León perderá un 7,26% de su población en el próximo decenio

gente en el centro de la ciudad por Semana Santa

Ical

Castilla y León perderá un 7,76 por ciento de su población en el próximo decenio de mantenerse las tendencias demográficas actuales. En concreto, la Comunidad verá disminuir su número de habitantes a un ritmo de 19.522 personas por año, principalmente porque el número de defunciones superará de forma importante al de nacimientos, según los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Así, pasará de contar con 2,517 millones de habitantes a 1 de enero de 2013 a tener 2,321 en la misma fecha de 2023. En términos absolutos, perderá 195.226 personas, cuando entre 2002 y 2012 aumentó en 62.317 (2,5 por ciento más). Así lo pone de manifiesto el estudio 'Proyección de la población de España a corto plazo 2013-2023', publicado por el INE que, además, precisa que junto a la Comunidad también tendrán menos habitantes todas las comunidades, excepto Canarias, que la mantendrá, y las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta.

En este escenario, la población española descenderá, según la proyección, un 5,6 por ciento, con 2,6 millones de habitantes menos, hasta situarse en los 44,08 millones cuando desde 2002 la población había crecido un 13,8 por ciento, dato que se traduce en 5,66 millones.

Por lo que respecta a la evolución provincial, el INE prevé que la población se reduzca en todas las provincias. Los mayores descensos los experimentarán Zamora y Burgos, con un 10,54 por ciento en ambos casos. En concreto, el INE estima que Zamora pierda una media de 1.992 habitantes por año, es decir, un total de 19.929, con lo que llegará a 2023 con 169.108 vecinos. Mientras, Burgos verá caer sus cifras a un ritmo de 3.877 habitantes cada año, para llegar a 2023 con 329.132, es decir, 38.774 menos, la que más caerá en términos absolutos.

Por su parte, la provincia de Segovia tendrá un 9,74 por ciento menos de población, hasta los 145.893 (15.747 personas menos); Palencia, un 8,82 por ciento, hasta los 153.846 (14.875 menos); Soria, un 8,6 por ciento, hasta los 85.355 (8.034); así como Ávila, con un 8,26 por ciento, hasta los 155.512 (13.993 menos). León perderá un 7,26 por ciento de su población, es decir, 35.517 personas, hasta situarse en los 453.474; mientras que en Salamanca disminuirá un 7,18 por ciento, con 24.951 menos (322.426 habitantes en total). Por último, Valladolid también pierde, un 4,41 por ciento (23.406 personas), por lo que situará su población, según el INE, en 507.184 vecinos en la provincia.

Crecimiento vegetativo

En cuanto al crecimiento vegetativo, el INE matiza que no se pueden utilizar estos datos junto a los de proyección de población, pues las estimaciones de nacimientos y defunciones sólo están estimadas hasta 2022. Así, el Intituto prevé que la Comunidad pierda en 2013 un total 8.923 habitantes y encauzará una evolución negativa durante todo el decenio: en 2015 disminuirá la población por saldo vegetativo en 10.020 personas, repuntará en 2020, con 12.473 menos, y cerrará la década con 13.116 personas menos. En el conjunto del decenio, la caída será de 46,4 personas por cada 1.000 habitantes.

En cuanto al crecimiento vegetativo, si se analizan los datos del estudio se observa que en todas las provincias los fallecimientos serán mayores que los nacimientos. Así, en Ávila el crecimiento vegetativo será en 2022 de -824 personas; en Burgos, de -1.450; en León, de -3.368; en Palencia, de -1.065; en Salamanca, -1.920; en Segovia, de -599; Soria, de -549, mientras que en Valladolid será de -1.715 y en Zamora, en -1.626.

Migraciones

Por lo que se refiere al componente migratorio, y siempre según el INE, si se mantienen los niveles actuales la migración exterior tendrá una contribución negativa al crecimiento demográfico de la Comunidad. Así, el saldo exterior en Castilla y León será negativo en 5.884 al término del presente año, similar en 2015, de -3.745 en 2020 y de -3.212 en 2022. En total, la Comunidad perderá, en relación con el extranjero, 18,6 habitantes cada 1.000.

En cuanto a los saldos migratorios interautonómicos, en Castilla y León se observa una tendencia moderadamente a la baja, pero siempre en negativo. Así, si la previsión cuando se cierre este año 2013 es de 4.880 personas menos, en 2022 será de 2.885. Esa evolución será paulatina.

Por último, las tasas de dependencia por provincias varían mucho en función de cada territorio. En este sentido, Burgos y Valladolid sufrirán el mayor aumento de este indicador, con un incremento de 9,8 y 9,7 puntos, respectivamente, hasta el 43,2 y 38,8 por ciento.

En Palencia, la tasa de dependencia se elevará en 8,8 puntos (hasta el 44 por ciento), seguida de Salamanca, con 7,3 puntos más (45,1 por ciento), Ávila y León, con cinco puntos de crecimiento (43,6 y 43,7, respectivamente), Zamora, con 4,7 puntos de incremento (50,5), Segovia, con 4,1 puntos de aumento (37,7) y Soria, con 1,4 puntos más (40,8 por ciento de tasa de dependencia).

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