“El futuro del carbón pasa por resolver el tema de emisiones”
La Ciudad de la Energía es uno de los grandes proyectos socioeconómicos en marcha en la provincia de León. Su planta de captura de CO2, en Cubillos del Sil, se encuentra ya en fase de pruebas, con el objetivo de comenzar las investigaciones científicas a principios de 2012. También sigue adelante la construcción del Museo Nacional de la Energía, que ya ha abierto las puertas de la primera de sus sedes, y del Bosque del Carbonífero. Al frente de la fundación que comanda todo el proyecto está José Ángel Azuara, un técnico con una visión muy amplia sobre la importancia del proyecto para el desarrollo de la comarca de El Bierzo.
¿La planta de captura de CO2 es el gran proyecto industrial de León?
Bueno, no sé si decir que es el “gran” proyecto. Pero sí que es un proyecto de desarrollo tecnológico. Estamos probando las tecnologías con las que se quemará el carbón del Siglo XXI. En el pasado, el carbón se quemaba de manera bastante sucia y poco eficiente. Las tecnologías modernas ganaron en eficiencia y ahora tenemos que enfrentar el reto de la captura de CO2. La Unión Europea quiere conocer la viabilidad tecnológica y el coste de la captura del CO2, en estas plantas que son semi-industriales, con el objetivo de que en el año 2015 tengamos probadas un conjunto de tecnologías, con información sobre su eficiencia y su coste, que nos permitan tomar decisiones para hacer plantas industriales 10 o 20 veces más grande.
El carbón es una materia prima energética muy abundante a nivel mundial, hay carbón para más de 200 años.
¿Estas pruebas serán determinantes para el futuro del carbón?
Del carbón a nivel mundial, sí. Siempre que se quema carbón se produce CO2, es inevitable. Y este es un gas con efecto invernadero, que está influyendo en el calentamiento del planeta. De manera que el uso masivo del carbón como materia prima energética pasa por resolver el tema de la captura de emisiones, que en eso estamos. Habría otra solución, que sería no usar carbón. Pero el carbón es una materia prima energética muy abundante a nivel mundial, hay carbón para mas de 200 años. Está muy distribuido y hay un mercado. Entonces, como no queremos renunciar al uso de esta materia prima, lo que hay que hacer es desarrollar las tecnologías para su uso eficiente.
¿Y este contexto internacional cómo influye sobre el carbón español?
El carbón español sufre de falta de competitividad. Desde el punto de vista de la captura de CO2, le da igual. Pero están todos los temas de extracción, de minería de carbón, que al final determinan que una tonelada de carbón en puerto cueste determinado dinero. Por tanto, el carbón tiene ese tema pendiente. El tema de la captura de CO2 no le afecta, o quizá le afecta de una manera positiva. Como capturar CO2 va a costar dinero, el precio de la energía eléctrica se va a incrementar. Y el coste de la materia prima va a ser menos importante en el coste total.
Y entonces...¿Qué desafío tiene por delante León?
Eso yo no se lo puedo decir, porque no soy un experto en estos temas de reconversión, de viabilidad, de exportación. Lo que he oído decir, y lo repito, es que hay un porcentaje de las explotaciones mineras leonesas que podrían ser rentable. Se habla se un 40 por ciento. Esas podrán mantenerse, y las que no, para esto están los procesos de ayuda del Gobierno, pensadas como políticas sociales que van acompañadas de inciativas de desarrollo. De hecho, la propia Fundación Ciudad de la Energía surge como iniciativa de desarrollo de una comarca. Esta es una comarca energética. Entonces, sigamos hablando en clave energética. Pero en lugar de hablar del pasado, de la minería, hablamos de futuro, de desarrollo de tecnologías, de divulgación científica, de turismo. Son vectores de desarrollo relacionados con el pasado de la comarca, pero con una perspectiva diferente.
Este museo pretende dar información y no influir. No vamos a hacer política.
¿De allí surge la apuesta por los proyectos educativos o culturales?
El Museo Nacional de la Energía es otro de los objetivos de la fundación. No es un museo clásico, de piezas, sino de conceptos. Es un museo de ciencias, donde vamos a contar la energía desde un punto de vista científico, tecnológico y social. El Museo pretende dar esas perspectivas con rigor, con amplitud y mostrar cómo el progreso de la humanidad puede contarse en clave de dominio de las tecnologías energéticas. Este museo pretende dar información y no influir. No vamos a hacer política. No vamos a decir que las energías renovables son buenas y las energías nucleares son malas. Vamos a dar información y conocimiento para que las personas tomen sus propias decisiones. Tenemos obligación de ser rigurosos, y al mismo tiempo, atractivos como recurso de ocio cultural.
¿Cómo influye este proyecto sobre el carácter de Ponferrada como destino turístico?
En una ciudad como Ponferrada, con 65 mil habitantes, está claro que la población local por si sola no sostiene el Museo. Ni la comarca, ni la provincia. Un centro de estas características es un activo turístico y se debe abordar la gestión desde esta perspectiva, coordinadamente con otros activos que tenga la comarca. Volvemos a estar en la línea de desarrollo del territorio. Estamos teniendo relaciones con grupos industriales de la comarca para crear una empresa de comercialización de viajes combinados y sobre todo, de activar la visión conjunta de El Bierzo como destino turístico. Un proyecto muy importante es el desarrollo del enoturismo. Y estamos tratando de fortalecer todo el tejido empresarial y social para vender el Bierzo como destino turístico, alrededor de un concepto como es la energía.
¿Ha mejorado la relación con el Ayuntamiento?
El Museo tiene su sede principal en Ponferrada, se asienta sobre varios edificios y tiene una vocación de construir ciudad. Un proyecto así no se puede construir sin el Ayuntamiento de la ciudad, porque es un proyecto complejo, que genera problemas de infraestructura, calificación urbana, servicios. Esto exige una colaboración estrecha con el Ayuntamiento. Para colaborar, dos instituciones tienen que conocerse, aceptar distintos puntos de vista y llegar a un equilibrio de visión. Muchas veces, las dificultades aparecen por diferencias de visión. Hemos tenido una época de mayores tensiones, que estamos superando. A los dos nos interesa hacer un buen proyecto de ciudad. Se pidió por parte del Partido Socialista la conformación de una mesa para hablar de estos temas, creo que al Ayuntamiento le ha parecido bien la idea y entonces vamos a tener un órgano de coordinación que nos permitirá avanzar con más rapidez.
Es verdad que es el proyecto del presidente Rodríguez Zapatero, pero creo que trasciende a ese hecho. Los que vengan, tomarán las decisiones que les parezcan oportunas.
¿Tiene futuro la Ciudad de la Energía sin Rodríguez Zapatero como presidente?
Como proyecto, creo que tiene un grandísimo futuro. Es un modelo de intervención sobre el territorio que genera desarrollo. Es un modelo que no tiene competencias. Cursiosamente, no las necesita, sino que trabaja en relación con otras instituciones, desde el conocimiento. Trabaja desde el establecimiento de redes nacionales e internacionales. Estamos creando un instrumento de gestión territorial que complementa los roles que muchas veces las entidades con competencias ejecutan mal. Diría que las administraciones públicas gestionan peor, mientras que una fundación que no tiene competencias, no ordena ni regula nada, gestiona mejor. Se está revelando como un instrumento ágil y operativo. Es verdad que es el proyecto del presidente Rodríguez Zapatero, pero creo que trasciende a ese hecho. Los que vengan, tomarán las decisiones que les parezcan oportunas, pero debería haber un análisis riguroso, porque este instrumento se está revelando como muy útil para el desarrollo de la comarca.