El nuevo plan de atención a la diversidad fomentará la inclusión en las aulas alumnos con necesidades especiales
El nuevo plan de atención a la diversidad fomentará la inclusión de los alumnos con necesidades especiales en las aulas ordinarias para pasar “de la integración” a la verdadera “inclusión”, tal y como señaló la directora general de Innovación Educativa y Formación del Profesorado de la Junta de Castilla y León, Pilar González, quien avanzó que el documento del citado plan verá la luz antes de finalizar el año y el propio plan durante el primer trimestre del presente curso, para desarrollarse hasta el 2020.
Según subrayó González, “todos los alumnos pueden aprender juntos”, lo que no significa que en ocasiones tengan que estudiar en la misma clase, sino que existen también horas de refuerzo y apoyo. La idea del plan, que anunció la pasada semana el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, es caminar hacia la inclusión en los centros educativos para que todos los estudiantes tengan las mismas oportunidades.
Este plan hará “especial hincapié” en la lucha contra el abandono escolar temprano y en el fomento de la tasa de titulación porque “ayudando a este colectivo, ayudamos al dato general”, sostuvo la directora general, quien recordó que la tasa de abandono se sitúa en la Comunidad en el entorno del 18 por ciento, cuando Europa recomienda que se alcance el diez por ciento en el año 2020. “Se trata de cambiar un modelo educativo basado en la integración por un modelo de inclusión”, sostuvo Pilar González.
Este objetivo de mejorar los resultados escolares se tratará de conseguir, entre otras medidas, a través de la puesta en marcha de un Centro de Recursos para la Educación Inclusiva que, entre otras funciones, proporcionará material, recursos y formación a los profesores para desarrollar nuevas metodologías que permitan avanzar en la inclusión para obtener mejores resultados escolares.
Tras asegurar que Castilla y León se siente orgullosa de tener un sistema educativo “excelente”, la idea ahora es seguir superando barreras de cara a la inclusión social. El plan, aseveró, se encuentra en fase de elaboración a través del trabajo interno y de participación con los implicados en el documento.
Documento que contendrá unas medidas con un objetivo general: el de “mejorar la respuesta educativa en un marco inclusivo” y que contará con medidas específicas como el desarrollo de la cultura inclusiva en el centro a través de la creación de un sello de calidad que garantizará a los centros que disponen de una política de inclusión “excelente”.
En concreto, explicó que esto se materializará a través de una convocatoria en la que se darán las pautas de lo que es un centro excelente en esta materia, que será una especie de “centro referente” al que todos lo que deseen concurrir a la convocatoria habrán de parecerse a través de un patrón de modelo ideal.
Ese modelo ideal de centro, avanzó, tendrá como características fundamentales, por ejemplo, el que su alumnado esté integrado en las aulas, al margen de otras más obvias como la ausencia de barreras arquitectónicas. También, se trabajará por que no existan barreras de comunicación. En definitiva, añadió, “que todo en el centro esté pensado para que cualquier alumno pueda desarrollar al máximo sus capacidades, aunque se tengan en cuenta sus especifidades”.
Escuela para todos
Todo bajo la premisa, insistió, de que “es una escuela para todos”, que puede tener integrados a todos sus alumnos, aunque tenga un trato personalizado en alguna materia a algunos estudiantes con necesidades especiales, que en Castilla y León representan el dos por ciento del total, unos 8.000 estudiantes.
El plan incluye también la puesta en marcha de aulas experimentales, que estarán situadas en centros ordinarios y en las que pueden estar a tiempo parcial estos alumnos que necesitan en algún aspecto una educación especializada, si bien pertenecerán a un aula general. Esta medida ya se ha puesto en marcha en dos centros de Castilla y León de manera experimental y “poco a poco se irá incrementando”, afirmó Pilar González.
También, se firmará un convenio marco con CERMI para la formación de profesores y atención a las familias, al tiempo que también servirá para elaborar de manera conjunta materiales específicos.
La directora general recordó también que el primer plan marco de Atención a la Diversidad, que se desarrolló entre los años 2004 y 2010, permitió a Castilla y León alcanzar cotas “históricas” de integración y tras él se realizó una evaluación para conocer “errores y virtudes” y ver así los puntos fuertes y débiles del sistema.
Ahora, explicó, es el momento de aplicar todas las normativas y tratados internacionales, al tiempo que dar cumplimiento con la nueva Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) que ha abierto “un abanico” de posibilidades para disponer de un sistema “flexible” de cara a impulsar un modelo inclusivo para que “cada alumno pueda diseñar su propio itinerario educativo”.
Todo ello dirigido a cumplir con las obligaciones de Europa para el año 2020. Y es que España tiene una nota de siete sobre diez en inclusión según los análisis de la Agencia Europea para el desarrollo del alumnado con necesidades específicas, uno de las puntuaciones más altas de Europa pero que ahora tiene que ir más allá.