La reválida que tendrán que pasar los alumnos de Primaria a examen
Los alumnos españoles tendrán que pasar una reválida cuando terminen sexto. Se trata de un examen final de Primaria, una prueba a la que los estudiantes deberán presentarse antes de comenzar la Enseñanza Secundaria. La evaluación será externa y no tendrá efectos académicos, ya que no condicionará el paso de curso. Con la medida, el Gobierno pretende diagnosticar dificultades de aprendizaje y facilitar la transición entre las dos etapas educativas.
El Real Decreto, aprobado por el Ejecutivo de Rajoy y recogido por el sindicato Fete-UGT Asturias en su página web ya está en vigor, por lo que está previsto que 481.375 alumnos que cursan actualmente sexto curso de Educación Primaria en casi 14.000 centros docentes, tanto los de financiación pública (públicos y concertados) como los privados, se presenten a la prueba. Las principales características de esta reválida son:
- Las evaluaciones se realizarán al finalizar sexto, justo antes de dar el salto a Secundaria.
- El resultado de la prueba no condicionará el paso de curso.
- Las evaluaciones serán individualizadas y censales. Esto significa que tendrán que realizarlas todos los alumnos de todos los centros docentes del Sistema Educativo Español.
- Se tratará de pruebas externas. La aplicación y corrección de las mismas corresponderá a profesorado funcionario ajeno a los respectivos centros docentes.
- Los alumnos que presenten necesidades específicas de apoyo educativo realizarán pruebas adaptadas a sus necesidades.
- Las pruebas se agruparán en tres ámbitos: competencia en comunicación lingüística, competencia matemática, y competencias básicas en ciencia y tecnología.
Los presupuestos del Ministerio de Educación para 2016 incluyen una partida de casi 1,5 millones para financiar la realización de estos exámenes. El establecimiento de evaluaciones constituye, según recoge el Boletín Oficial del Estado (BOE), una las principales novedades de la reforma educativa de la LOMCE para la mejora de la calidad educativa.
El objetivo es que las evaluaciones finales externas aporten información “de extraordinaria utilidad”, según el BOE, a todos los miembros de la comunidad educativa. El texto señala que la prueba aportará información sobre las metas y objetivos comunes de las etapas educativas y sobre el progreso de los alumnos en el sistema educativo. También permitirá “la detección temprana de dificultades de aprendizaje”, señala.
La medida servirá para implantar en España un sistema similar al de la mayor parte de estados de la OCDE y de la Unión Europea. Países como Finlandia, Noruega, Alemania, Reino Unido o Países Bajos tienen pruebas parecidas a las que tendrá España.
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