La nueva sede del Procurador del Común triplica la superficie de la anterior
La nueva sede del Procurador del Común, en León, contará con una superficie útil tres veces mayor de la que dispone actualmente, al pasar de un edificio de 500 metros cuadrados a otro de casi 1.700, lo que mejorará el funcionamiento de esta institución autonómica.
Así lo ha manifestado este viernes la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, durante la visita a la nueva sede del Procurador del Común, situada en un edificio emblemático del centro de la capital leonesa, de estilo neorrenacentista y más de cien años de historia, que ha sido rehabilitado tras una inversión de 3,2 millones de euros.
El edificio, construido en 1902, ya ha albergado otras instituciones relevantes como el Banco de España, la Jefatura Provincial del Movimiento, la Delegación Territorial de Cultura de la Junta y el Museo de León.
Propiedad de la Consejería de Hacienda, el edificio se encontraba en desuso, por lo que “se decidió destinarlo a solucionar las carencias de espacio” que presentaba la actual sede del Procurador del Común, a fin de atender mejor las peticiones de los ciudadanos de Castilla y León, ha concretado la consejera.
Sesenta funcionarios trabajarán en la nueva sede, que cuenta con cinco pisos, con el fin de “mejorar la atención a los ciudadanos de la comunidad”, ha afirmado.
Del Olmo ha detallado que la financiación que finalmente se ha destinado a la rehabilitación del inmueble ha sido “un 21 por ciento menor al presupuesto de licitación”, y las obras “han finalizado cinco meses antes de la fecha contemplada en el contrato de adjudicación”, prevista para agosto.
El inmueble, situado a escasos metros de la catedral de León, se ha rehabilitado respetando tanto la fachada como unas ruinas que se hallaron durante una excavación en el interior y que pertenecen al campamento romano de la ciudad Legio VII Gémina, ha apuntado.
Por su parte, el Procurador del Común, Javier Amoedo, ha confiado en que la que será la sede definitiva de la institución pueda inaugurarse “lo antes posible”, ya que las obras están terminadas y pendientes de últimos retoques.