De fuga 'fortuita' a una semana de huida: El preso de Mansilla de las Mulas sigue en paradero desconocido

Imagen de archivo de la Guardia Civil.

El preso que se fugó la semana pasada de la cárcel provincial de León 'Villahierro', en Mansilla de las Mulas, cumple una semana en paradero desconocido. Lo que parecía una fuga fortuita a pie, aprovechando un momento de tumulto después de una salida para trabajos a la comunidad, se ha convertido en un quebradero de cabeza para las fuerzas de seguridad de León y del Principado de Asturias, Comunidad a la que pertenece.

Lo que se sabe de sus pasos en esta semana es que a los dos días de su huida del centro penitenciario leonés robó un vehículo a un octogenario en La Candamia, en León capital, junto a una mujer y por la fuerza. Ya en ese momento se preveía que el hombre tratase de trasladarse a la Comunidad vecina, donde residía antes de entrar en prisión y en la que tiene a su familia.

El turismo modelo Peugeot 306 robado en León apareció abandonado al día siguiente, el viernes 29, en el concejo asturiano de Cabranes. Se puso en marcha entonces un intenso dispositivo de búsqueda por tierra y también por aire mediante un helicóptero de la Guardia Civil para tratar de dar con la pareja.

En torno a las 7 de la mañana de este pasado sábado, una patrulla de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón que participa en la labores de búsqueda del recluso dio el alto a una pareja que caminaba por la carretera en la localidad de Amandi-Villaviciosa. Al ser requeridos por los miembros de la patrulla, estos se dieron a la fuga, logrando localizar momentos después a la mujer escondida en las inmediaciones de un establecimiento hostelero de la zona. Tras registrar sus pertenencias y comprobar que no portaba ningún documento que acreditara su identidad, se procedió a su traslado a las dependencias de la Comandancia de Gijón para su identificación mediante sus huellas dactilares. La mujer, como ya había hecho con anterioridad, se negó a colaborar en todo momento, hasta que finalmente se consiguió obtener su identidad verdadera.

Se iniciaron a continuación numerosas gestiones tanto con la Guardia Civil, como con la Policia Nacional de León con el objeto de tratar de determinar por un lado si era la mujer que acompañaba al preso fugado, como si era la que había participado en la comisión del robo con violencia del turismo en La Candamia (León). Tras confirmar que se trataba de la misma mujer, se procedió a su detención por un delito de robo con violencia. La detenida E.S. de 32 años de edad, pasará a disposición judicial una vez finalizadas las diligencias policiales correspondientes.

Mientras tanto, se continúa con la búsqueda del acompañante, que sigue en paradero desconocido.

Un preso “no peligroso”

Fuentes del centro penitenciario leonés destacan que no hubo descuido del personal de prisiones encargado de la custodia en las actividades a la comunidad, que son muy habituales, y que en estos casos hay un leve riesgo asumido en el que muy pocas veces suceden estas situaciones. En casi 20 años con salidas semanales desde la cárcel de Mansilla apenas se han registrado incidencias.

El fugado, Miguel Ángel Crespo, “no es peligroso”, resaltan las mismas fuentes. Suma varias condenas, pero todas ellas por delitos no especialmente graves, por robos, hurtos, receptación, y todas ellas en avanzado cumplimiento, motivo por el que precisamente salía para hacer trabajos a la comunidad.

Es un hombre de mediana edad, complexión delgada, pelo corto, barba, un piercing en la ceja y diversos tatuajes, según su ficha de Instituciones Penitenciarias.

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