Los osos ya han despertado

Imagen de Jesús Arias.

Pasados los fríos, y ya bien entrada la estación de la primavera, los osos que han invernado ya han salido de sus oseras y retoman su actividad. Según los expertos, la hibernación de estos animales depende de factores meteorológicos, y del alimento disponible durante la temporada, pero este año el invierno ha sido largo, y el temporal ha retrasado el despertar de algunos ejemplares, que seguirán saliendo de su letargo durante los meses de abril y mayo, época de celo para las osas que salen del cubil.

Imagen de Jesús Arias.

Cuando los osos hibernan, entran en un estado de dormición que hace descender su ritmo cardiaco desde 40-50 hasta unas 10 pulsaciones por minuto, el ritmo respiratorio baja a la mitad y la temperatura se reduce en 4 ó 5 grados, manteniendo las constantes funcionales gracias a la energía proporcionada por las reservas grasas acumuladas en otoño.

Para hibernar buscan cuevas, o las excavan, en lugares poco accesibles a salvo de las molestias humanas. Es muy importante mantener las zonas de oseras al margen de las actividades del hombre en invierno para evitar interferir en el sueño invernal o en los partos de las osas.

Las osas paren en enero en las oseras, de uno a tres oseznos, que pesan 400 gramos al nacer y estarán alimentándose de la leche materna sin salir al exterior hasta abril o mayo, cuando ya pesan 4 o 5 kilos.

Los osos buscan ahora carroñas de ciervos y rebecos muertos por las nevadas y hierbas tiernas y raíces, y están preparados para el periodo de celo que comenzó en abril y se extenderá todo el mes de mayo.

Imagen de Jesús Arias.
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