Margarita Torres reivindica la importancia de los cronistas oficiales y su trabajo “modélico”

Pie de foto: Peio García / ICAL Presentación del libro de actas del Congreso de Cronistas Oficiales celebrado en León

Elena F. Gordón/Ical

La historiadora y cronista oficial de León en suspenso -mientras ostente el cargo de concejala de la capital-, Margarita Torres, reivindicó este miércoles la figura y el papel de quienes ostentan este cargo honorífico sin cuyo trabajo, dijo, “muchas tradiciones y muchos momentos relevantes del pasado acabarían en el olvido”.

“A los historiadores académicos a veces se nos llena la boca con la Historia en mayúsculas y nos olvidamos de que la Historia la hacen las personas y los acontecimientos más grandes a veces tienen una explicación muy sencilla porque todos los seres humanos actuamos más o menos de la misma manera. No todo se reduce, añadió, a cifras y a estadísticas frías ”como a veces gustamos tanto hacer desde la vida universitaria“.

El trabajo de cronista, subrayó, es “absolutamente necesario, tiene que dar mucho juego y es modélico para todas las generaciones de jóvenes historiadores”. Recibir ese título, a su juicio, es el mayor homenaje que a uno le puede hacer su ciudad. Es un honor, remarcó, que en su caso “durante este periodo de la vida política está un poco en el aire pero volveremos de nuevo a serlo”.

Son manifestaciones que hizo durante la presentación en el Palacio de los Guzmanes de León de las conclusiones del XLIII Congreso de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales y del I Hispano-Mexicano celebrado en la capital y en La Bañeza el pasado año en el que participaron 163 personas y en el que se expusieron 55 comunicaciones.

El Instituto Leonés de Cultura (ILC) edita el volumen que recoge los trabajos presentados en estos encuentros y que fue presentado hoy por el presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo y los máximos responsables de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales, Antonio Galiano y la Asociación de Cronistas de México, Manuel González Rodríguez. El libro se distribuirá en bibliotecas, centros universitarios y otras entidades culturales.

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