La Junta de Castilla y León incluye la tauromaquia en su segundo Plan de Industrias Culturales
El II Plan de Industrias Culturales y Creativas de Castilla y León para el periodo 2018-2021, aprobado hoy por el Consejo de Gobierno, destina casi 111 millones de euros a un sector que considera estratégico y desde una visión integradora y centra una “especial atención” al trabajo de los jóvenes profesionales, además de incluir a la Tauromaquía como expresión relevante del patrimonio cultural de la Comunidad.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, la consejera portavoz, Milagros Marcos, explicó que sus objetivos son fortalecer la estructura cultural de Castilla y León, apoyar a las empresas y profesionales de los distintos sectores para que logren ser más competitivos más innovadoras y estén también más internacionalizadas.
Marcos precisó, a preguntas de los periodistas, que se incluye la Tauromaquía a petición del sector y al tratarse de un bien inmaterial reconocido desde el año 2013, así como porque genera una actividad económica y un 23 por ciento de la población de Castilla y León asiste a este tipo de espectáculos.
El plan recoge medidas para la competitividad de las industrias culturales y creativas, mediante el fomento de la innovación y el emprendimiento cultural, el desarrollo tecnológico, el acceso a la financiación y al mercado, junto a la internacionalización y la profesionalización de los sectores culturales y creativos.
Así, este II Plan se inspira en la consideración de las industrias culturales y creativas de Castilla y León como recursos estratégicos para el fortalecimiento de la recuperación económica y el crecimiento estable, para el progreso y la cohesión social y territorial. Para ello, es clave el impulso a las industrias culturales y creativas, mediante unas políticas integradoras, caracterizadas por la transversalidad, sobre las que se deben diseñar las líneas de actuación a poner en práctica en los próximos años.
Igualmente, el Plan pretende mejorar el acceso, atención a la diversidad y participación de los ciudadanos en la vida cultural de la Comunidad; apostar por la incorporación de las tecnologías y el entorno digital en la actividad de las industrias culturales y creativas, y, finalmente, estudiar y potenciar las interrelaciones que se producen entre las industrias culturales y creativas, y el turismo, con el objetivo de desarrollar sinergias entre ambos sectores.
Como estrategias señala el fortalecimiento de la estructura cultural de Castilla y León para el fomento del emprendimiento cultural, para la mejora de la proyección interior y exterior de la creación cultural, para la mejora del acceso a la cultura, atención a la diversidad y participación de los ciudadanos en la vida cultural y, como último punto, para la innovación de las industrias culturales y creativas. Por otro lado, se cuenta con un cuadro de indicadores que permite la monitorización de su seguimiento y evaluación final del mismo.
Según la Consejería responsable, el I Plan ha supuesto un importante progreso en cada uno de sus ejes estratégicos, tanto para el Sistema de Cultura de Castilla y León, como para las previsiones de innovación que se perseguían, e igualmente en términos de internacionalización de las creaciones culturales y de apoyo e impulso empresarial en los distintos sectores.
Para dar cumplimiento a ese primer plan, se han puesto en marcha iniciativas como la campaña didáctica ARTISTEA, que llegó a más de 32.000 ciudadanos, o el programa de exposiciones ALACARTA, que en esos cuatro años superó los 800.000 visitantes. Los principales programas de artes escénicas de la Comunidad han logrado también fortalecerse, aumentando el número de espacios escénicos integrados, que alcanzó los 137, con unos 800.000 espectadores, en los casi 4.000 espectáculos representados.
Por otra parte, las medidas encaminadas a la internacionalización de la creación cultural llegaron a distintos sectores, desde el editorial, al teatro, con iniciativas como la Red ESMARK, proyecto liderado por Castilla y León, que contó con el respaldo de la Unión Europea. Además, hubo un impulso de la colaboración público-privada, que ha permitido desarrollar iniciativas y programaciones culturales de gran proyección. Otra de las medidas ha sido TIC CULTURA -foro profesional dirigido a valorizar el talento, la innovación y la creatividad cultural- que logró reunir a más de 400 profesionales de las distintas ramas de la gestión cultural.