El quinto aniversario del 15M en León reúne a protagonistas del movimiento en un acto festivo y reivindicativo

Como una de las decenas de ecos del movimiento que ocupó la Puerta del Sol de Madrid hace cinco años, la plaza de Botines de la capital leonesa acogió, tres días después su acampaña del 15M, que se prolongó durante varias semanas. Hoy, el mismo escenario acogió la celebración del quinto aniversario de una corriente que bajo el lema 'Dormíamos, despertamos' ha querido dejar constancia de su vigencia.
El encuentro, que se convocó como una cita informativa-festiva incluyó la presencia de varios colectivos sociales y plataformas, con numerosas pancartas reivindicativas con lemas como 'Vamos despacio porque vamos lejos' y muchos de los protagonistas de entonces. María, de 40 años, vivía en 2001 en Barcelona pero regresaba de un congreso en Málaga cuando comentó la acampaña de Sol y se sumó a la movilización. Luego vivió también la de la Plaza de Cataluña en Barcelona y, por último, la de León.
“Lo viví de una forma muy ilusionante porque había miles de personas en Madrid y todos cantábamos a una que basta ya, que queríamos cambios, transparencia... y en Barcelona se formaron distintas asambleas de barrios, iniciativas y plataformas para solucionar los temas que tenemos entre manos”, resume. Después de cinco años, afirma, ha aumentado el número de personas que están “activas”, formando parte de distintos colectivos, tanto en el ámbito estatal como en el local. “Ha habido muchos cambios y vendrán más”, concluye.
Javier, de 32 años, fue uno de los más implicados en la puesta en marcha del 15M en León, que define como “un movimiento social de protesta que unía a todas las personas sin condición, sin ideologías de partidos, sindicatos o cualquier otra cosa establecida y que supuso un antes y un después”. Ahora la situación, dice, es “bastante peor, pero esa fuerza que canalizamos hacia la ocupación de las plazas y el espacio público se ha canalizado hacia una opción de voto, cuando ese no era el principio básico del movimiento”.
Para él, “la lucha tiene que ser en la calle, gobierne quien gobierne. La presión ante las injusticias se debe hacer ocupando la calle, con acción direta no violenta y desobeciencia civil y eso se ha perdido”. En el lado positivo, destaca la multiplicación de iniciativas sociales y colectivos implicados en diversas causas.