Persecución a 140 km/h y disparos de advertencia para detener a un joven delincuente en León

Una patrulla de policía en plena noche en León capital, archivo.

Un complicado operativo fue necesario esta semana para detener en León a un joven preso de permiso carcelario tras protagonizar una huida en coche por varias calles de la capital y las afueras a velocidades de hasta 140 kilómetros por hora, un accidente sufrido por el vehículo que conducía y la necesidad de disparos de advertencia y al aire para que pusiera fin a su peligroso periplo.

Se trató de un episodio propio de película pero que fue tan real que llamó la atención a numerosos vecinos de los barrios por los que transcurrieron los hechos antes de que se consiguiera detener e identificar a su principal protagonista, un joven, de unos 25 años de edad, que estaba al volante del turismo en el que huyó con peligrosas maniobras junto a otro hombre y dos mujeres igualmente jóvenes.

Según aseguran testigos presenciales, finalmente fue detenido y se comprobó que no sólo estaba requerido por la Guardia Civil por ser protagonista de numerosos robos sino que además en el momento de los hechos estaba disfrutando de un breve permiso carcelario pero tenía obligación de presentarse en fechas próximas en la prisión provincial de Villahierro, en Mansilla de las Mulas, donde cumplía condena por otros delitos previos.

Los mismos testigos aseguran que, por si eso fuera poco, conducía sin el carné de conducir en regla y además en el momento de ser detenido lo hacía bajo los efectos de alguna sustancia. También en el coche en el que huían se localizaron varias armas blancas. Un cúmulo de presuntos delitos.

Los hechos tuvieron lugar en la noche del pasado miércoles. Ya hay personas que se percataron de que la peligrosa persecución comenzó cuando, tras realizar maniobras extrañas el vehículo que las dos jóvenes parejas, una patrulla de la Brigada Especial de la Policía Local comenzó a perseguirles desde casi el puente de Los Leones, en la avenida de Palencia con Guzmán. Una persecución que varios vecinos vieron que se producía a más de 120 kilómetros por hora por concurridas calles como el Paseo de Salamanca, con limitación de 30 km/h.

El detenido y sus acompañantes consiguieron zafarse de la persecución policial, a la que se incorporaron nuevos efectivos, llegando prácticamente a la altura del Centro Comercial Espacio León y tomando desde allí ya un camino paralelo al río Bernesga de la capital leonesa.

Localizado nuevamente después en la carretera de Caboalles, sus maniobras ponían en constante peligro a los numerosos vehículos que circulaban a esa misma hora, próxima al inicio del toque de queda, con adelantamientos peligrosos y velocidades de hasta 140 kilómetros por hora. Ya enfilando en dirección al vecino municipio de Sariegos, en otro camino por el que continuaron la marcha, acabaron colisionando el turismo en una zona de descampado y con muy poca luz.

Algunos vecinos de la zona pudieron observar cómo, sin aparentes heridas, el conductor emprendió por su parte y a pie la huida empuñando un objeto metálico en la mano. Los testigos afirman que al verse acorralado por agentes hizo el ademán de encararse a ellos, produciéndose entonces algunos disparos disuasorios por si iba armado, aunque después se pudo comprobar que el objeto que llevaba era una especie de ganzúa alargada, de la que se deshizo al ver que no tiene escapatoria.

Por su parte, otros agentes dieron el alto también a sus otros tres acompañantes, que también pretendías escapar en dirección hacia Villabalter. En la identificación e indagaciones posteriores fue cuando se pudo comprobar todos los detalles de antecedentes del individuo y los presuntos nuevos delitos de conducir bajo los efectos de sustancias prohibidas y sin el carné al día.

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