Podólogos presentan alegaciones al grado de la especialidad que la ULE planea implantar en Ponferrada

Miriam Chacón / ICAL. Imagen de archivo.

El Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos presentó un total de siete alegaciones al grado de la especialidad que la Universidad de León (ULE) pretende implantar en el Campus de Ponferrada a partir del curso que viene. Según el órgano que agrupa a todos los especialistas del territorio nacional, los estudios carecen de podólogos entre el personal académico encargado de impartir las asignaturas y arrancarán “sin una clínica universitaria y sin suficientes lugares donde realizar las prácticas”.

Al respecto, cuatro de las alegaciones tienen que ver con la justificación del grado, dos con el apartado de recursos materiales y servicios y la última, con el apartado de personal académico. En este último asunto, el Consejo se muestra sorprendido de que “apenas se cuente con podólogos para impartir asignaturas específicas” y se recurra a titulados en Enfermería, Fisioterapia o Ciencias de la Salud para ejercer como profesorado cualificado.

Recursos materiales

En cuanto a los recursos materiales, el Consejo criticó que el grado nazca sin una clínica universitaria que los respalde y lamentó la “falta de concreción de la propuesta sobre los plazos de puesta en marcha” de esta infraestructura en la que los alumnos puedan poner en práctica sus conocimientos y que sirva de conexión con el mundo profesional.

En el mismo sentido, los profesionales reprocharon a la ULE que no disponga de suficientes infraestructuras para realizar las prácticas externas. “La propuesta de título solo menciona 21 lugares para realizar las prácticas, en 12 casos residencias de mayores o centros de día donde los servicios podológicos son muy básicos y las otras 9 son varias pequeñas clínicas”, criticaron.

Por último, el Consejo de Podólogos insistió en que “Ponferrada se encuentra en un punto medio de cuatro universidades públicas que imparten Podología y a una distancia que no justifica la implantación del grado”. El Consejo entiende, además, que no hay demanda asistencial ni laboral, y que la única salida para los nuevos titulados será abrir una clínica propia.

En ese sentido, en la actualidad el número de profesionales colegiados en Castilla y León asciende aproximadamente a 274 para una población de casi 2,5 millones de personas, con una proporción de un podólogo por cada 9.000 habitantes. Además, en la provincia de León, el 90 por ciento de los colegiados se opone a la implantación de la titulación, según una consulta realizada por el Colegio de Podólogos de Castilla y León.

Etiquetas
stats