Policía y jueza investigaron los 'extraños' movimientos de Raquel Gago la misma noche del asesinato

La Casa de Cultura de Trobajo del Cerecedo fue el escenario de la 'extraña' maniobra de la policía Raquel Gago la misma noche del asesinato de Carrasco.

ileon.com

Es una nueva línea de investigación policial y judicial y afecta a la agente de Policía Municipal de León, Raquel Gago, que permanece en prisión incondicional bajo acusación de tres delitos, incluido el asesinato y atentado a la autoridad, en relación con el asesinato de la presidenta de la Diputación y del PP de León, Isabel Carrasco.

Tanto la Policía Judicial como la jueza que instruye las diligencias de este caso han realizado diversas averiguaciones a raíz de conocer los primeros y llamativos movimientos de la policía leonesa de 41 años en la tarde del lunes 12 de mayo, pocas horas después de los disparos mortales contra Carrasco y por lo tanto justo a continuación de que su amiga Triana, la hija de la autora confesa, depositara en su coche (con o sin su conocimiento) el revolver que acabó con su vida.

Ileon.com ha podido confirmar de manera fehaciente que Raquel Gago acudió entre las 18.00 y las 19.00 horas de esa misma tarde al taller de restauración al que iba todas las tardes de lunes desde hacía más de seis años años. Ese taller tenía lugar en las instalaciones de la Casa de Cultura de Trobajo del Cerecedo, una localidad a unos 3 kilómetros de León que pertenece al mismo municipio de la capital leonesa.

Los testimonios conocidos hasta ahora permiten suponer que cuando Gago se desplazó con su vehículo al taller ya conocía la noticia de que Triana y su madre, Montserrat, habían sido detenidas como presuntas autoras del asesinato que ya conmocionaba a toda la ciudad. Y eso fue así porque un compañero del cuerpo municipal de Policía la había advertido por teléfono de que su amiga, a la que acababa de ver muy cerca de la pasarela del Bernesga donde cayó muerta Carrasco, y su madre habían sido sorprendidas e identificadas en la avenida Gran Vía de San Marcos.

Sin nocturnidad

Pero pese a todo mantuvo su rutina de todos los lunes. Y acudió al taller. Hasta aquí nada extraño. Lo llamativo ocurrió aún unas horas después. La clase había concluido y Raquel se había marchado hacia tiempo cuando antes de las diez de la noche avisó por teléfono a algún responsable de las instalaciones de Trobajo del Cerecedo para pedirle que le abriera el aula donde se celebra el taller de restauración, aula que como es lógico permanecía cerrada aunque la Casa de Cultura permanecía abierta. Esa persona accedió a la petición de Raquel Gago, como es habitual que ocurra con cualquier alumno, y ésta llegó de nuevo con un vehículo y según las mismas y fiables fuentes entró para depositar en el taller un mueble y algunas maderas.

Al menos eso es lo que trascendió tras la investigación sobre esta maniobra. Tanto esa persona que le abrió el aula del taller fuera del horario como ella misma han reconocido que así ocurrió ante la Policía Judicial y por orden de la magistrada del Juzgado de Instrucción número 4 de León.

Posteriormente se ha comprobado que, efectivamente, en la Casa de Cultura de Trobajo del Cerecedo permanece ese material que fue llevado por Raquel Gago fuera del horario habitual en un día tan crucial pero no se ha despejado definitivamente la duda de si tan sólo llevó el mueble y las maderas mencionadas o bien esa segunda visita tuvo que ver con un hipotético traslado del arma de fuego que asesinó a Isabel Carrasco. Arma que ella misma entregó la noche siguiente en la Comisaría de Policía de León, 24 horas después de estos hechos, asegurando en todo momento haberse encontrado por casualidad el martes dentro de una bandolera de Triana al ir a meter una bicicleta en su propio coche.

Se trata de una de las cientos de líneas de investigación de un caso que apura su fase de instrucciones y sobre el que es previsible que no se tardará en levantar el secreto de sumario.

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