Pola de Gordón homenajea al dirigente comunista asturiano Horacio Fernández, maestro antes de la guerra civil
El camino hacia el Pico Fontañán, que albergó una fortificación militar de resistencia antifranquista, es el punto elegido por el Ayuntamiento de Pola de Gordón (León) para colocar el monolito y la placa que desde hoy -en ejecución de una idea surgida hace ya algunos años- rinden homenaje a Horacio Fernández Iguanzo 'El Paisano'.
El que fuera director de las Colonias Escolares de Verano del Orfanato Minero de Asturias en la localidad gordonesa, cuenta así desde ahora con un espacio permanente de recuerdo de su figura, labor y trayectoria por iniciativa del Consistorio. El alcalde, Juan Carlos Lorenzana (IU), recordó en el acto de inauguración del monumento la canción de Víctor Manuel que dice “Hasta las piedras, si hablaran, hablarían bien de Horacio”.
“Queremos que las personas que suban a Fontañán encuentren aquí un motivo de reflexión sobre una persona que luchó en defensa de las libertades y de la igualdad y que perdonó sin llegar a olvidar, que dio lecciones de tolerancia y respeto que se deberían recordar hoy en día”, dijo, sobre histórico dirigente asturiano del Partido Comunista de España y personaje destacado de la clandestinidad y la lucha contra el franquismo, fallecido hace dos décadas.
A ese homenaje no quisieron faltar ni el responsable provincial de la formación, Santiago Ordóñez, ni el líder autonómico, José María González, quien recordó en trabajo de Horacio Fernández en las colonias del orfanato minero, su defensa de los valores republicanos y el papel que tuvo la educación durante la Segunda República, además de incidir en la “necesidad de que se mantengan esos valores en este país”.
También asistió a la cita el coordinador general de Izquierda Unida en Asturias, Manuel González, que agradeció la iniciativa del Ayuntamiento de Pola de Gordón y señaló que “para los asturianos de izquierda, el principal monolito que tenemos de él son sus enseñanzas. Sufrió cárcel y represión y fue capaz de apostar por la reconciliación nacional y ejemplifica el abrazo con aquellos que le habían perseguido y represaliado”. Fue capaz, añadió, “de entender la reconciliación para construir un futuro en democracia y libertad” y siguiendo su ejemplo, concluyó, “debemos seguir luchando para conseguir una sociedad más justa, igualitaria y libre”.
Trayectoria
Maestro de profesión, siguiendo la tradición familiar, Horacio Fernández Inguanzo, ejercía como director de la Colonia Escolar del Orfanato Minero en Pola de Gordón cuando estalló la guerra civil. Apenas 15 días después de la sublevación militar, ingresó en el Partido Comunista de España, en el que militó hasta su muerte. Combatió en el ejército republicano y fue detenido en octubre de 1937, poco después de la toma de Asturias por las tropas franquistas.
Juzgado y condenado a muerte, la pena se le conmutó por 20 años de prisión, de los que cumplió seis antes de reincorporarse a su trayectoria laboral y política. Elegido responsable del comité provincial de Asturias del PCE, en 1945 fue nuevamente detenido y a comienzos de 1954 fue puesto en libertad y volvió a ejercer la enseñanza, en este caso como profesor particular. Su otro trabajo como agente comercial le permitió recorrer Asturias y servir de enlace entre los núcleos de resistencia antifranquista.
El apodado 'El paisano' desarrolló tras la convocatoria de las huelgas mineras de 1958 una intensa actividad clandestina, también desde el extranjero. En 1959 fue elegido miembro del comité central del PCE y cinco años después pasó a formar parte del comité ejecutivo. Volvió a ser detenido en 1969 y estuvo encarcelado hasta el fin de la dictadura de Franco, aunque en los últimos años, debido a su complicado estado de salud, permaneció bajo arresto domiciliario. Tras su puesta en libertad en 1976, reapareció en la vida política y fue consejero de Sanidad en el gobierno pre-autonómico antes de ser elegido diputado nacional.