La Ley de Memoria Democrática es “un deber moral de la democracia para con las víctimas y sus familiares”

El secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López, en la clausura clausura del XI Encuentro Internacional de Investigadores del Franquismo

Miriam Badiola/ICAL

18 de noviembre de 2022 19:28 h

“La Ley de Memoria Democrática no solamente era necesaria, sino que era ampliamente demandada por las víctimas, los familiares y las asociaciones y hace de España un país mejor, con mayor dignidad y realmente decente. Pero, sobre todas las cosas, era un deber moral de la democracia para con las víctimas y sus familiares”, aseguró hoy el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López.

El secretario de Estado de Memoria Democrática centró en esta Ley la conferencia titulada ‘Políticas de memoria en España: desde el franquismo a la actualidad’, con la que se clausuró el XI Encuentro Internacional de Investigaciones sobre el Franquismo, que se celebra desde el pasado miércoles en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de León, con la asistencia de cerca de 200 inscritos procedentes de 80 universidades y centros de investigación diferentes que participaron en un programa compuesto por 155 comunicaciones.

Martínez López recordó que la Ley de Memoria Democrática “pone el acento en las políticas de estado entorno a las víctimas, especialmente a las olvidadas durante tantísimo tiempo”, para lo que “recoge los requerimientos de los organismos internacionales humanitarios”, al tiempo que “rechaza y declara ilegal la dictadura del general Franco”. Además de todo ello, “se plantea el papel que desempeñan las mujeres en la conquista de los derechos y las libertades fundamentales, establece un censo de víctimas y hace un gran reconocimiento al reconocimiento memoralista.

En definitiva, una Ley que “se vertebra en torno a los grandes principios del Derecho Internacional Humanitario”, como son “el derecho a la verdad, a la justicia y a la reparación”, así como “el deber de memoria como garantía de no repetición”.

El secretario de Estado añadió además esta norma “resuelve las insuficiencias de la Ley de 2007”, que fue la primera que impulsó políticas públicas de memoria, y que contaba con “una serie de deficiencias que impedían cumplir los objetivos de la exposición de motivos”. De esta manera, la nueva Ley de Memoria Democrática “subsana esos errores” y se coloca “en la vanguardia de políticas de memoria a escala internacional”.

Para Martínez, se trata de una Ley que “no solamente era necesaria, sino que era ampliamente demandada por las víctimas, los familiares y las asociaciones” y que hace de España “un país mejor, con mayor dignidad y realmente decente”. No obstante, por encima de todo ello, la redacción de esta norma suponía “un deber moral de la democracia para con las víctimas y sus familiares”.

Respecto al cumplimiento de esta Ley de Memoria Democrática, el secretario de Estado afirmó que “se está cumpliendo de una manera rápida”, aunque reconoció que “queda tarea por delante”, impulsada por la Secretaría de Estado de Memoria Democrática y del Ministerio de la Presidencia. “Queda mucho trabajo por delante pero también tenemos muchísimos apoyos, como son los de las víctimas y sus familiares, los de las asociaciones de memoria y todo el espaldarazo de un Gobierno que apuesta cien por cien por la memoria y que la ha situado como una cuestión de Estado, así que tenemos todas las garantías para seguir desarrollando la aplicación de la Ley”, concluyó Fernando Martínez López.

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