Llánaves de la Reina espera, aún, la liberación de la nevadona para este jueves

Imagen del lunes 9 de febrero de la nevadona en España. Imagen de la NASA, autor: Jeff Schmaltz. Haz click a la derecha de la imagen abajo para ampliarla.

ileon.com/ical

Llánaves de la Reina, en el municipio leonés de Boca de Huérgano, muy próximo a Cantabria, es la última población de la provincia que permanece incomunicada por carretera a consecuencia del temporal de nieve, según fuentes oficiales y pese a la negativa de Junta y Diputación a facilitar un número de localidades aisladas, que el ministro de Interior cifró en el Senado en más de un centenar.

El alcalde, Tomás de la Sierra, señaló este miércoles a Ical que “todavía no han abierto. Estaban bajando una máquina de Cantabria y las de León habían llegado a un kilómetro del pueblo”, dijo.

Las previsiones pasan por lograr acabar este jueves con el aislamiento al que se ha visto sometido el pueblo desde hace nueve días debido a la gran cantidad de nieve caída y a las consecuencias de los aludes. “El desfiladero de Llánaves es muy peligroso y muy difícil trabajar allí. Y hay piedras, árboles y de todo”, resumió el regidor, confiado en que en pocas horas la carretera quede al menos parcialmente despejada. Un argayo (desprendimiento) ha contribuído a poner más difícil la liberación de la localidad de la Montaña Oriental.

En Llánaves, situada a cinco kilómetros el puerto de San Glorio, se encuentran estos días cuatro personas: dos matrimonios que han tenido más tiempo del deseado para disfrutar de un paisaje blanco que les ha ocasionado no pocas incomodidades. A los dos día y medio que pasaron sin suministro eléctrico se suma la ausencia de cobertura para la telefonía móvil desde que se inició el aislamiento. La Guardia Civil tuvo que llevar este martes alimentos y medicinas a los vecinos de la localidad, lo hicieron esquíando ante la imposibilidad de llegar con otros vehículos.

“Hoy seguro que tampoco abren porque la hora que es y no se oye ninguna máquina... y para mañana daba que algo iba a caer. Hasta que no lo veamos... esto ya es un poco aburrido”, reflexiona María, una de las dos mujeres que habitan la localidad. Su marido “salió a la parte de arriba a ver las máquinas, que parece que no avanzan. No podemos salir ni por el lado de León ni por el de Santander”, añadió. Las críticas de los habitantes de Llánaves se han enfocado hacia Protección Civil, que denuncian que no les avisó el 2 de febrero que se iba a cortar la carretera en previsión de la nevadona.

La Cueta, en Babia, ya está 'liberada'

Más suerte, si se puede decir así, tuvieron ya el lunes por la tarde los integrantes de la única familia que reside ahora en La Cueta, el pueblo más alto de la provincia, ubicado a 1.450 metros de altitud. “Hay muchísima nieve. Los operarios de Diputación llegaron como a las siete y sin comer y el pueblo, por decir que está abierto, para que pasen coches más o menos... pero al pueblo todavía le queda mucho”, explica Raquel.

Añade que no hay dónde echar tanta nieve; “es imposible” y se pone nerviosa sólo de pensar que las previsiones meteorológicas apuntan a nuevas precipitaciones el fin de semana. “No me lo quiero ni imaginar. Si encima de lo que tenemos nos cae otra...”, lamenta. En los días que permanecieron incomunicados, asegura, “nos ha dado tiempo a hacer de todo, también discutir, porque te ves cerrada, impotente, lo pasé muy mal”, comenta con resignación.

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