Gema toma el relevo del 'Curandero de Boñar'

La clínica cuenta con dos cabinas de masaje, un gimnasio, un baño y una cabina de uva.

Marta Cuervo

Un buen día Gema se levantó y se dio cuenta de que, si realmente quería seguir con su carrera profesional de fisioterapeuta, debía de ser ella misma quien tomase las riendas. Llevaba ya un tiempo pensando una solución viable a la falta de trabajo y, por ello, esta leonesa de 27 años acaba de inaugurar en Boñar, la 'Clínica de Recuperación Corporal San Isidro'.

El camino no ha sido fácil, y ha tenido que viajar e instalarse en muchas ciudades de España (Madrid, Alicante, Granada...) pero, gracias a su empeño, y al apoyo de su familia, Gema hoy ve por fin su sueño realizado.

Y, ¿por qué Boñar? Hasta hace un año, en Boñar vivía una persona muy querida y famosa; el curandero Don Isidro. “He tomado su relevo, de una manera más profesional”, aclara Gema. Además, en unos 25-30 kilómetros a la redonda no existe ningún otro centro más de fisioterapia o rehabilitación, así que “pensé que era una buena idea no sólo para la gente de Boñar, si no de todos los pueblos vecinos, como de La Vecilla y de Puebla de Lillo”, comenta la fisioterapeuta.

Aunque la idea le llevaba rondando mucho tiempo, los proyectos y obras de la recién estrenada clínica, comenzarón el pasado septiembre. En cuanto a las licencias y permisos de apertura, los tiempos han sido bastante respetados. La Junta ha revisado cada paso y ha dado su ok sin ningún problema. “Siendo una clínica estrictamente de fisioterapia y nutrición y, al no generar residuos químicos ni utilizar jeringuillas ni agujas, no me ha puesto ningún inconveniente”, declara Gema.

Intentaré hacer conciertos con mutuas y con la Seguridad Social

La implicación económica ha sido “muy elevada”, para una chica joven. Gema aún está a la espera de la concesión de algunas subvenciones. También solicitó el préstamo 'ICO' del Estado, pero “pedían un avalista y no me convenía porque los intereses eran demasiado altos”, explica la joven. Abrir una clínica supone un esfuerzo muy importante, a Gema le ha aydado su padre pero, reconoce que, si no es imposible. “Vas a un banco a pedir un préstamo como emprendedor y no te dan nada”, señala la fisioterapeuta.

De momento trabajará sola. “Intentaré hacer conciertos con mutuas y con la Seguridad Social, para que me envíen gente de la zona a mí, y en ese caso posiblemente tenga que meter a una persona más”, aclara Gema. Antes trabajaba en su casa y a domicilio, cargando con una camilla que pesa “¡más de una tonelada!”, bromea entre risas. Pero, desde ahora su manera de organización ha cambiado; por las mañanas se trasladará a la clínica, situada en la calle José Fernández número 6, para atender allí a sus nuevos clientes y, algunas tardes, se quedará en León para tratar a los más veteranos.

En un futuro, Gema quiere ampliar la oferta de su clínica, ofreciendo tratamientos de nutrición, belleza y adelgazamiento.

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