La verdadera historia del Ramo Leonés: ni solo de León ni exclusivo de Navidad

Artesanos Leoneses lleva más de una década haciendo distintos tipos de Ramo Leonés.

Elisabet Alba

El Ramo Leonés vive desde hace una década sus mejores tiempos en León capital y empieza a aumentar su popularidad en toda la provincia pero, ¿cuál es verdaderamente su historia? Es mucho más que tres palos en forma de triángulo que pueden parecerse a un árbol de Navidad sobrio al que poner cintas de tela y bolas de colores, velas, roscas y frutos como adorno.

El Instituto de Investigación y Estudios Leoneses 'González de Lama', filial del Ateneo Leonés, ha publicado recientemente con Ediciones Anteo el libro 'El Ramo Leonés. Introducción y Antología de textos', de los profesores Jorge de Juan y José Luis Díez Pascual, con ilustraciones de Jonathan Martínez. En él se asegura que los pueblos prerromanos ya lo usaban como rito a la naturaleza y al Sol en torno al 24 ó 25 de diciembre, cuando se pensaba que era el solsticio de invierno y que a partir de ahí los días empezaban a ganar tiempo a las noches. Toma su nombre de ramo precisamente porque se utilizaban ramas de árboles de hoja perenne (que no pierden las hojas en invierno).

El Ramo Leonés, un símbolo pagano en honor al Sol y la naturaleza y que la Iglesia cristianizó y vinculó a los actos religiosos como la Navidad, pero también a otros

Era una práctica tan extendida que la Iglesia decidió cristianizarlo. Aprovechando que las gentes tenían costumbre de juntarse para la celebración se fijó el nacimiento de Jesús en esas fechas, dando una reinterpretación al culto al Sol, que es sinónimo de luz, como que la luz es Dios. Como hay pocas luces más divinas que las velas, le añadió este elemento para, al mismo tiempo, convertirlo en una ofrenda: positiva en el caso de celebraciones como Navidad o fiestas patronales, también como promesa o exvoto y, además, para acontecimientos importantes en la vida de las personas como los cambios de estado: bodas o cantamisas (primera misa de un sacerdote). Además, como buena ofrenda, le añadió un canto diferente para cada celebración.

Como adornos se usaban mantos, cintas de tela, ramas naturales, flores de la temporada que en la temporada que no había se hacían de papel de colores, y también productos de la tierra, de ahí las roscas. Pero “no es solo triangular ni solo de Navidad ni tampoco solo de León. Vivimos de reduccionismos”, traslada a este medio Jorge de Juan, que apuesta por recuperar la riqueza de una tradición “muy nuestra” pero, ya de paso, hacerlo “en todo su esplendor”.

Una tradición muy rica, que tiene su propia melodía

A la actualidad han llegado decenas de ramos diferentes, en buena medida por la dispersión que hay de su uso. Solo dentro de la provincia de León, de este a oeste, se encuentran ramos en la montaña oriental, central y occidental, el Bierzo, Maragatería, Cabrera, Tierras Bañezanas, el Páramo, el Órbigo, el sureste de León y Tierras de León. Pero es que además, hay ramos en toda la Región Leonesa (en las provincias de Zamora y Salamanca) y en territorios que pertenecieron a los Obispados de León y Astorga, como Orense, y también en Cantabria y Asturias.

Hay Ramo Leonés por toda la Región Leonesa, también en territorios que formaron parte de los Obispados de León y Astorga, como en Orense, y en zonas limítrofes con la provincia como Asturias y Cantabria

Cada uno con su propia melodía, que también se recoge en el libro de Jorge de Juan y José Luis Díez Pascual para tratar de que perdure en el tiempo. Efectivamente hay un tipo que es el triangular, hoy en día el más extendido, pero también los hay circulares, rectangulares, octogonales, sexagonales, con forma romboide, de cubo, de 'margaritina', semicírculo, triángulo invertido, 'pavo real'... Y aunque lo más utilizado en las iglesias era un ramo con patas y una altura que permitiese encender las velas de pie, ahora se pueden encontrar desde miniaturas, hasta 'de candelabro' para poner en una mesa y gigantes para llevar en procesión o como elemento decorativo de la Navidad en la plaza de un pueblo o ciudad.

El Ramo Leonés de Navidad en Chozas de Abajo se canta siguiendo esta letra:

A la puerta de esta iglesia

están los pastores ya,

'pa' cantar a San Antonio

hoy día de Navidad.

Con licencia el señor cura,

vamos en la iglesia entrando,

a cantar a San Antonio

con este adornado ramo (...)

