La mitad de los perros registrados en el municipio de León están sin censar
De los 11.492 perros registrados en León la mitad, 6.664, están sin censar, sin chip, tal y como ha detallado este jueves la concejala responsable de esta área, María José Álvarez Casais, en la presentación de una nueva campaña de toma de conciencia para evitar abandonos de animales, algo que sucede con frecuencia al inicio de las vacaciones de verano.
De hecho desde enero a abril de este año se han abandonado 74 perros de los que 58 volvieron a encontrar un nuevo hogar y se han contabilizado siete bajas. La cifra es inferior a la del año pasado ya que entre las mismas fecha se había contabilizado 101 abandonos de perros.
Las causas del abandono son múltiples, desde camadas inesperadas a cambios de domicilio o vacaciones y en estos últimos meses pese sobre manera los problemas económicos. Las cifras de abandono de gatos es muy inferior y a esta lista se han unido en los últimos meses los hurones.
Por eso el ayuntamiento de León ve imprescindible estas campañas de toma de conciencia, que se extienden a gatos y hurones, y por ello recuerda que es indispensable que se registren con el chip que identifica al propietario del animal.
De los abandonos se encarga la protectora de animales, que cuenta con algo menos de 300 plazas y un presupuesto de 21.00 euros, menos de la mitad de lo que disponía antes, 45.000 euros, un gesto y un esfuerzo que la concejala ha querido reconocer una vez más. La protectora cuenta además con la aportación de los 340 socios que forman parte de la Sociedad.
Rabia
Aunque la rabia se considera desaparecida desde 1978, en los dos últimos años se ha producido algunos brotes, uno en Toledo, y por ello tanto el presidente del Colegio de Veterinarios de León, José Luis Teresa, como la propia concejala han recordado la obligación de la vacuna contra la rabia.
De hecho el presidente de los veterinarios ha hecho un llamamiento para poner orden en la babélica legislación que existe, cada comunidad tiene la propia, y ha abogado por una normativa más unánime, “porque la rabia no sabe de comunidades”.
