Italia da pasos

Encontrarse en un país que tolera y acepta el consumo de marihuana medicinal, no tiene por qué traducirse en que también acepte de manera legal su cultivo. Esto parece de Perogrullo pero así es. Las semillas con alto contenido en CBD, también conocidas como semillas CBD (ricas en este cannabidiol que las hace más propicias para su uso terapéutico) pueden ser accesibles y legales pero poner a los productores en una zona gris de indefinición. Por eso países como Italia están poniendo en marcha iniciativas que persiguen la legalización, tasación y regulación del cannabis: cultivarla ya no será un problema para los que se dedican a esto de manera profesional o para los que prefieren autoabastecerse. Que el consumo esté despenalizado pero sea ilegal la venta y el cultivo es el escenario perfecto para una maraña de malentendidos y desinformación que desde siempre parece lastrar el consumo responsable de la marihuana. Sin saber a qué atenerse, los consumidores y productores se mueven siempre con cautela o llenos de prejuicios justamente porque lo que es legal aquí no lo es allá y pueden enfrentarse a penas o pérdidas de trabajo. Noticias como esta, que se traducen en una mirada mucho más tolerante y cercana al mundo del consumo de cannabis, pretenden aligerar el sistema judicial de Italia que, como muchos otros, se encuentra inundado y sobresaturado de delitos menores que hacen imposible dedicar los esfuerzos a lo verdaderamente importante.

En Italia, se cree que se consumen tres millones de kilos de cannabis al año. No hace falta ser un experto en matemáticas para calcular el lucro que supondría que esta sustancia fuera legal y pudiera estar grabada con impuestos. Si los estados piensan que ahorran al liberar el sistema penal de delitos como este, quizás no estén tan lejos de dar un paso adelante aceptando la existencia, el consumo responsable y la distribución legal de la marihuana, al igual que alientan y dan cobertura al consumo de tabaco y alcohol.