyó que desde su departamento se han llevado a cabo otras iniciativas para potenciar el papel de los profesionales de la salud en la detección e intervención precoz para prevenir el consumo de drogas y sus consecuencias, con una intensa colaboración entre la Consejería de Sanidad y el Comisionado autonómico para la Droga.

Asimismo, se ha constituido un grupo de trabajo con profesionales de Sacyl, el Comisionado Autonómico para la Droga, Ayuntamiento y Diputación Valladolid y la Fundación Aldaba Proyecto Hombre, llamado Ícaro, para reducir los patrones habituales e intensos de consumo de alcohol en jóvenes menores de 21 años, especialmente en menores de edad. Fue promovido por el equipo de psiquiatría infanto-juvenil del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid.

Sacyl tiene programas y consultas específicas para ayudar a las personas con problemas de alcohol y drogodependencias y colabora en distintos proyectos con otras instituciones sin ánimo de lucro como Cruz Roja y ACLAD.

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