El tren Ruta de la Plata busca una segunda vida: de Astorga a Zamora (I)
La comunicación entre el norte y el sur del oeste ibérico es anterior a la época romana. Fueron estos, en tiempos de Augusto, los que comenzaron la construcción de la calzada cuya construcción finalizó con Trajano y Adriano en el S II d.c. El trazado original trascurre entre Emérita Augusta (Mérida) y Astúrica Augusta (Astorga). Su longitud en millas romanas (1 milla/1.480 metros) suma un total de 313, o lo que es lo mismo, 465 kilómetros.
Pasados varios siglos, concretamente el 21 de junio de 1896, se inauguró la línea férrea Palazuelo-Astorga, conocida popularmente como Plasencia-Astorga o tren del oeste, aunque el tramo Salamanca-Astorga no entraría en funcionamiento hasta el 10 de julio de ese 1896. Tras varios problemas, la línea Plasencia-Astorga se integró en la compañía ferroviaria Oeste y en 1941 pasó a manos de la recién creada empresa pública estatal Renfe. En los años setenta del siglo pasado el deterioro producido por el paso del tiempo hizo mella, ya que la línea no gozó de medios económicos y poco a poco se fue abandonando, según indican utilitarios y responsables de los pueblos y ciudades por los que pasaba, intencionadamente. El tráfico para viajeros fue clausurado el 31 de diciembre de 1984 bajo el gobierno de Felipe González con Enrique Barón como Ministro de Transporte, Turismo y Comunicaciones y el 1 de septiembre de 1996, bajo el Gobierno de José María Aznar, fue cerrado definitivamente el tráfico de mercancías, quedando oficialmente cerrada la línea Plasencia-Astorga.
En noviembre de 2017 salió adelante la PNL que presentó Unidas-Podemos a través de la leonesa Ana Marcello en la que se solicitaba la reapertura de la línea Plasencia-Astorga. En diciembre del año pasado, tal y como publicó este periódico, a petición del Gobierno de España, la conexión ferroviaria entre Plasencia, Salamanca y León es eliminada de Red Transeuropea de Transporte (RTE-T). El último capítulo de esta serie, por ahora, se cierra con los diputados socialistas de León, Zamora, Salamanca y Cáceres solicitando al Ministerio de Transportes la apertura de esta línea, sin aclarar si será de forma íntegra, es decir, hasta Astorga. Para conocer de primera mano esta línea lo mejor es recorrerla de principio a fin en bicicleta de montaña, comenzando en la estación de Astorga y finalizando en Plasencia. Si se animan, síganme en este viaje.
A las doce en punto de un miércoles de abril comencé a dar las primeras pedaladas siguiendo lo más paralelamente posible el recorrido que uno por ferrocarril las ciudades de Astorga y Plasencia. Cabe destacar que la taquilla de la estación de la capital maragata estaba cerrada y que, como muchas veces se denuncia, a ella llegan trenes sin revisor, provocando que los viajeros no sean contabilizados y a la hora de presentar estadísticas para cerrarla, las cifras sean más favorables. A la salida de la capital de los ástures se encuentran los restos de la antigua estación del oeste y un poco más al fondo los viejos pabellones, hoy en estado de abandono y desidia. El alcalde de Astorga, Juan José Alonso Perandones, preguntado por la posible reapertura de esta línea, comentaba que “ya son muchos años con el tema y lamentablemente debo decir que he visto demasiadas promesas y todas incumplidas”. Perandones remarca dos puntos como claves, la no transferencia del Estado de las instalaciones como se está haciendo en algunos puntos a fecha de hoy, “demostrando un abandono por parte del Ministerio de Fomento deplorable” y la concepción de un ferrocarril adaptado a las nuevas necesidades, que sea capaz de transportar mercancías pero también personas, “lo que no queremos es un tren que pase de largo y solo conecte Sevilla con Gijón, olvidándose de poblaciones como la nuestra”.
Mientras pedaleaba iba recordando la conversación mantenida el día anterior con Amando Casado, nieto de Antolín, ferroviario destinado en esta línea y conocido con el sobrenombre del 'ti Pobladura', ya que provenía de Pobladura del Valle, pueblo que cuenta con estación en este recorrido. Mandi, rebuscando en los rincones de su pasado, se veía contando los vagones que traían los convoyes más largos, incluso el número de trenes. “En época de trashumancia llegamos a contar más de diez trenes en un día, compitiendo incluso con la otra vía”, comentaba con una sonrisa.
A escasos kilómetros de Astorga se encuentra la estación de Valderrey, que muestra los restos de un pasado que situaban a esta localidad como eje industrial, ya que a un lado y a otro de las cuatro vías con las que cuenta la estación hay grandes edificios, hoy con uno en uso, el de una fábrica de piensos en cuyas instalaciones se adentra un rail de esta vía de forma sigilosa.
Siguiendo el recorrido de un día soleado y a buen ritmo de pedaleo pasé por un pequeño monolito situado en el antiguo apeadero de Riego de la Vega, del que hoy ya nada queda. Pueblo a pueblo y a buen ritmo llegué a La Bañeza, cuyo ayuntamiento, igual que el maragato, se resiste a levantar las vías y no duda de su posición. “No tiene sentido que tanto en Francia como en Portugal se esté apostando por el ferrocarril en detrimento del trasporte por carretera y en España hagamos justo lo contrario. El precio del combustible (dependiendo de una energía que no tenemos), la contaminación y la saturación de carreteras son tres pilares básicos que en los países vecinos supieron ver”. Quien dice esto es José Luis del Riego, concejal del ayuntamiento bañezano, “Viajo mucho a Portugal y allí hay una apuesta en firme por el trasporte ferroviario en el que los núcleos urbanos como el nuestro están cobrando vital importancias. Si solo conectamos grandes urbes, estaremos cometiendo un error”, finaliza.
