Las (estrictas) condiciones para disfrutar de barbacoa en León en un año de pavorosos incendios

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El calor de este verano provoca en la provincia de León dos situaciones contradictorias: por un lado, anima a disfrutar al aire libre, y qué mejor manera que hacerlo con una buena chuletada realizada en una barbacoa, un asador, una parrilla o un hornillo al aire libre en uno de los extraordinarios parajes de la provincia leonesa; pero por otro lado, precisamente el calor, la sequedad, el viento y las constantes alertas de las autoridades por el riesgo extremo de incendios forestales ponen todo tipo de restricciones al placer de una buena barbacoa.

Sin embargo, no hay por qué resignarse. Pese al peligro de incendios existe la posibilidad de poder cocinar carne a la brasa al aire libre de manera totalmente legal. Aunque no es fácil: la Junta de Castilla y León obliga a cumplir un rosario de imprescindibles requisitos. El primero y más ineludible es que la zona de 'cocina' debe distar al menos 400 metros de terrenos rústicos. Eso con carácter general.

La primera excepción posible es que sí se podrá cuando las barbacoas se sitúen dentro de edificaciones cerradas por los cuatro costados, con techo y chimenea dotada de matachispas. Además, en las instalaciones de camping y campamentos de turismo autorizados por la Junta, se podrá encender el fuego en los lugares habilitados para ello.

Las barbacoas fijas instaladas en zonas recreativas o de acampada habilitadas por las Administraciones Públicas (ayuntamientos o juntas vecinales) solo se podrán utilizar cuando cuenten con autorización expresa del Servicio Territorial de Medio Ambiente. Dicha autorización se expedirá exclusivamente a solicitud de los propietarios de los montes, “siempre y cuando las instalaciones cumplan los requisitos mínimos necesarios”. Para ello se debe rellenar con antelación una solicitud oficial, enviarla y esperar respuesta favorable. Si llega a tiempo.

Pero cuando peor esté la cosa, la Junta advierte de que incluso estas excepciones pueden frenarse en seco, de manera que ante circunstancias extraordinarias de peligro de incendios forestales que así lo aconsejen, los Servicios Territoriales podrán prohibir de forma temporal o permanente el uso el fuego en barbacoas, hornillos y otros, aunque estas estén autorizadas con carácter general para su uso.

Los requisitos necesarios que deben cumplir las instalaciones para poder ser autorizadas son, en primer lugar, que estén ubicadas en áreas recreativas o de acampada habilitadas por las administraciones públicas. Ser una estructura fija de obra en buen estado de conservación. Tener campana, chimenea con rejilla en la salida de humos o similar que actúe como sistema matachispas, eso es imprescindible. Deberá además tener tres paredes cerradas de obra que impidan la salida del fuego, pavesas o partículas incandescentes. También un perímetro libre de combustible de al menos 3 metros.

Las barbacoas podrán ubicarse bajo las copas del arbolado cuando la distancia desde el matachispas a la copa sea como mínimo de 5 metros. En caso contrario, deberán ubicarse fuera de la proyección de las copas.

¿Qué debe hacer el usuario de la barbacoa?

Incluso en instalaciones autorizadas que cumplan todo lo anterior, está totalmente prohibida su utilización en días de viento, cuando éste mueva las hojas de los árboles de forma apreciable (con rachas superiores a 10 kilómetros por hora), y/o en días muy calurosos, en los que la temperatura supere los 30 grados centígrados.

El usuario deberá asegurarse de tener una distancia mayor de 3 metros desde el fuego a cualquier combustible susceptible de propagar el fuego. Está obligado a permanecer vigilante y junto al fuego durante todo el tiempo que esté encendido, procediendo a apagarlo rápidamente si el viento provoca situaciones de riesgo. No se permite la quema de hojas, papel, combustible fino, etc., cuyas pavesas puedan ser transportadas por la columna de humo. Y además, no puede acumular gran cantidad de combustible, añadiéndolo siempre de forma progresiva. Por último, está obligado a tener agua suficiente o algún medio de extinción eficaz a mano.

Diez años de los 11 muertos de Guadalajara

La particular dureza de estas medidas proviene sobre todo a raíz del terrible incendio ocurrido en el año 2005 -hace por lo tanto una década exacta- en Guadalajara, cuyo origen fue una barbacoa y en cuyas labores de extinción murieron 11 agentes forestales. Por eso, ante la duda, una recomendación de la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de la Junta de Castilla y León: consultad siempre con los agentes que actúen en vuestra comarca. Os informarán y ayudarán en todo momento.

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