La Leonesidad, un término con más suave dicción que leonesismo

El debate sobre el leonesismo y la 'leonesidad' se ha abierto.

Máximo Soto Calvo

Tal como prometí hoy toca hablar de 'León Primero' y el término leonesidad con el que, al parecer, pretenden aunar voluntades. Me cuesta cierto trabajo entender tal empeño. No veo la ruta franca por la que pudieran acceder a la voluntad de los leoneses, demasiado castigados en la autonomía impuesta, pero de muy difícil movilización como se viene constatando.

Los socialistas, bueno, una parte de los que así políticamente se situaban, dijeron ser antes leonesistas, allá por 1984, recordemos la gran manifestación en Legio, mucho me temo que irrepetible. Pues bien, acaban de aparecer en los medios cuatro personas de tal ideología, presentando un movimiento llamado 'León Primero', cuya cita se asemeja a un educado: “pase señora” o “usted delante”, dicho para suavizar, sin otro ánimo, antes de colocar que lo veo alicortado en la transversalidad que parecen buscar, o así anuncian, dado el nacimiento y asignación a una “mano política”.

Tampoco veo eficacia de calado o especificidad para el caso, “en general”, al tomar como nexo la leonesidad, esa cualidad enraizada con la personalidad leonesa que pudiera unir voluntades varias, o diversas, ante los rivales con los que estamos obligados a compartir comunidad. Téngase en cuenta que a los castellanos yéndoles bien el estatus autonómico, a casi todos, no entra en sus cálculos políticos soltar la presa leonesa, que no es hermana, ni lo buscan; ni pobre en recursos, pero sí la van empobreciendo con la desatención económica presupuestaria, dejándola fuera de todas las vías. Aporta bienes y no recibe compensaciones.

Cual “tonto útil” permanecemos los leoneses en el ente autonómico. En cómo romper la barrera e irnos está la clave para emprender un camino salvador. El plan general se ha dicho y se conoce, pero el encendido, el arranque no tiene batería, se necesita pues el empuje popular, unión y vindicación que aporten los “empujones” que se necesiten.

¿Asusta el leonesismo?

Me temo que la leonesidad la han tomado los promotores por si asusta menos que el leonesismo. Tal vez como pincelada distinta en un cuadro comunitario que cada día que pasa cuesta más iluminar para encontrar salida y lo que puede ser peor, no saber insuflar aliento en el velamen de los estáticos sufridores leoneses, que pecamos de tropezar con el voto en el mismo escollo, con la reiteración de la inconsciencia.

Debo decir, con el máximo respeto, que del cuarteto promotor no conozco más que Andrés Fernández, y sinceramente he de añadir, que sólo de nombre, dada su intervención en el parlamento de la nación, que seguíamos los leonesistas con ánimo y expectación –¡teníamos tan pocas defensas!–, quien, desde el Grupo mixto por haber sido apartado del PSOE, hizo sus intervenciones en defensa de la autonomía para los leoneses. Que fuera más testimonial que efectivo, no le resta méritos. La leonesidad ha dicho ahora en la presentación de la Plataforma (no sé si político-ciudadana o ciudadana a secas), que el termino leonesidad “desecha el carácter nacionalista”. Supongo que también el de nacionalidad, y si dudamos en el de regionalidad o provincialidad, seguimos en un mar de dudas, en el que sobrenadaría el término citado.

Acto de presentación

No pude asistir al acto de presentación. De modo que, en la distancia, por los medios y algo más, debo decir que como mesa redonda, promovida por lo citados socialistas, la podemos catalogar como interesante, un foro participativo al que parecían aportar validez en su arranque tres personajes leoneses, que me voy a permitir citar: Un intelectual, filósofo, a quien mucho debemos los leoneses, por lo del parlamentarismo que alentó y consiguió, y que nos habla de libertades y leonesidad, Rogelio Blanco. Un investigador de lo sociocultural leonés, gran estudioso de todo lo nuestro, pueblo y cultura, sobre lo que ha escrito y con ideas claras para nuestro devenir, Javier Callado. Un gran leonesista vindicador ad initio del estatus diferenciado de los leonés amenazado por la autonomía, doctor en sociología para cuya posición estudió y validó la identidad leonesa y está en su permanente defensa, David Díez Llamas.

Los tres estuvieron de cara al público, por voluntad propia, deduje, para transmitir su mensaje personal, desde sus respectivas aureolas bien ganadas. Y para quienes les seguimos en sus escritos y alocuciones, podemos entender que su actuación fue procedente para el momento, y un futuro incierto a discernir.

El respetable, corto en número (movilizarnos a los leoneses siempre requiere gran esfuerzo) a buen seguro que para la idea promotora pudo resultar un pelín decepcionante, si es que barajaban el concepto masa, pero de situarse como mesa, y redonda, incorporando a los de platea, la cosa tomaba otro interés dada la calidad presencial, tal como se podía deducir al pasar la mirada con atención sobre la foto que nos ofreció este medio. Hasta se podía intuir “buen rollo”, tal como ahora se dice, en las caras conocidas. Pienso que más se podía haber conseguido con su implicación, cual concejo abierto. Proyecto, voto o veto.

Aunque creo y se ha dicho por ahí, que hubo freno partidista y autonómico, no lograron que personas con relaciones institucionales con el ente osaran aparecer, ni con la vaselina de la leonesidad. ¿Y el pueblo, lo leyó en los periódicos?

Posteriormente han dado un segundo paso muy positivo. Así lo estimo, y hay que decirlo, aunque sea con moderada satisfacción. La plataforma solicita en la Diputación provincial leonesa, que esta institución encargue una encuesta de opinión sobre la preferencia popular de permanencia en la comunidad actual, o salir de ella, sin demora. Sobre el tema, que es algo más complejo, por aquello de la uni o triprovincialidad, volveré pronto.

El futuro tiene la palabra, puede que lo acontecido en la mesa tal vez llegue a ser algo más que un intento de puesta en escena de otro Grupo ... que se suma.

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