Desde La Bañeza y previo cruce del río Órbigo, atravesando un páramo infinito que un día fue seco y que hoy está sembrado de grandes aparatos de riego por aspersión aparece Valcabado. Esta estación fue punto importante de carga y descarga, con un muelle de ganado para las miles y miles de cabezas de ganado ovino que llegaban a estas tierras camino de los puertos de Babia. A escasos kilómetros el camino de hierro penetra en provincia central del País Leonés, Zamora, que nos da la bienvenida con una vía verde de veinticuatro kilómetros, cuyo punto más importante es la estación de Benavente, lugar que aproveché para comer y descansar en su zona de recreo.
Terminada la comida y el breve paseo por la zona, subí de nuevo a la bicicleta cruzando el segundo río importante del recorrido, el Esla, el río que dividía el territorio de esta tribu prerromana llamado en aquella época Ástura. Fue en esta ciudad en la que se produjo una de tantas promesas incumplidas, en esta ocasión fue el expresidente del Gobierno José María Aznar en 1987: “Volveré a Benavente en tren”. El problema es que no solo es un partido el que incumple sus promesas. Otro expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero en su conocido como Plan del Oeste de 2004 que contaba con 115 medias, decía en el punto 69: “Se considera asimismo básica, la unión del Oeste de la Península por un nuevo corredor vertical de ferrocarril convencional Ruta de la Plata que una las Redes Norte-Noroeste, Galicia y Asturias, con el resto del Oeste, así como con el Sur, Extremadura y Andalucía”. Precisamente el sindicato Comisiones Obreras (CCOO) pidió a principios de este 2022 que se aprovecharan diversas vías ferroviarias para dar servicio de cercanías, entre las cuales se encontraba el tramo Astorga-Benavente. Otro de los activos con los que cuenta Benavente para sumar a la petición de reapertura del ferrocarril del oeste es su planta de envasado de azúcar. A finales de 2021 Azucarera anunció que la compañía apuesta por el tren como medio de transporte sostenible para poder trasladar semanalmente 800.000 kilos de azúcar entre la fábrica de Jerez y el centro logístico y de envasado de Benavente. Un primer envío se realizó desde Jerez a Madrid en tren y desde Madrid a Benavente por carretera. La reapertura del tramo ferroviario Plasencia-Astorga ahorraría tanto en kilometraje, como en contaminación, costes y tiempo.
Finalizada la vía verde, en Barcial del Barco comenzó una auténtica odisea debido al fuerte vendaval que se levantó. Casi sesenta kilómetros con un paisaje monótono en el que el horizonte se alejaba más y más, campos inmensos de cereal que se repetían a cada pedalada, llegándome a sentir un ratón dentro de una rueda. Caminos que se repetían y pueblos muy distantes formaban una repetición constante de diapositivas. Sin embargo llegó la recompensa, Zamora, icónica ciudad bañada por el Duero que ya vestía sus galas de semana Santa.
El concejal de la capital zamorana Pablo Novo aseguró a este medio que “son varias las mociones solicitando la recuperación de la línea que ya han sido aprobadas, con la participación favorable de todos los grupos políticos. Se trata de una red ferroviaria transversal fundamental para la ciudad y la provincia de Zamora, que debe de ser comprendida como un eje vertebrador tanto para las tres provincias leonesas como para el resto de provincias del Oeste Español, sin la cual no se puede pensar en el progreso material de los territorios españoles que más duramente están sufriendo la pérdida de población debido a la falta de oportunidades laborales”. Novo también destaca que “tiene que tener cabida la posibilidad de adaptar los trenes para el transporte de bicicletas, algo muy demandado y que podría tener un impacto positivo en numerosas líneas ferroviarias como la Zamora-Puebla de Sanabria, que transcurre a través de la Sierra de la Culebra”, finaliza. Pablo junto a Paula García llevan la cuenta Media Distancia para Zamora, un punto de encuentro sobre los trenes de cercanía que presta especial atención a la Ruta de la Plata.
Otro de los actores de la sociedad civil que lleva desde 2010 batallando por la reapertura de la Ruta de la Plata es el Movimiento por el tren Ruta de la Plata. Este movimiento declara que “ahora vemos que a las autovías hay que ponerles peajes y prácticamente todas las relaciones AVE son deficitarias. ¿Hay justicia con el tren Convencional? Entendemos que no. La historia y el abandono rural deben corregirse específicamente con el ferrocarril convencional”. El movimiento tiene claro que “hoy, la sociedad afortunadamente reclama el tren por el oeste. Si los fondos comunitarios ayudan a financiarlo, excelente, ahí estaremos para apoyar y reivindicar lo que era nuestro y debe ser en el futuro”.
*Este domingo 24 de abril se publica la segunda parte del viaje en bicicleta por el tren Ruta de la Plata entre Astorga y Plasencia
*Este domingo 24 de abril se publica la segunda parte del viaje en bicicleta por el tren Ruta de la Plata entre Astorga y Plasencia