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La hermana de Raquel Gago: “Hasta que no apareció el bolso Raquel no dijo nada de haber visto a Triana”

Beatriz Gago, la hermana de Raquel Gago, la policía municipal acusada del asesinato de la presidenta de la Diputación Isabel Carrasco, relató hoy a preguntas del fiscal con todo detalle lo que recuerda del día del homicidio y posteriores, reconociendo entre otras cosas que “hasta que no apareció el bolso -con el revolver dentro- en su coche Raquel no nos dijo nada de que había visto a Triana” en la misma tarde del crímen.
El momento de este vital hallazgo 30 horas después del asesinato fue uno de los momentos en los que fue interrogada con más detalle, especialmente por parte del fiscal, Emilio Fernández. Cuando al intentar meter una bicicleta en el vehículo de su hermana Raquel y se derramó, recordó que la agente ahora acusada “se puso muy nerviosa, muy nerviosa, decía cosas sin sentido, casi no podía respirar y repetir todo el rato: 'Esto no tenía que estar aquí, esto no tenía que estar aquí'”. momento en el que admitió por primera vez que esa tarde había coincidido de manera fugaz en la calle Lucas de Tuy con su amiga Triana Martínez y quizá le hubiera abierto el coche pero sin mediar palabra.
Más aún, en ese momento de encontrar el bolso de Fornarina, Beatriz Gago concretó también que su hermana fue la primera en coger ese bolso. “Ella fue la única que miró, creo que vio algo, llegó a ver el arma, y yo le dije que inmediatamente llamara a la policía”, que finalmente resultó ser el policía nacional llamado Nacho, al que conocían.
La hermana de la policía local relató igualmente el día de los hechos, cómo llamó a su hermana nada más saber de la muerte de Isabel Carrasco pero antes que a ella intentó localizar a la propia Triana Martínez, de quien sabía “que le tenía manía Carrasco, que le había echado, que era mala y le había cogido manía”. “Cuando lo supe pensé en llamar a Triana, sí, para decirle 'no te vas a creer lo que ha pasado'; pero no me lo cogió”. Porque precisamente estaba siendo detenida esa tarde del 12 de mayo. Algo que a preguntas de la abogada de la acusación, Beatriz Llamas, le provocó un sentimiento de engaño de Triana: “A ninguna amiga la veo participando en una cosa tan tráfica como esta”.
Una parte importante de su declaración fue cuando dejó claro que ella, al subirse el 12 de mayo su amiga Lorena en la parte trasera del copiloto del coche de Raquel, donde al día siguiente apareció el bolso con el arma, no pudo ver nada en ese lugar, ni a Lorena le llamó la atención nada en este lugar.
Con el bolso y el arma en las manos
Su testimonio contó con un momento de prueba interesante y novedoso, ya que Beatriz pudo tener en sus manos, para que el jurado viera el tamaño, el bolso de Fornarina con todo lo que contenía en su interior aquel día en que apareció en el vehículo de su hermana, incluida el arma de fuego. Así se lo permitió el juez al fiscal, pero vetó a la letrada Beatriz Llamas ponerlo a sus pies “como si estuviera en el coche”. “No, es que aquí no tenemos el coche”, le afeó a la abogada el magistrado.
La defensa de Gago, al contraataque y con pen drive
Pero la versión fue muy matizada a preguntas del abogado defendor de la propia Raquel Gago, Fermín Guerrero, porque se jugaba mucho en esta jornada que tenía que haberse celebrado el pasado miércoles pero que pospuso a hoy por la ausencia no justificada públicamente del abogado. Y lo hizo con ayuda de un pen drive fotografías del garaje y un vídeo del recorrido de un coche hacia ese garaje, con las cuales a juicio del fiscal “pretende hacer una reconstrucción de parte en toda regla”, por lo que protestó, admitiendo el juez esa protesta por la 'maniobra' del letrado.
Guerrero también se centró mucho en detalles del garaje, la plaza de estacionamiento y del acceso del coche, calculando que “17 segundos fue lo que -su amiga- Leticia monta en el coche de Raquel” en el que se sospecha que quizá esta amiga pudo haber visto el bolso de Fornarina. “Estuvo lo justo para dos frases y era de noche”, admitió la hermana. También hizo pruebas del tamaño del bolso y de si éste, aún con el arma, los pañuelos y demás, se podía hacer más pequeño doblándose, algo que el jurado pudo comprobar.
El letrado le preguntó “quién llegó a coger el bolso, que usted viera”, contestando Beatriz que uno de los policías de Burgos, que lo llegó a lanzar al suelo y coger cosas del interior con un bolígrafo. “Su compañero, Juanjo, no lo llegó a tocar; y Nacho -el primer policía al que llamó Raquel- otro se supone que lo vio pero no sé si lo tocó”, explicó la testigo, quien negó que su hermana hable de manera malsonante o haya tenido alguna tendencia homosexual, como se ha llegado a comentar.