Ojos pequeños para una gran labor
Un grupo de niños del municipio de Villaobispo de Otero ha realizado una jornada de anillamiento en la laguna El Villar de la localidad de Zambroncinos del Páramo, donde el Grupo Ibérico de Anillamiento desarrolla este mes la campaña de anillamiento del carricerín cejudo.
La actividad infantil se enmarca dentro de las salidas semanales del programa lúdico municipal 'Conoce tu municipio, Villaobispo de Otero, vive La Cepeda', que ha puesto en marcha este Ayuntamiento por vez primera este año y que ha tenido ya un interesante número de menores dispuestos a conocer la diversidad natural, social y cultural que les rodea.
Los miembros del Grupo Ibérico de Anillamiento, David Miguélez y Carlos Zumalacárregui han instruido a los niños, y a los monitores, en las tareas del anillamiento científico de las especies propias de la zona y durante todo el mes de agosto (fechas centrales del paso migratorio del carricerín cejudo) anillarán con el objetivo de tener más información sobre el paso migratorio de especies ligadas a estos humedales parameses.
El ave más amenazada de Europa
El carricerín cejudo (Acrocephalus paludicola) es el ave de pequeño tamaño más amenazada de Europa, estando considerada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como “globalmente amenazada”.
El hábitat que ocupa, praderas de vegetación palustre de porte bajo inundadas, ha sufrido un fuerte retroceso en nuestro continente, por lo que su área de distribución actual se limita a ocho países de Europa del Este. El 90% de su población mundial se concentra en la actualidad en tan solo tres países: Bielorrusia, Polonia y Ucrania. Este ave es un migrante transahariano, aunque sus zonas de invernada en el continente africano son prácticamente desconocidas, con solo algunos pocos avistamientos en Senegal o Malí.
Durante su migración estivo-otoñal, el carricerín cejudo debe por lo tanto atravesar la totalidad de Europa, utilizando los humedales de la provincia de León, que presentan un hábitat similar al requerido durante la nidificación.
Dadas estas peculiares características, los pequeños de Villaobispo de Otero han tenido el privilegio de asistir a su localización e identificación, lo que unido a las explicaciones de los biólogos del Grupo Ibérico de Anillamiento se ha convertido en una actividad de excepcional valor dentro del programa pionero iniciado este año por el Ayuntamiento, con un considerable éxito de participación.