Repopularización de la tradición

En la última década, la sociedad leonesa ha conseguido devolver al ramo su simbolismo pagano y que ya no solo se vea dentro de las iglesias. Cada vez son menos los Ayuntamientos, establecimientos y hogares que no tienen uno. Parte de la responsabilidad de su popularización reside en Inés Prada, que desde su puesto como presidenta de Mujeres en Igualdad de León, se empeñó en recuperar una tradición que se estaba perdiendo.

“Nuestra cultura es una fuente de riqueza muy importante”, manifiesta a ILEÓN. Por ello, la asociación organizó durante seis años consecutivos un concurso de Ramo Leonés, vendía en mercadillos navideños mini ramos leoneses hechos en Asprona y Cosamai para fines benéficos, diseñó joyas con forma de ramo leonés e incluso hizo sorteos de ramos. “Tenemos que reivindicar lo nuestro. No podemos dejar de luchar por nuestra tierra y nuestras tradiciones. Con trabajo e imaginación se pueden hacer muchas cosas”, subraya.

La tradición en los hogares se recuperó hace una década por la asociación Mujeres en Igualdad de León: Tenemos que reivindicar lo nuestro. No podemos dejar de luchar por nuestra tierra y nuestras tradiciones

La primera administración que siguió sus pasos fue el Ayuntamiento de la capital, con el 'popular' Emilio Gutiérrez al frente, que instaló un Ramo Leonés de ocho metros en la plaza de las Cortes que se sigue poniendo cada Navidad. “Fuimos hasta a la cárcel de Villahierro en Mansilla de las Mulas a explicarles lo que era el ramo y cómo se adornaba”, recuerda Prada.

Este “quitarle el polvo de lo antiguo” para convertirlo en algo “actual, original y versátil” es lo que ha favorecido su aceptación social, pero también, por ahora, casi su exclusividad en las fiestas navideñas.

Los artesanos, impulsores del Ramo Leonés

Los artesanos leoneses, en genérico, han sido una pieza fundamental en todo este entramado para que el Ramo Leonés se volviese a popularizar. Concretamente, Artesanos Leoneses, en el barrio de la Palomera de León, lleva más de diez años elaborándolos y ha hecho ya más de 300 diferentes. “La gente viene buscando el típico triangular y se vuelven locos al ver la variedad que hay”, cuenta a este medio Beatriz Llamazares, que pertenece a la segunda generación de artesanos de la familia.

Artesanos Leoneses expone el Ramo Leonés más antiguo que se conserva de la provincia, de unos 180 a 200 años, entre los centenares de tipos diferentes de ramos que hacen

“Nos gusta hacer las cosas diferentes y únicas”, subraya rodeada de la amplia exposición de piezas que tienen en su tienda de la capital, donde guardan el más antiguo “al menos de la provincia. Tiene entre 180 y 200 años. ¡Pero tiene que haberlos más antiguos!”. Su precio, asequible para todos los bolsillos, a partir de 10 euros.

Los tres protagonistas que han dado voz a la verdadera historia de esta tradición, o por lo menos la que ha llegado a nuestros días, coinciden en que hay mucha riqueza cultural en León, dan las gracias a las administraciones por haber participado en los albores de su recuperación pero les piden que no cejen ahora en su empeño y que se recupere el Ramo Leonés en todos sus significados antes de que algunos de ellos queden en el olvido.

Para saber más:

  • El libro 'El Ramo Leonés. Introducción y Antología de textos', de Jorge de Juan y José Luis Díez Pascual, que recopila las canciones y ramos de 65 pueblos de la provincia de León, se puede comprar en Casa Botines, la Colegiata de San Isidoro y la Librería Leopoldo en León ciudad.
  • El Instituto Leonés de Cultura (ILC), dependiente de la Diputación de León, tiene también una carpeta con información y muchas fotos de los ramos leoneses de la provincia, de una importante calidad.

Nota: miembros de la Asociación Raigañu (ha publicado un libro sobre el Ramo Leonés que anuncian aquí) recuerdan que “fue una de las grandes impulsoras de la recuperación de este símbolo religioso. Hace ya muchos años incluso hicieron una exposición en el entonces recién inaugurado Centro Comercial Espacio León, donde se podían ver una gran cantidad de modelos y formatos traídos de diversas partes”. Y también apuntan que existió una iniciativa “lanzada allá por finales de los años 90 por una pequeña parte de comerciantes del centro de León, que expusieron varios ramos a la puerta de los establecimientos”, señalando que hubo una serie de “expertos sesudos que poco menos que se echaron al cuello de dichos establecimientos por inventarse una tradición” y exponen cómo es hoy uno de los emblemas de la Navidad leonesa en todo el mundo.

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