El PP eleva de 60.000 a 600.000 el dinero que cuesta la contestada reforma total de la Plaza del Grano

Parte del empedrado tradicional de cantos rodados ya perdido en las fases previas de la Plaza del Grano de León.

C.J. Domínguez

Modificar en su totalidad la tradicional, patrimonial y protegida Plaza del Grano de León tendrá un coste final que sumará prácticamente 600.000 euros. Una cantidad hasta ahora desconocida y no sumada en su totalidad porque faltaba que se adjudicara el proyecto de la tercera y última fase, la que supondrá la reposición total de lo que queda de empedrado de cantos rodados después de haber ejecutado casi 300 metros cuadrados de aceras perimerales, en medio de una agria polémica.

El equipo de Gobierno del PP en el Ayuntamiento de León ha anunciado “para la primera quincena de noviembre” el inicio de la ejecución del proyecto de ejecución de esa Fase III, resolviendo su urgente contratación, por un importe exacto de 285.482 euros, según la única oferta presentada por las empresas Domingo Cueto y Decolesa, las mismas que se hicieron cargo de las fases precedentes. El plazo de adjudicación se ha apurado al máximo, aprobándose en Junta de Gobierno hoy mismo.

La cuantía actual se suma a los casi 300.000 a mayores gastados ya en las fases I y II, para la reforma de las calles Capilla y Mercado a ambos lados de la iglesia del Camino y también las nuevas aceras alrededor de la más auténtica plaza leonesa.

Lo curioso es que en 2014, la cifra anunciada por el Gobierno municipal también del PP para la mejora de la Plaza del Grano ascendía exactamente a 60.000 euros.

Es decir, que la inversión de dinero público para ejecutar el proyecto sin duda con mayor contestación social de la capital leonesa en los últimos años se habría multiplicado por 10 en apenas tres años. Aunque es cierto que el proyecto final ha sido finalmente mucho más ambicioso, en parte por los 197.000 euros de subvención que a toro pasado se consiguieron de manos del 1,5% Cultural del Ministerio de Fomento.

La cifra de los 60.000 euros iniciales no solo fue reiteradamente aireada por el equipo de Gobierno del PP que entonces presidía el alcalde Emilio Gutiérrez, por ejemplo en esta rueda de prensa ofrecida por el entonces portavoz José María López Benito, hoy todavía concejal de Obras. Es que, además, esos trabajos “para mejorar la accesibilidad a la plaza” y mejorar su “característico empedrado” -que se aseguró que no se tocaría más allá del arreglo de las 'calvas'- llegaron a ser adjudicados por esa cuantía diez veces inferior a la actual, curiosamente a las mismas empresas que en 2017 han acometido la obra definitiva: Domingo Cueto y Decolesa.

Aquellos 60.000 euros eran un primer paso de un doble proyecto: uno denominado “Obras de mejora de la movilidad”, exclusivamente para ejecutar parte de las aceras perimetrales ya entonces polémicas y el enmorrillado tradicional de uno de los dos soportales (por importe de 51.028,12 euros); y otro de “Obras de mantenimiento”, para rematar las aceras y la zona de aparcamiento frente al albergue de peregrinos (por otros 52.461.86 euros más). En total, 103.000 euros de los que 60.000 fueron licitadas.

Sin embargo, algo cambió drásticamente en la concepción de la remodelación de la Plaza del Grano. Porque a comienzos del año 2015 aquella adjudicación ya realizada se quedó en nada, y el PP tuvo que resolver el contrato ya formalizado e incluso las empresas devolver parte del dinero que ya habían percibido por ello.

Es más, en esta Junta de Gobierno de octubre de 2015 se tuvo que cumplir con el formalismo de aprobar cuantías exactas de 36.982,67 euros para la Fase I y 28.613,88 euros para la Fase II, sumando en total 65.596,55 euros, porque como se explicó entonces era un “requisito previo a la resolución definitiva de concesión de la subvención por parte del 1,5% Cultural del Ministerio de Fomento”.

Porque esta controvertida obra, que el Ayuntamiento defiende esencialmente por la mejora de la movilidad humana, y cuyos detractores atacan por el destrozo definitivo del último espacio tradicional no ya de España sino uno de los mejores de Europa, cuenta con financiación ministerial, exactamente de 197.000 euros en total. Esa financiación sirvió para que en el proyecto se incluyera la reforma integral de las calles Mercado y Capilla, aledañas a la Plaza del Grano, a ambos lados de la Iglesia del Mercado, que antes no se habían contemplado.

A pesar de su apoyo económico, el Gobierno se ha puesto de perfil en la trifulca aduciendo que se trata de un proyecto de competencia exclusivamente municipal precisamente a causa de que durante años y años nadie ha realizado el obligatorio Plan Especial del Camino de Santiago, que blindaría en mayor medida la hechura tradicional de la Plaza del Grano, y porque además todas las fases cuentan con el parabién de Patrimonio de la Junta. De hecho, como ha desvelado iLeon.com, Fomento no ha pagado aún un euro de la subvención concedida a León para financiar este proyecto, a pesar de haber transcurrido más de dos años.

Ana Franco, concejala de Urbanismo, junto a Antonio Silván, alcalde, en una imagen de archivo. / Carlos S. Campillo / ICAL

Sólo al final de aquel mandato de abrumadora mayoría absoluta del PP fue cuando se asumió que no llegaría a haber una sola obra en este entrañable espacio público del Casco Urbano, que para entonces había amenazado en convertirse en un 'Gamonal' leonés.

Y sólo cuando el PP volvió a ganar las elecciones ese año, con Antonio Silván a la cabeza y Ana Franco como concejala de Urbanismo en sustitución de Belén Martín-Granizo, a pesar de perder de manera clara esa mayoría absoluta, se retomó con firmeza el proyecto. Pero para acabar costando ahora diez veces más, según certifican las cifras sumadas de los tres proyectos diferentes en que se ha dividido la obra.

De paso, los populares dejaron morir desde abril de 2016 un planteamiento en firme presentado por Ecologistas en Acción, y avalado por historiadores, arquitectos y los responsables de la última puesta al día del empedrado, los hermanos Seoane, para acometer el arreglo de los muchos desperfectos que presentaba la plaza a través de una hacendera vecinal que tendría prácticamente un coste cero, apenas los 400 euros del transporte de los materiales. Planteamiento al que Silván y Ana Franco jamás dieron contestación.

Pretendía esta iniciativa vecinal frenar en seco el estado calamitoso de la Plaza del Grano tras 27 años en los que el Consistorio no sólo no ha realizado intervención alguna de mantenimiento, más allá de fijar con cemento algunas 'calvas' y mejorar el entorno de la fuente, sino que ha permitido el paso sistemático de todo tipo de vehículos, incluso pesados, e incluso el aparcamiento temporal, a pesar de la expresa prohibición de Patrimonio de la Junta vigente desde 1993. Por ejemplo, los camiones municipales de basura atravesaban este espacio patrimonial todos los días, como denunció iLeon.com en numerosas ocasiones.

Igual suerte corrió la tramitación de Bien de Interés Cultural (BIC), la máxima figura de protección posible a nivel patrimonial, para esta emblemática plaza, que podría así haberse visto blindada de este tipo de proyectos como el finalmente acometido. El mismo silencio administrativo que hizo que la Junta jamás tramitara esta petición, pese a solicitarse formalmente en 2014 por parte del Consistorio leonés y a que algunos de los muchos informes contradictorios consideraran obligatorio incoar el BIC.

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