El hornazo del Reino de León se amasa en MasterChef

David González MasterChef 4

Nuria V. Martín

Repartidos por orden de entrada en cocinas los aspirantes formaron tríos para la primera prueba de relevos a ciegas. David, el estudiante y descendiente leonés, se puso el delantal verde junto con Raichel y Raquel. Empezó a cocinar el plato cada capitán, elegido entre los miembros de los grupos, pero sin que el resto sepa lo que va a elaborar. Pasados diez minutos hay cambio de cocinero y sólo tenían 30 segundos para explicar la receta. El jurado se paseó por los fogones varias veces para motivar a que hicieran algo más complicado según se relevaban. David entró en el tercer y último turno para hacer un arroz caldoso e introducirle más ingredientes para mejorar el plato.

Los tres equipos presentaron platos poco pretensiosos, siendo tres personas con una hora y buen producto en el programa número nueve, por lo que los jueces fueron muy críticos con todos. Pero fue el azul el que tiñó su delantal de negro por “involución”, según el Chef Jordi, para ir a la prueba de eliminación, sin embargo si brillaban en exteriores tendrían otra oportunidad. Por descarte, visto el nivel, Virginia del equipo rojo se hizo con el premio de acudir al restaurante de Dani García a una concentración con los 20 mejores cocineros de escala mundial.

Salamanca es una tierra con encanto y movimiento a todas las horas del día, así que el jurado despertó a los aspirantes a las 4:00 de la mañana para trabajar en diferentes obradores: Confitería La Industrial, la Escuela de Hostelería Fonda de Veracruz con venta en la Confitería Madrileña y La Tahona Delicatesen, donde cocinó encantado David junto a su equipo verde con las dos Raquel. La prueba consistía en elaborar tres productos estrellas de cada establecimiento sin límite, el equipo que más caja hiciera al subir la trapa sería el vencedor de esta prueba.

En lo que los equipos seguían amasando los jueces desayunaron en las Tapas de Gonzalo con unas vistas espectaculares de la Plaza Mayor. Una vez las delicias fuera del horno la misión era venderlo todo en una hora, y por lo visto los salmantinos tienen buen saque porque arrasaron con todo el género. El equipo el rojo hizo de caja 645€, el verde de David 705€ y el negro 885€, así que se libraron de la eliminación. Aunque el trabajo fue muy bueno por parte de todos los aspirantes los otros dos equipos se enfrentaron en la prueba de eliminación.

La concurrida prueba de eliminación consistía en preparar seis elaboraciones dulces con treinta ingredientes, para ello contaron con la presencia del Campeón del Mundo de Pastelería Jusep María Rodríguez. Su creación “La flor de primavera” requieren una precisión matemática con las medidas, para ellos les facilitaban la receta aunque eso no garantizara el éxito. Una prueba de una alta complicación, pero a pesar de ello David ha sabido utilizar la intensidad de su nerviosismo para trabajar ordenado pero sin parar.

Aunque el fallo podría verse en la técnica algunos aspirantes erraron en el peso de los ingredientes en varias elaboraciones. Que no fue el caso de David, cuando lo presentó ante el jurado fue el propio Jordi quien le dio la enhorabuena por un buen trabajo, así que seguirá una semana más demostrando su evolución, no como Raichel que a pesar de su trayectoria tuvo que despedirse de los fogones y del “iluminaty”, uno de los pocos amigos que se lleva de MasterChef.

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