La renta agraria registró en 2014 su valor más bajo del último lustro con un desplome del 18,6% respecto a 2013

Ical

La renta de los agricultores y ganaderos de Castilla y León se situó en 2014 en los 2.223,33 millones de euros, su cifra más baja del último lustro, que representa un desplome del 18,6 por ciento respecto a los valores contabilizados en 2013; y del once por ciento en relación a 2010. Los datos que facilita el departamento que dirige Silvia Clemente, a través de las Cuentas Económicas de la Agricultura (CEA), reflejan una bajada en más de 500 millones de euros de la renta del sector primario autonómico en 2014 respecto a 2013, como consecuencia principal de la pésima cosecha de cereal que se registró.

Cabe recordar que la Contabilidad Regional del año 2014, cuyos datos se hicieron públicos en marzo, también reflejaban esta contracción del sector agrario, y situaban su retroceso dentro del PIB autonómico en el 2,3 por ciento, cuando un año antes se había registrado un avance del cinco por ciento. La Consejería de Hacienda también justificó entonces esta situación en la caída de la producción agraria frente al “importante ascenso” registrado en 2013, y un aumento de la producción ganadera que contrastó con el descenso del año precedente.

El presidente de Asaja en Castilla y León, Donaciano Dujo, lamentó que la rentabilidad del sector en su conjunto fue “baja” en 2014, lo que tuvo su impacto en la economía de la Comunidad. En este sentido, achacó los resultados a la “mala” cosecha a la que se unió que los cereales “tuvieron precios muy bajos”. “Desgraciadamente, un porcentaje altísimo de la renta agraria llega a través de los cereales de secano, ya que se siembran cada año dos millones de hectáreas, y si la producción es baja y además los precios no acompañan, pues la renta baja”. En cuanto a la ganadería, indicó que el precio se sujetó en algunos sectores, que registraron “precios más dignos”, pero algunos como el vacuno de leche acabaron el año, con desplomes en los qu percibían por sus producciones.

En concreto, las cifras que maneja la Junta reflejan que la producción cerealista se situó en los 1.133,62 millones de euros en 2014, con un descenso del 31,5 por ciento respecto a 2013, o 523 millones de euros menos. Los datos que facilitó la Consejería de Agricultura en su momento reflejaron una cosecha de poco más de 5,1 millones de toneladas, más de diez puntos por debajo de la media recogida en la Comunidad desde 2009; y veinte respecto a la del año anterior. Además, las opas denunciaron en varias ocasiones el descenso de los precios, que también estuvo en la base de este retroceso.

Retroceso generalizado

La producción vegetal en su conjunto se situó en los 2.269,39 millones de euros, siempre según este primer avance recogido por Ical, con una merma del 19,7 por ciento respecto a la del año anterior; y un 8,4 por ciento por debajo de la de 2010. En este sentido, cabe destacar también el descenso en el valor de la producción de la patata, que pasó de 178,35 millones en 2013 a 71,37 en 2014, es de decir, un 59,8 por cientos menos. El montante que aportaron las hortalizas también se redujo un 25,7 por ciento, hasta los 89,86 millones; y el de las plantas industriales (remolacha, tabaco, algodón, girasol y leguminosas), un 7,9 por ciento, con 234,19.

Por el contrario, el valor de la producción de las plantas forrajeras alcanzó los 361,05 millones de euros, con un crecimiento del 3,9 por ciento; y el del vino y el mosto, los 189,67 millones, con un avance del 127,9 por ciento. Asimismo, el sector productor de frutas elevó su facturación un tres por ciento, hasta los 18684 millones de euros.

Por lo que se refiere a la producción animal, se situó el año pasado en 2.701 millones de euros, un 0,9 por ciento más que en 2014; y un 20,2 por ciento por encima de los valores en 2010. El valor de la carne y el ganado ascendió a 1.833,65 millones de euros, con una merma del 2,6 por ciento respecto al año anterior, frente a un aumento del 9,5 por ciento de los productos animales, hasta los 867,95 millones de euros. En el aspecto cárnico, el bovino mermó un 4,7 por ciento, con 564,58 millones de euros; y el equino, el 8,7 por ciento, hasta 6,31. El porcino, por su parte, generó 906,09 millones de euros, con un retroceso del 2,6 por ciento; el mismo que experimentó el ovino y caprino, que generó 154,58 millones de euros de valor en la cadena.

Por lo que se refiere a los productos animales la leche generó en su conjunto 710,35 millones de euros, con un aumento del 14,9 por ciento, con 326,76 millones de euros de la de vaca; 355,17 de la de oveja; y 28,41 de la de cabra. La producción de huevos generó 135,25 millones de euros, con una merma del 12,1 por ciento.

La producción de servicios alcanzó los 97,98 millones de euros y otras producciones, los 264,47, con aumentos del uno y el 1,9 por ciento en cada caso. Así, en conjunto, la producción de la rama agraria alcanzó los 5.333,44 millones de euros, que representan una disminución de 8,98 por ciento.

Del lado de ingresos del sector también estaría el capítulo de otras subvenciones, que ascendió el pasado ejercicio a 963,64 millones de euros, un 0,7 por ciento por encima de las de 2014, pero un 14,4 por ciento por debajo de las que percibían en 2010.

Insumos

Para establecer la renta agraria es preciso restar a las cuantías de ingresos, las de gastos por consumos intermedios e impuestos. El grueso corresponde a los insumos o consumos intermedios, que ascendieron en su conjunto a 3.332,38 millones de euros, un uno por ciento menos que un año antes, motivado esencialmente por el consumo de piensos y de fertilizantes; aunque el sector pagó por los los factores de producción un 15,5 por ciento por encima de los valores de 2010, su caballo de batalla durante los últimos ejercicios.

En concreto los piensos supusieron un desembolso de 1.611,9 millones de euros, con un descenso del 3,3 por ciento respecto al coste del año anterior; y los fertilizantes, de 494,78 millones, un 2,3 por ciento por debajo de lo desembolsado un año antes. Los servicios de intermediación financiera ascendieron a 26,58 millones, con una merma del 6,9 por ciento.

Sin embargo, en energía y lubricante el gasto ascendió a 314,07 millones de euros, un 2,2 por ciento más que en 2013; y en semillas y plantones, a 167,3 millones, un 13,4 por ciento más. El desembolso en productos fitosanitarios permaneció estable en 92,13 millones de euros; y los gastos veterinarios crecieron un 2,4 por ciento, con 91,88 millones. El mantenimiento material alcanzó los 248,19 millones de euros, con un avance del 0,9 por ciento; los servicios agrícolas crecieron un 0,7 por ciento, con 97,49 millones; y el mantenimiento de edificios, un 0,6 por ciento, hasta los 81,6 millones.

Los gastos del sector se completan con otros impuestos, que sumaron el año pasado los 32,37 millones de euros, con un crecimiento del 7,61 por ciento; y un 22,93 por ciento más que los pagos efectuados en 2010 por este mismo concepto.

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